Texto: DPA / Foto: EFE
Londres, Reino Unido, 11 de julio de 2018. El español Rafael Nadal se clasificó hoy para la semifinal del torneo de tenis de Wimbledon al vencer en cinco emocionantes sets al argentino Juan Martín del Potro y jugará ante el serbio Novak Djokovic por un lugar en la final.
Fue la primera vez en el torneo que tanto Nadal como Del Potro debían medirse a un cabeza de serie en esta edición de Wimbledon, y la victoria fue a parar a manos del español por 7-5, 6-7 (7-9), 4-6, 6-4 y 6-4 en cuatro horas y 47 minutos para colarse en semifinales en el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club.
Eran dos maneras distintas de desembarcar en los cuartos de final, pero tanto Nadal como Del Potro lo hacían después de mucho tiempo apartados de las rondas finales en Londres. El argentino no llegaba tan lejos desde 2013, mientras que el balear no se presentaba entre los ocho mejores desde 2011.
Pero si había una diferencia sustancial era el tiempo en pista acumulado. El de Tandil sumaba un total de 10 horas y 13 minutos, en su tercer día de competición consecutivo. Por su parte, el balear registraba 8 horas y 8 minutos, con un día de descanso previo.
Nadal saltó a la Centre Court como en los anteriores. Eléctrico, rápido de piernas e incisivo en el resto. Tanto que en el octavo juego dispuso de sus dos primeras opciones de quiebre. Del Potro, con un 80 por ciento de puntos con su primer servicio, logró escapar de la amenaza del número uno del mundo (4-4).
Pero el segundo favorito en la capital inglesa apretó las clavijas en el undécimo juego. Uno de los 12 golpes ganadores que firmó en el set, con una derecha paralela sin respuesta, y el último error de Del Potro de los 14 que cometió, con un revés a dos manos a la red, fueron los dos puntos que le sirvieron para confirmar el único break del primer parcial (7-5).
El argentino había incidido en la previa en la importancia del servicio. Y precisamente ese golpe decidió el segundo set. Primero con una doble falta cuando estaba 5-4, 30-30, a sólo dos puntos de igualar el partido. Inmediatamente después, el español devolvió el break (5-5), algo que había logrado en todos los partidos en los que su rival le rompió el saque.
Y más tarde en el desempate. Con 6-5 a su favor, Nadal cometió una doble falta y acabó cediendo el desempate por 9-7. El de Tandil sobrevivió con sólo un 18 por ciento de puntos ganados con segundos servicios.
Del Potro siguió marcando la diferencia con el mismo golpe. Y mientras Nadal sobrevivía con un 58 por ciento de puntos con su primer servicio, el argentino elevó su éxito hasta el 93 por ciento. Esperó al décimo juego para quebrar al español de nuevo en su única opción de break del tercer set (6-4).
El cansancio acumulado pareció ir haciendo mella sobre el campeón del Abierto de Estados Unidos en 2009. Insistente y paciente, el español más agresivo al resto consiguió mover a su rival de un lado a otro. Así logró colocarse 0-40 al resto y firmar su tercer quiebre del partido y consolidar la ventaja (4-2).
La distancia fue suficiente para enviar el partido al quinto set. Del Potro dejó tres dobles faltas y, de nuevo, un 36 por ciento de puntos con segundo saque frente a la regularidad del español con un 83 por ciento de primeros servicios y el acierto impecable en cada una de sus nueve subidas a la red (6-4).
Cuando el físico dictó sobre la pista por encima de la potencia, cuando el corazón mandó por delante de la estrategia, en ese terreno Nadal tomó la delantera. Con un break que estuvo cerca de devolver Del Potro, de no haber tirado una derecha a media pista al cielo de Londres con 3-2, 30-40. Pero el campeón de 17 Grand Slam consolidó la ventaja (4-2).
El argentino atacó con todas las armas que le quedaban. Tuvo cinco oportunidades para volver al partido, para devolver el quiebre, pero el español lo impidió. Los 33 aces y 77 winners de Del Potro no fueron suficientes para doblegar al líder del ranking mundial.
Presente en semifinales de Wimbledon por sexta vez en su carrera (2006-08, 2010-11), ahora se enfrentará a Novak Djokovic. El serbio, que no llegaba tan lejos en un Grand Slam desde el Abierto de Estados Unidos 2016, derrotó al japonés Kei Nishikori por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-2 en dos horas y 35 minutos.
La otra semifinal la protagonizarán el sudafricano Kevin Anderson y el estadounidense John Isner. Anderson protagonizó el mayor impacto del torneo al levantar un punto de partido y remontar dos sets de desventaja antes de vencer al suizo Roger Federer por 2-6, 6-7 (5-7), 7-5, 6-4 y 13-11 en cuatro horas y 14 minutos de juego, mientras que Isner se impuso por 6-7 (5-7), 7-6 (9-7), 6-4 y 6-3 al canadiense Milos Raonic.
Fue la primera vez en el torneo que tanto Nadal como Del Potro debían medirse a un cabeza de serie en esta edición de Wimbledon, y la victoria fue a parar a manos del español por 7-5, 6-7 (7-9), 4-6, 6-4 y 6-4 en cuatro horas y 47 minutos para colarse en semifinales en el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club.
Eran dos maneras distintas de desembarcar en los cuartos de final, pero tanto Nadal como Del Potro lo hacían después de mucho tiempo apartados de las rondas finales en Londres. El argentino no llegaba tan lejos desde 2013, mientras que el balear no se presentaba entre los ocho mejores desde 2011.
Pero si había una diferencia sustancial era el tiempo en pista acumulado. El de Tandil sumaba un total de 10 horas y 13 minutos, en su tercer día de competición consecutivo. Por su parte, el balear registraba 8 horas y 8 minutos, con un día de descanso previo.
Nadal saltó a la Centre Court como en los anteriores. Eléctrico, rápido de piernas e incisivo en el resto. Tanto que en el octavo juego dispuso de sus dos primeras opciones de quiebre. Del Potro, con un 80 por ciento de puntos con su primer servicio, logró escapar de la amenaza del número uno del mundo (4-4).
Pero el segundo favorito en la capital inglesa apretó las clavijas en el undécimo juego. Uno de los 12 golpes ganadores que firmó en el set, con una derecha paralela sin respuesta, y el último error de Del Potro de los 14 que cometió, con un revés a dos manos a la red, fueron los dos puntos que le sirvieron para confirmar el único break del primer parcial (7-5).
El argentino había incidido en la previa en la importancia del servicio. Y precisamente ese golpe decidió el segundo set. Primero con una doble falta cuando estaba 5-4, 30-30, a sólo dos puntos de igualar el partido. Inmediatamente después, el español devolvió el break (5-5), algo que había logrado en todos los partidos en los que su rival le rompió el saque.
Y más tarde en el desempate. Con 6-5 a su favor, Nadal cometió una doble falta y acabó cediendo el desempate por 9-7. El de Tandil sobrevivió con sólo un 18 por ciento de puntos ganados con segundos servicios.
Del Potro siguió marcando la diferencia con el mismo golpe. Y mientras Nadal sobrevivía con un 58 por ciento de puntos con su primer servicio, el argentino elevó su éxito hasta el 93 por ciento. Esperó al décimo juego para quebrar al español de nuevo en su única opción de break del tercer set (6-4).
El cansancio acumulado pareció ir haciendo mella sobre el campeón del Abierto de Estados Unidos en 2009. Insistente y paciente, el español más agresivo al resto consiguió mover a su rival de un lado a otro. Así logró colocarse 0-40 al resto y firmar su tercer quiebre del partido y consolidar la ventaja (4-2).
La distancia fue suficiente para enviar el partido al quinto set. Del Potro dejó tres dobles faltas y, de nuevo, un 36 por ciento de puntos con segundo saque frente a la regularidad del español con un 83 por ciento de primeros servicios y el acierto impecable en cada una de sus nueve subidas a la red (6-4).
Cuando el físico dictó sobre la pista por encima de la potencia, cuando el corazón mandó por delante de la estrategia, en ese terreno Nadal tomó la delantera. Con un break que estuvo cerca de devolver Del Potro, de no haber tirado una derecha a media pista al cielo de Londres con 3-2, 30-40. Pero el campeón de 17 Grand Slam consolidó la ventaja (4-2).
El argentino atacó con todas las armas que le quedaban. Tuvo cinco oportunidades para volver al partido, para devolver el quiebre, pero el español lo impidió. Los 33 aces y 77 winners de Del Potro no fueron suficientes para doblegar al líder del ranking mundial.
Presente en semifinales de Wimbledon por sexta vez en su carrera (2006-08, 2010-11), ahora se enfrentará a Novak Djokovic. El serbio, que no llegaba tan lejos en un Grand Slam desde el Abierto de Estados Unidos 2016, derrotó al japonés Kei Nishikori por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-2 en dos horas y 35 minutos.
La otra semifinal la protagonizarán el sudafricano Kevin Anderson y el estadounidense John Isner. Anderson protagonizó el mayor impacto del torneo al levantar un punto de partido y remontar dos sets de desventaja antes de vencer al suizo Roger Federer por 2-6, 6-7 (5-7), 7-5, 6-4 y 13-11 en cuatro horas y 14 minutos de juego, mientras que Isner se impuso por 6-7 (5-7), 7-6 (9-7), 6-4 y 6-3 al canadiense Milos Raonic.
Del Potro se despide de Wimbledon “dejándolo todo”
Rafael Nadal puso punto y final a la aventura de Juan Martín del Potro hoy en los cuartos de final de Wimbledon, un día en el que el argentino aseguró que se marcha “dejándolo todo” en la Centre Court del All England Lawn Tennis and Croquet Club.
Fue una batalla histórica, de esas que quedan guardadas para siempre. El español y el argentino libraron un capítulo épico sobre el verde londinense que concluyó en cuatro horas y 47 minutos por 7-5, 6-7 (7-5), 4-6, 6-4 y 6-4.
“La tristeza de perder un partido así tras tanta lucha y entrega no es el mejor final”, se resignó el de Tandil. “Pero esa es la tranquilidad que me queda para irme de este torneo satisfecho”.
Del Potro perseguía en Londres algo más que retornar a las semifinales de Wimbledon cinco años más tarde. En juego, además, estaba asegurarse ser el próximo lunes 16 de julio el número 3 del mundo por primera vez y derrotar a la mejor raqueta del momento.
“Tengo cosas buenas para rescatar y mejorar. Las analizaré cuando esté un poco más tranquilo”, aseguró el número cuatro del ranking de la ATP.
El quinto cabeza de serie superó a su rival en puntos ganados con el primer servicio con un 77 por ciento, frente al 74 por ciento de Nadal. También en golpes ganadores con 77 winners frente a 66. Y completó su cuenta con un total de 33 aces.
“Ha sido muy igualado durante todo el encuentro”, valoró Del Potro. “Nunca sentí diferencia en el marcador”.
Lo cierto es que el campeón en el Abierto de Estados Unidos en 2009 fue por delante en el marcador, quedándose a sólo un set de cerrar su billete para semifinales. El cansancio acumulado y el coloso que se levantó al otro lado de la red marcaron la diferencia.
Sobre todo, en el quinto set. Cuando Nadal tomó la ventaja (4-2), el argentino trató de rescatar la diferencia en cada juego al resto. Llegó a disfrutar de cinco oportunidades de break, pero el mallorquín las salvó todas.
“Cuando tuve mis opciones de break en el quinto set para recuperarme, Nadal jugó como el número uno que es. Ahí estuvo la pequeña diferencia del partido”, radiografió el jugador de 1,98 metros.
“El quinto set, quizás fue el mejor set a nivel tenístico por parte de los dos, de puntos fantásticos. Conseguir eso tras casi cuatro horas no es fácil”, confesó. “La gente ha disfrutado del partido, a mí me tocó perder y por eso la sensación no es tan buena”.
A medida que avanzó el duelo, el cansancio fue castigando al hombre que más tiempo había estado en pista. Si bien el balear llegaba con 8 horas y 8 minutos de juego, el de Tandil elevó la cuenta a 10 horas y 13 minutos, jugando durante tres días seguidos sin descanso debido a la lluvia.
“Honestamente, en algunos momentos lo disfrute”, reconoció el argentino. “En otros estaba demasiado cansado para disfrutar. También sabemos que el nivel del tenis es bueno, cuando estamos jugando bien los dos, cuando los puntos son buenos”.
Del Potro ha vuelto a las rondas finales de los Grand Slam, después de firmar las semifinales en Roland Garros y esta vez los cuartos de final en Wimbledon. La temporada además está decorada con dos títulos en Acapulco e Indian Wells. Por todo esto hace una última aclaración: “Más allá de la derrota, las sensaciones son un poco agradables”.
“La tristeza de perder un partido así tras tanta lucha y entrega no es el mejor final”, se resignó el de Tandil. “Pero esa es la tranquilidad que me queda para irme de este torneo satisfecho”.Del Potro perseguía en Londres algo más que retornar a las semifinales de Wimbledon cinco años más tarde. En juego, además, estaba asegurarse ser el próximo lunes 16 de julio el número 3 del mundo por primera vez y derrotar a la mejor raqueta del momento.
“Tengo cosas buenas para rescatar y mejorar. Las analizaré cuando esté un poco más tranquilo”, aseguró el número cuatro del ranking de la ATP.
El quinto cabeza de serie superó a su rival en puntos ganados con el primer servicio con un 77 por ciento, frente al 74 por ciento de Nadal. También en golpes ganadores con 77 winners frente a 66. Y completó su cuenta con un total de 33 aces.
“Ha sido muy igualado durante todo el encuentro”, valoró Del Potro. “Nunca sentí diferencia en el marcador”.
Lo cierto es que el campeón en el Abierto de Estados Unidos en 2009 fue por delante en el marcador, quedándose a sólo un set de cerrar su billete para semifinales. El cansancio acumulado y el coloso que se levantó al otro lado de la red marcaron la diferencia.
Sobre todo, en el quinto set. Cuando Nadal tomó la ventaja (4-2), el argentino trató de rescatar la diferencia en cada juego al resto. Llegó a disfrutar de cinco oportunidades de break, pero el mallorquín las salvó todas.
“Cuando tuve mis opciones de break en el quinto set para recuperarme, Nadal jugó como el número uno que es. Ahí estuvo la pequeña diferencia del partido”, radiografió el jugador de 1,98 metros.
“El quinto set, quizás fue el mejor set a nivel tenístico por parte de los dos, de puntos fantásticos. Conseguir eso tras casi cuatro horas no es fácil”, confesó. “La gente ha disfrutado del partido, a mí me tocó perder y por eso la sensación no es tan buena”.
A medida que avanzó el duelo, el cansancio fue castigando al hombre que más tiempo había estado en pista. Si bien el balear llegaba con 8 horas y 8 minutos de juego, el de Tandil elevó la cuenta a 10 horas y 13 minutos, jugando durante tres días seguidos sin descanso debido a la lluvia.
“Honestamente, en algunos momentos lo disfrute”, reconoció el argentino. “En otros estaba demasiado cansado para disfrutar. También sabemos que el nivel del tenis es bueno, cuando estamos jugando bien los dos, cuando los puntos son buenos”.
Del Potro ha vuelto a las rondas finales de los Grand Slam, después de firmar las semifinales en Roland Garros y esta vez los cuartos de final en Wimbledon. La temporada además está decorada con dos títulos en Acapulco e Indian Wells. Por todo esto hace una última aclaración: “Más allá de la derrota, las sensaciones son un poco agradables”.
Nadal: “Cualquiera pudo haber ganado el partido”
Hay partidos que se deciden por pequeños detalles, y ese es el caso del que disputaron hoy Rafael Nadal y Juan Martín del Potro en los cuartos de final de Wimbledon, donde el español se impuso después de cuatro horas y 47 minutos por 7-5, 6-7 (7-9), 4-6, 6-4 y 6-4 reconociendo que “cualquiera pudo haberlo ganado”.El número uno del mundo encadenó su tercera victoria consecutiva frente al argentino. Todas se han producido en territorio Grand Slam (US Open 2017, Roland Garros 2018 y Wimbledon 2018), aunque en Londres se decidió por pequeños detalles en el quinto set.”Fue un partido a cara o cruz”, reconoció Nadal después de su primer encuentro del año decidido en el quinto set (también en Australia ante el croata Marin Cilic, pero no llegó a completarlo por lesión). “Podía haber ocurrido cualquier cosa”.
“Creo que he estado mentalmente bien, de no ser así no hubiese ganado el partido. Física y tenísticamente también he estado bien”, advirtió el manacorense. “Dicho esto, cualquiera pudo haber ganado el partido, lo he hecho yo y estoy feliz por ello”.
El campeón en Wimbledon en 2008 y 2010 empezó el partido mandando con sus golpes de fondo, superando a su rival prácticamente en todas las facetas y haciendo mucho daño al resto.
“Creo que fui mejor que él en los dos primeros sets en la pista, y después no ha sido así”, empezó su explicación. “Lo que pasa es que cuando he sido mejor he conseguido ganar un set, pero no el siguiente”.
Y es que la segunda manga pudo caer de su lado. No obstante, dejó escapar hasta cuatro puntos de set. Uno de ellos con 6-5 y saque en el tie-break. ¿Producto de los nervios, tal vez?
Responde Nadal: “Con 6-5, sabiendo que te pones 2-0 arriba, es un tanto por ciento muy alto de ganar el partido, con lo cual claro que hay nervios. Creo que tiene un pequeño impacto, pero no tenía un sentimiento de nervios que no controlas”.
Dejar escapar la oportunidad dio alas a Del Potro, que logró adelantarse dos sets a uno. A un solo paso de terminar con su camino en Wimbledon.
“Íbamos un set iguales, creo que jugando mejor que mi rival, pero a él le subió la adrenalina y creo que él fue mejor que yo en el tercer set”, apuntó el manacorense. “Yo tenía que volver a activarme, a dar un extra”.
Así lo hizo. Un break en el cuarto set bastó para marcar la diferencia y estirar el encuentro hasta la quinta manga, donde se libró una verdadera batalla épica con el billete a semifinales en juego.
“El quinto set creo que ha sido un muy buen partido tenis”, valoró Nadal. “Él ha jugado mejor que cualquier otro set, y creo que yo también. Todos los puntos eran muy disputados, muy difíciles”.
“Él estaba pegando a la pelota muy fuerte y yo creo que también he jugado agresivo, he subido a la red, he cambiado el ritmo con dejadas, he cortado, he jugado golpes ganadores…”, radiografió sobre el final del partido que finalmente cayó de su lado.
Después de siete años, Nadal volverá a pelear por estar en la final de Wimbledon. Lo hará frente a Novak Djokovic este viernes.
“Creo que he estado mentalmente bien, de no ser así no hubiese ganado el partido. Física y tenísticamente también he estado bien”, advirtió el manacorense. “Dicho esto, cualquiera pudo haber ganado el partido, lo he hecho yo y estoy feliz por ello”.
El campeón en Wimbledon en 2008 y 2010 empezó el partido mandando con sus golpes de fondo, superando a su rival prácticamente en todas las facetas y haciendo mucho daño al resto.
“Creo que fui mejor que él en los dos primeros sets en la pista, y después no ha sido así”, empezó su explicación. “Lo que pasa es que cuando he sido mejor he conseguido ganar un set, pero no el siguiente”.
Y es que la segunda manga pudo caer de su lado. No obstante, dejó escapar hasta cuatro puntos de set. Uno de ellos con 6-5 y saque en el tie-break. ¿Producto de los nervios, tal vez?
Responde Nadal: “Con 6-5, sabiendo que te pones 2-0 arriba, es un tanto por ciento muy alto de ganar el partido, con lo cual claro que hay nervios. Creo que tiene un pequeño impacto, pero no tenía un sentimiento de nervios que no controlas”.
Dejar escapar la oportunidad dio alas a Del Potro, que logró adelantarse dos sets a uno. A un solo paso de terminar con su camino en Wimbledon.
“Íbamos un set iguales, creo que jugando mejor que mi rival, pero a él le subió la adrenalina y creo que él fue mejor que yo en el tercer set”, apuntó el manacorense. “Yo tenía que volver a activarme, a dar un extra”.
Así lo hizo. Un break en el cuarto set bastó para marcar la diferencia y estirar el encuentro hasta la quinta manga, donde se libró una verdadera batalla épica con el billete a semifinales en juego.
“El quinto set creo que ha sido un muy buen partido tenis”, valoró Nadal. “Él ha jugado mejor que cualquier otro set, y creo que yo también. Todos los puntos eran muy disputados, muy difíciles”.
“Él estaba pegando a la pelota muy fuerte y yo creo que también he jugado agresivo, he subido a la red, he cambiado el ritmo con dejadas, he cortado, he jugado golpes ganadores…”, radiografió sobre el final del partido que finalmente cayó de su lado.
Después de siete años, Nadal volverá a pelear por estar en la final de Wimbledon. Lo hará frente a Novak Djokovic este viernes.
