13 marzo,2018 8:46 am

Mike Pompeo, un ultraconservador leal a Donald Trump

Texto: DPA / Foto: Twitter
Washington DC, 13 de marzo de 2018. Mike Pompeo, quien sustituirá a Rex Tillerson como secretario de Estado norteamericano, es un ferviente defensor de Donald Trump. El hasta ahora director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de 54 años de edad, es de tendencia ultraconservadora.
A Pompeo se le considera un halcón (defensor de la línea dura) y en varias ocasiones se mostró a favor de romper el acuerdo nuclear de la comunidad internacional con Irán. Daría también la bienvenida a un cambio de régimen en Corea del Norte.
Desde los servicios secretos estadounidenses se le suele describir como el seguidor más leal a Donald Trump, a quien defendió en numerosas ocasiones frente a las críticas. Según las informaciones, se ganó al presidente sobre todo en las reuniones informativas sobre seguridad.
Es un seguidor del ultraconservador Tea Party, que impulsa un giro a la derecha entre los republicanos desde hace años. Se graduó en la Academia Militar de West Point y en la Universidad de Harvard.
Desde 2011, Michael Richard Pompeo fue diputado por Kansas en la Cámara de Representantes, antes de pasar a dirigir la IA en 2017. Su designación fue aprobada entonces por 66 votos a favor y 32 en contra en el Senado.
Durante la campaña a las presidenciales de 2016 fue un destacado crítico de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Apoyó públicamente al director del FBI, James Comey, por retomar la cuestión de los correos electrónicos privados de Clinton poco antes de los comicios.
A Pompeo se le considera trabajador pero también agresivo hacia sus subalternos.
… Y Gina Haspa lo sustituye en la CIA
Al mismo tiempo, Trump designó a Gina Haspel como nueva directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en reemplazo de su actual director, Mike Pompeo, y señaló que será la primera mujer al frente del organismo.
“Gina Haspel será la nueva directora de la CIA, y la primera mujer escogida para ello”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter, tras anunciar que el secretario de Estado, Rex Tillerson, dejará el cargo y será sustituido por Pompeo.
A pesar del momento y el modo en que fue anunciada, la salida de Tillerson no resulta sorprendente puesto que hace meses que se especulaba con la posible renuncia del hasta hoy máximo responsable de la cartera de Exteriores, con quien Trump ha tenido numerosos desacuerdos a lo largo de los últimos meses.
De hecho, minutos después de publicar su mensaje en las redes sociales, Trump explicó brevemente su decisión ante un grupo de periodistas que se encontraban en la Casa Blanca, a quienes reconoció sus desencuentros con Tillerson y recalcó que con Pompeo comparte una “forma de pensar similar”.
De esta manera, tras el cambio de fichas en un Gabinete, que según dijo el presidente, está “cada vez más cerca” de ser el que él quiere, Haspel, que hasta hoy ocupaba el cargo de subdirectora de la Agencia, se convertirá en la primera mujer en dirigir la CIA en sus 70 años de historia.
“Estoy agradecida al presidente Trump por la oportunidad y humilde por la confianza que ha depositado en mí al ser nombrada la próxima directora de la Agencia Central de Inteligencia”, señaló Haspel en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Haspel, cuyo nombramiento aún deberá ser confirmado por el Congreso, añadió que, como directora de la CIA, espera “poder brindar al presidente el excelente apoyo de inteligencia al que se ha acostumbrado durante su primer año de mandato”.
Haspel, una controvertida agente secreta al frente de la CIA 
Si el Senado estadunidense aprueba su designación, Gina Haspel se convertirá pronto en la primera mujer al frente de la CIA. Su figura es controvertida, pues supuestamente estuvo implicada en torturas aplicadas a prisioneros por los servicios secretos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR, por sus siglas en inglés), una organización independiente de derechos humanos, la denunció por ello el pasado junio.
Haspel, de 61 años, tiene una trayectora de más de 30 años en la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y trabajó para los servicios secretos en lugares como Londres.
Desde 2017 es vicedirectora de la CIA y Trump la propuso hoy como sucesora de Mikel Pompeo, a quien designó nuevo secretario de Estado en sustitución de Rex Tillerson. Ambos nombramientos tienen que ser aprobados todavía por el Senado.
En 2002, Haspel dirigió una cárcel secreta de la CIA en la que presuntamente fueron torturados dos supuestos miembros del grupo terrorista Al Qaeda.
Según un informe del Senado, Abu Subaida y Abd al Rahim al Nashiri fueron sometidos varias veces al método “waterboarding” (ahogamiento simulado sumergiéndoles en agua), así como a la privación de sueño y otros métodos cuestionables de interrogatorio. Ambos fueron enviados después a la cárcel que Estados Unidos tiene en Guantánamo, Cuba.
El año pasado, el portal de noticias de investigación ProPublica informó de que Haspel firmó la mayoría de los telegramas en los que se describían los interrogatorios de Abu Subaida. Los registros de las torturas fueron destruidos por la CIA en 2005 y, según el “New York Times” y otros medios,
Haspel también jugó un papel al respecto.
El senador republicano John McCain exigió hoy que Haspel explique en que medida estuvo implicada en el programa de interrogatorios. Las torturas a prisioneros son uno de los capítulos más oscuros de la historia estadounidense, apuntó McCain. Según el senador, Haspel debe garantizar al pueblo estadounidense que como directora de la CIA respetará la ley.
Haspel cuenta con una gran reputación dentro del organismo que podría llegar a dirigir, según medios estadounidenses. Hasta el momento no se había posicionado políticamente y como vicedirectora de la CIA actuó más bien entre bambalinas. Pero se espera que siga la línea de Pompeo.