25 abril,2023 5:21 am

Miseria moral, personal y política

Arturo Martínez Núñez

 

El presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, sufrió un nuevo episodio en su salud que mostró una vez más la derrota moral y el tremendo odio y rencor que tienen los conservadores de la alianza del mal hacia el líder más importante que ha tenido México en los últimos 100 años.

Si analizáramos la actividad de los últimos presidentes quizás ninguno se acercaría a la inmensa actividad pública del presidente que incluye apariciones en vivo de al menos dos horas, cinco días a la semana y giras a las entidades de la república los fines de semana. Andrés Manuel ocupa todo el espectro informativo porque su actividad es muchísima. Aún así sus malquerientes han intentado vender la especie de que López Obrador es un mandatario que trabaja poco cuando en realidad es un hombre que está prácticamente las 24 horas del día atento a los acontecimientos y activo en la toma de decisiones y en girar instrucciones a sus colaboradores. La derecha moralmente derrotada y sus aliados del PRI y el PRD, quisieran que sus mentiras se volvieran realidad y que el presidente faltara a causa de una desgracia para que ellos puedan recuperar los privilegios que han perdido bajo la cuarta transformación.

Andrés Manuel López Obrador es un hombre cercano a los setenta años, con una salud que corresponde a la de su edad, con múltiples padecimientos crónicos aunque ninguno grave como para impedirle desempeñar sus actividades como jefe de Estado y titular del Ejecutivo.

Pero lo más importante es que López Obrador es un dirigente sumamente responsable y consciente de la fuerza que tiene su liderazgo y de los riesgos y afectaciones y de la de inestabilidad que podría causar su ausencia; por ello, desde el año pasado hizo público que en caso de que él faltase por alguna razón, había ya redactado un testamento político, en donde seguramente están contenidas las líneas y directrices de un movimiento al que eventualmente le falte su líder. La prueba de fuego de la cuarta transformación será poder continuar la profunda transformación nacional aún en ausencia de Andrés Manuel. Las organizaciones, los movimientos y las instituciones, son tan exitosas como lo logren ser ante la ausencia del líder fundador.

A aquellos que desean el mal a López Obrador nosotros les enviamos amor y buenos deseos. A los que odian les enviamos nuestro cariño y respeto. Al odio se le vence con amor y no con más odio; a los que desean balazos les enviamos abrazos. A los que le desean mala salud al prójimo nosotros les deseamos que dios los llene de salud.

El Presidente goza de cabal salud. Y cuando falte, seguirá ganando batallas como El Cid Campeador porque su victoria es moral e histórica. Larga vida al Presidente Obrador y larga vida a los que le desean el mal. El odio es un veneno que uno se toma pensando que le causará daño al adversario. Lo único que es cierto, verdadero y duradero es el amor al prójimo.