28 enero,2019 7:59 am

Modelo de dieta saludable

Reyes Betancourt Linares
Se podría empezar por disminuir el consumo de carnes rojas como lo sugiere el doctor Valentín Fuster, el cardiólogo español considerado uno de los mejores en el ámbito mundial; así también reducir el consumo de azúcar sobre todo el contenido en los refrescos de cola. En el caso de nuestros país, estamos considerados los consumidores número uno en el planeta por arriba de los estadunidenses, quienes han encabezado la ingesta de esta clase de bebidas. Al mismo tiempo podríamos empezar por incrementar la ingesta de frutas, verduras y legumbres. Estas dos tareas pendientes de realizar por la mayoría de los mexicanos, podrían contribuir a mejorar nuestra salud, pues las enfermedades cardiovasculares y la diabetes son las principales enfermedades que nos matan.
Por otro lado, los sectores agrícola y ganadero de nuestro país podrían ayudar a la reducción importante de dióxido de carbono y así disminuir también de manera drástica la contaminación de nitrógeno y fósforo; lo que limitaría el empleo de agua y no aumentaría el uso de tierras para fines agrícolas. Estas son algunas de las sugerencias que se requieren para preservar la salud de nuestro planeta, propuesto por la revista científica The Lancet, que engloba la salud de la civilización humana y el estado de los sistemas naturales de los que dependen.
Y es que nuestro planeta confronta un serio problema: Sostener un modelo de consumo humano que inició a partir de la segunda conflagración mundial, esa es la opinión de un panel de 37 expertos, provenientes de 16 países, organizados en la Comisión Eat-Lancet, quienes a lo largo de tres años han elaborado un modelo de dieta saludable para los habitantes de este planeta, sustentado en una nueva revolución agrícola. Asimismo, uno de los coordinadores de esta comisión e integrante del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático, asegura que: “La producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resiliencia de los ecosistemas”.
Actualmente se estima a la población mundial en más de 7 mil millones de habitantes, nada más las poblaciones de China, India y Estados Unidos, los tres países con más seres humanos, suman alrededor de 3 mil millones; ante este tamaño de personas se requiere de manera urgente una transformación radical, la cual será más inmediata con el incremento proyectado de la población en las siguientes décadas, Así el informe de estos expertos pone el punto límite en el año 2050, que se estima habiten la tierra 10 mil millones de personas.
La buena noticia es que los 37 expertos coinciden en que se podría alimentar a esta población a condición de que se apliquen cambios importantes en la dieta y en el modelo de producción si se aspira a cumplir con los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático. Esas propuestas en la dieta de los seres humanos, contribuirían a evitar 11 millones de muertes prematuras cada año vinculadas con el tipo de alimentación que se tiene ahora.
Por otro lado, el informe de los expertos puntualiza que la media actual en el planeta de la ingesta de carnes rojas, vegetales como las papas ricos en hidratos y huevos es demasiado alta. La Comisión Eat-Lancet propone una dieta ideal: sustentada en 2 mil 500 kilo-calorías diarias, sugiriendo que sólo 30 de ellas provengan de carnes distintas de las aves, lo cual equivale, por citar un ejemplo a consumir una hamburguesa de ternera chica a la semana. El objetivo global es aumentar al doble el consumo de frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos, así como disminuir a la mitad el de carnes rojas y azúcar; actualmente, y sobre todo en occidente, el consumo de carne roja y de alimentos procesados y refinados es excesivo, lo que implica problemas serios para la salud, mayores a los ocasionados por el sexo no seguro, el consumo de alcohol, drogas y el tabaco juntos, puntualizan el informe.
Para alcanzar estos objetivos propuestos por los expertos y que tienen como propósito esencial preservar la vida de los seres humanos, se requiere la colaboración de todos los actores de la sociedad mundial, empezando por los ciudadanos, los gobiernos y los agentes económicos y un buen punto de partida es difundir esta información. En tanto los gobiernos deben poner su empeño en las inversiones públicas, que mejoren las infraestructuras relacionadas con este tema y en las subvenciones a los agricultores al igual que regular el uso de la tierra, el agua y los fertilizantes.