15 octubre,2019 4:41 am

Nada hace el gobierno estatal por esclarecer el asesinato de Ranferi Hernández, señalan

Familiares y dirigentes sociales marchan hacia el lugar donde hace dos años fueron encontrados los cuerpos calcinados del ex dirigente estatal del PRD junto con su esposa, su suegra y un ahijado, en la carretera que conduce de Chilapa a Ahuacuotzingo.
Chilapa, Guerrero, 15 de octubre de 2019. A dos años del asesinato de Ranferi Hernández Acevedo, su esposa, suegra, y un ahijado, su hija Diana Hernández reprochó que el gobernador Héctor Astudillo Flores no haya hecho nada para esclarecer el caso y las investigaciones están paradas y sin detenidos.
Ayer unos 150 activistas marcharon del monumento Eucaria Apreza hasta el lugar del de fue encontrado el carro calcinado con los cuerpos. En la movilización asistieron una comisión de padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, y estudiantes de la normal.
A las 10:30 de la mañana inició la marcha bajo un intenso sol, y al grito de “justicia”. Al frente dos niños portando la imagen del dirigente, seguida de una manta que decía: “No has muerto, Ranferi”. Caminaron su hija Diana Hernández y su esposo.
Ranferi Hernández fue presidente estatal del PRD, diputado local por ese partido, fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS)  y en el momento de su asesinato, promotor de Morena y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, en la región.
Antes de llegar a la carretera que conduce a Ahuacuotzingo, los manifestantes realizaron una parada en el retén de militares que se encuentra en el crucero hacia Atzacoaloya donde pintaron el rostro de Hernández Acevedo en las paredes del módulo y la frase “justicia”. Minutos antes los militares se replegaron y las cuatro patrullas que estaban en la carretera se apostaron en un terreno, mientras los militares se concentraron en el módulo.
En el lugar donde fue encontrado la camioneta incendiada y los cuerpos fueron colocadas cuatro cruces con los nombres de Ranferi Hernández Acevedo, su esposa Lucía Hernández Dircio, su suegra Juana Dircio de 94 años, y su ahijado que manejaba el auto, Antonio Pineda Patricio. Los asistentes dejaron en el lugar una ofrenda de flores silvestres, cempasúchil, de terciopelo, así como maíz, y otras frutas de la región como ciruelas.
En su discurso político la hija del extinto dirigente de la Organización Indígena Campesina “Vicente Guerrero” dijo que a dos años el caso sigue en “total impunidad” y que la Fiscalía del estado ha reducido el caso a solicitar la realización de peritaje, “no hay ningún detenido, ni ninguna orden de aprehensión, lo que demuestra el poco interés de esclarecer el caso”.
Narró que el pasado 7 de septiembre el gobernador fue a Ahuacuotzingo en una gira de trabajo, “durante su intervención a sabiendas que estaba en la tierra de nuestro padre, se jactó ante las personas que se encontraban ahí que él fue compañero de bancada de nuestro padre cuando éste fue diputado local. Luego agregó que desde ahí enviaba un saludo a los hijos de Ranferi”.
Agregó, “nunca hizo alusión a su obligación de hacer justicia o sobre la investigación del caso. Ante lo cual nos preguntamos, ¿Cree que nosotros como hijos nos conformamos con un saludo al viento a cambio de justicia?, ¿Ese es su compromiso ante el homicidio de nuestros padres abuelita, y el ahijado de nuestros padres?”.
La hija continuó: “desde aquí le decimos gobernador Astudillo, ¡No se equivoque!, no busque obviar las cosas porque nuestros padres no murieron de enfermedad o en un accidente; fueron torturados, ejecutados, y quemados de manera cobarde; ¡queremos justicia!. Sí a usted le gusta darle la vuelta a la grave situación de violencia que vivimos en Guerrero con comentarios superficiales, nosotros no lo hacemos y le decimos las cosas de manera directa: mientras el caso se mantenga en la impunidad para nosotros usted es parte de los responsables porque usted es la máxima autoridad del estado y tiene la obligación de resolver el caso”.
Y cerró diciendo “usted puede elegir ser el gobernador que escogió hacer justicia o el gobernador que encubrió a los asesinos”.
También envió un mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador para que haga un esfuerzo mayor y verificable por hacerle justicia a su padre y a todos los luchadores sociales asesinados como Rocío y Miguel Ángel Mesino Mesino, Arturo Hernández Cardona, “y como a cualquier mexicano víctima de los crímenes de la narco-política nacional, pero sobre todo como a un luchador social asesinado por razones políticas”.
Retomó las palabras del presidente en su visita en el municipio de La Unión: “Atención especial merece Guerrero, por eso tendrá todo el apoyo del gobierno federal”. “Sólo le advertimos que de nada servirán sus buenas intenciones si permite que se cuele la falsedad, la simulación el oportunismo de las salamandras, del viejo régimen y la impunidad, de quién usted afirmó es un buen gobernador.
“Hacer justicia en Guerrero, no es solo una obligación legal ineludible, es también un deber histórico y ético; salde la deuda moral con las diferentes generaciones de guerrerenses que han dado su vida por cambiar este país; los dignos guerrerenses de ayer y ahora”, finalizó.
El yerno de Ranferi,  Abel López Rosas, expresó: “se quiso dejar un mensaje de terror, de miedo, pero nosotros lo hemos ido convirtiendo en un lugar de vida, de colores porque la muerte y cruel asesinato no es nada en comparación con su vida llena de amor a su gente. La vida de ellos vive en casa uno de nosotros, mientras nosotros sigamos viviendo aquí para exigir justicia. Ranferi se enfrentaba a las condiciones más difíciles”.
En su intervención el abogado del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan  Juan Carlos Teliz García lamentó que a dos años de estos asesinatos sigan en la impunidad, “la Fiscalía no tiene interés no hay avances en las investigaciones. Los familiares son los que han realizado y aportado al Ministerio Público las líneas de investigación”.
Además dijo que han conseguidos peritos independientes y que la exhumación de los cuerpos fue a petición y solicitud de los familiares, “no hay interés del estado de que esto se aclare. Las autoridades no son capaces de proteger y garantizar la seguridad”, y recriminó que  continúen los asesinatos, las desapariciones “y no hacen nada y los minimizan. Por esta razón denunciamos la desaparición de Arnulfo Cerón el viernes en Tlapa. Exigen su presentación con vida”.
En representación de los padre de los 43 normalistas habló don Clemente Rodríguez, quien se solidarizó con la familia y recordó que el extinto dirigente apoyó desde el inicio las movilización y en la búsqueda de sus hijos. Dijo sentirse triste ver que a dos años a la familia les cierren las puertas y no les han esclarecido nada.
El director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos, Manuel Olivares insistió en la demanda de justicia y que las autoridades paren este baño de sangre en qué tienen unido al a Guerrero, “que el Estado mexicano retome sus obligaciones de garantizar el derecho a la vida y seguridad”.
Agregó “hoy vemos cómo los narco-policías comunitarios controlan a todas las comunidades indígenas y el gobierno tal parece que le interesa posicionar esos grupos y que estos se conviertan en carteles de la droga”. Lamentó también el desinterés del gobierno por los asesinatos y las desapariciones  así como por los desplazados.
“Hoy tenemos que seguir luchando para que el Estado mexicano y sus instituciones cambien. El enemigo del pueblo mexicano lo hemos dicho es el modelo económico capitalista que nos sigue imponiendo”.
Al acto también acudieron Norma Mesino, Martha Obezo, Saúl López Sollano, Sofía Lorena Mendoza (pareja del dirigente asesinado Arturo Hernández Cardona), y el dirigente de la Unión de Transportistas Democráticos, Apolinar Segueda Dorantes.
Durante el recorrido una patrulla de policías municipales acompañó el contingente, y durante el mitin hubo al menos dos patrullas de estatales en los alrededores.
Texto: Jacob Morales / Foto: Jesús Eduardo Guerrero