15 septiembre,2023 4:34 am

Militares lanzan gases a normalistas que les tiraron petardos; llegan a niños de dos escuelas  

Los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa llegaron frente a la puerta del cuartel de la 35 Zona Militar en Chilpancingo. En un mitin hablaron de la intervención del Ejército en la desaparición de sus compañeros. Alumnos de dos primarias se intoxicaron con el humo lacrimógeno, 30 niños fueron atendidos con crisis nerviosa y tres no podían respirar

Chilpancingo, Guerrero, 15 de septiembre de 2023. Estudiantes de Ayotzinapa arrojaron petardos a la puerta del cuartel de la 35 Zona Militar para exigir la presentación de los 43 normalistas desaparecidos; en respuesta, los militares les arrojaron gases lacrimógenos que llegaron hasta la primaria de la colonia del PRI y a la Vicente Guerrero que está a un lado de Rectoría, y se reportaron 30 niños con crisis nerviosas y tres tuvieron que ser atendidos por paramédicos porque no podían respirar.

La directora de la primaria Partido Revolucionario Institucional (PRI), Norberta Aracely Sánchez Morales informó que tras el recreo, a las 11 de la mañana, hubo detonaciones de explosivos y los salones de la parte alta de la escuela que tiene una matrícula de 500 estudiantes, “se empezaron a inundar de gases, era imposible mantener a los niños en las aulas, por ello decidimos bajarlos a la explanada y toda la escuela estuvo en la misma situación, empezaron a ingresar padres de familia”.

“Los niños empezaron a tener síntomas como lagrimeo y ardor en la garganta, y todos en el plantel la incertidumbre de qué es lo que pasaba”, agregó.

Precisó que 30 niños fueron los más afectados, “entraron en pánico, empezaron a llorar, el ardor de los ojos, hubo apoyo de habitantes de la colonia, trajeron cubetas de agua, les lavaron la cara pero eran demasiados niños y era imposible atenderlos a todos”.

“Pedimos que se nos capacite para saber qué hacer en estas situaciones, ya que no estamos preparados para esto, desconocemos el protocolo”, dijo.

Informó que pidieron a los rescatistas que acudieron a la zona que los capaciten, “en dado caso, que Dios quiera que no vuelva a pasar, saber qué hacer”.

Una maestra que estaba junto a la directora reclamó que no se vio  protocolos para resguardar a la población, “si los militares lanzaron tanto humo, cerca de una institución (educativa), ellos debieron tener la prevención de no lanzar tanto gas, porque inundaron la escuela, ese es un reclamo, tienen que estar preparados, si está una institución educativa, salvaguardarla, no es justo”.

Antes de las declaraciones de la directora se vio a niños llorando afuera de la primaria, paramédicos del gobierno del estado informaron que en las ambulancias estaban atendiendo a dos niñas que se pusieron graves, tenían problemas para respirar.

En un boletín la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Estado informó que su personal y bomberos del municipio brindaron pronta atención a dos menores de edad, con irritación en los ojos a consecuencia de gas lacrimógeno, “por precaución también se evacuó a los alumnos del Jardín de Niños Nicolás Naime, ambas instituciones se ubican en la colonia de PRI, en Chilpancingo”.

“El reporte se recibió a las 12:28 horas a través del número de emergencias 911, por lo que de inmediato paramédicos de esta dependencia se trasladaron hasta el lugar referido, para brindar atención a los infantes y al personal docente, este hecho se dio a consecuencia de la manifestación de los normalistas de Ayotzinapa en la Zona Militar”.

Agrega que “en el lugar se atendió a dos menores de edad, que presentaban irritación en los ojos a causa de gas lacrimógeno, en ambas casos no fue necesario su traslado a un hospital”.

El plantel educativo fue evacuado de manera preventiva por el personal docente, padres de familia y personal de Protección Civil del estado y municipio.

Autobuses en la 35 Zona Militar

A  las 11:30 de la mañana 13 camiones de las empresas de transporte Futura y Costa Line, ocupados por estudiantes, se estacionaron en el bulevar Vicente Guerrero enfrente de la puerta 1 de la 35 Zona Militar.

La actividad, que es parte de la jornada de lucha para exigir la presentación de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, comenzó con sentidos discursos de jóvenes que no pasan de los 22 años, y ayer iban apoyados por mujeres de la Normal Rural de Mactumactzá, Chiapas, que igual rondan los 20 años.

Exigen la presentación de 43 desaparecidos, y dijeron constantemente en sus discursos que “un pueblo con memoria es un pueblo rebelde”.

Los discursos siguieron sustentados en los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que documentó el espionaje del Ejército a estudiantes, y defensores de derechos humanos.

Uno de los jóvenes dijo: “este batallón está manchado con sangre, este Ejército en todo momento sabía qué estaba pasando con nuestros compañeros, no lo pueden ocultar luego de los informes del GIEI, ahora sabemos que el Ejército tenía infiltrados en Ayotzinapa.

“A qué le tienen miedo, si esta es una institución educativa… se jactan de cuidar a los ciudadanos pero son los que se encargan de desparecer”.

Otro orador reivindicó la lucha del maestro guerrillero Lucio Cabañas Barrientos y advirtió que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “nos quiso vender otra Verdad Histórica… hoy estamos alzando la voz por los que no lo pueden hacer”, y mencionó a los estudiantes asesinados en la noche de Iguala: Julio César Mondragón Fontes, Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo.

Los oradores hablaron por un altavoz, sus discursos estuvieron dirigidos dirigidos al Ejército, “a la nación” y se expuso, “los que tienen las armas son los militares, y son los militares los que desaparecen a los estudiantes”.

Un joven de unos 22 años advirtió: “no nos vamos a quedar callados”, y gritó, “ni con tanques ni metrallas, aquí nadie se calla”.

A través de una rendija, adentro del cuartel se observó que frentre a la puerta había unos 100 uniformados de la Guardia Nacional, aparentemente esperando una irrupción.

Ayer, la entrada al cuartel militar se vio diferente a este lunes cuando las puertas estaban abiertas para recibir a funcionarios del gobierno del estado encabezados por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, en lugar del espacio recién pintado, se abrió una fosa, se instalaron picos de acero, se cercó, la zona se sobrevoló con drones.

Tras los discursos, uno de los cuales cerró con la frase “arriesgamos nuestro presente para tener un futuro, a las 11:44 las palabras se convirtieron en acciones: los normalistas libraron la fosa con barrotes que se convirtieron en el camino para arremeter en contra de la puerta.

Al impactar la camioneta rotulada con una imagen de comida chatarra y las letras Barcel, empezaron a salir los proyectiles de gases lacrimógenos.

Es la primera vez que desde ese cuartel se lanzan gases, y lanzaron unos de una potencia mayor a las que arrojaron en 2014 contra las primeras represiones de la Policía Federal.

Estar entre esa humareda provocaba ganas de vomitar, no se podía abrir los ojos debido a la irritación, reporteros y activistas escupían constantemente, un estudiante fue sacado en brazos porque no se podía parar: el gas lo derribó. Todos pedían agua, “compra una coca, échale coca en los ojos”, gritó un veterano del periodismo, porque se sabe que el refresco baja los efectos del químico.

Al final la fachada de la 35 Zona Militar quedó con las huellas de la protesta: las paredes con las pintas, “Ayotzinapa” y “No son los rebeldes los que causan los problemas del mundo, son los problemas del mundo los que crean a los rebeldes”.

Texto: Rosendo Betancourt Radilla / Foto: Jessica Torres Barrera