Se sustenta en una política económica internacional, advierte el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza. Se siguen promoviendo mega proyectos como el Tren Maya, señala el director de Tlachinollan Abel Barrera.
Chilpancingo, Guerrero, 19 de marzo de 2019. El sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza y el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrrera Hernández, opinaron por separado vía telefónica que no es con decretos ni con voluntad como se va a abolir el neoliberalismo, como lo declaró el domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el marco de los primeros 100 días de su gobierno.
El domingo, el presidente López Obrador dio por terminada la política neoliberal y anunció los lineamientos del programa que regirá su gobierno. “Es el momento de expresar que para nosotros ya se terminó con esa pesadilla que fue la política neoliberal, declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política neoliberal, aparejada esa política o modelo neoliberal o neoporfirista con su política económica, de pillaje, antipopular y entreguista”.
Consultados ayer al respecto, Mendoza Zaragoza y Barrera Hernández, coincidieron que debe haber señales más claras para evidenciar que hay la intención de un cambio de una política distinta a la que se venía aplicando en los últimos sexenios. Asimismo, consideraron que un sexenio no es suficiente para abolir el neoliberalismo porque éste se sustenta en una política económica internacional.
Mendoza Zaragoza declaró vía telefónica que se trata solo de un decreto “y la transformación de un modelo económico no sucede sólo por un decreto”, declaró.
Aunque matizó que el decreto está bien pero que éste debe plantear los lineamientos maestros de la transformación de la economía, “por ejemplo la rectoría del Estado y separar la economía de la política”, pero insistió que el neoliberalismo es un macro modelo que tiene implicaciones no solo nacionales sino internacionales, y que implica todo el comercio internacional”.
En este sentido aclaró que México se encuentra en un contexto neoliberal a nivel internacional, “entonces no creo que sea tan fácil sustraerse a ese modelo que tiene esa dimensión internacional”.
Admitió que es posible que las medidas económicas del gobierno mexicano vayan orientadas hacia la redistribución de la riqueza, hacia la autosuficiencia alimentaria, y también aceptó que eso es muy bueno, “pero la abolición del neoliberalismo, es solamente un decreto”, insistió.
Mendoza Zaragoza dijo que para ir hacia la abolición del neoliberalismo primero tiene que preverse un horizonte para un cambio económico mediante lo que se llama la economía social, “y creo que si a nivel de la base se promueve toda una serie de acciones hacia una economía social que implique el respeto al medio ambiente, la producción comunitaria, y que cada pueblo pueda producir lo que se come, el desarrollo de una organización social y una democratización de la economía, se puede ir avanzando”.
Asimismo dijo que tiene que verse la democratización de la economía, “en cuanto a que las decisiones económicas sean asumidas con una actitud más democráticas, no equivalentes a consultas como se han hecho, sino que realmente las decisiones más importantes cuenten con el aval de la sociedad”, expresó.
Dijo que se necesita voluntad, pero que al final de cuentas lo que incide en la transformación del modelo económico son las acciones macroeconómicas, “y yo pienso que si se promueve el ciclo de la economía desde la producción, la distribución, la comercialización en una dimensión más social y mas comunitaria, creo que eso puede poner bases para un modelo diferente”.
Informó que en su caso se conformaría que en este sexenio se pusieran cuando menos las bases, “porque como son cosas estructurales y sistémicas, no podemos ser tan presuntuosos que esto va a cambiar de un año a otro”, declaró.
Por su parte, el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Barrera Hernández, dijo que para abolir el neoliberalismo se requiere de algo más que voluntad de un presidente de la República.
Añadió que en el actual sexenio no se ha visto ni si quiera esa voluntad, porque se siguen promoviendo y apoyando macro proyectos, como el Tren maya, el apoyo a las refinerías y a las industrias extractivas extranjeras.
Vía telefónica, dijo que del actual gobierno no se han visto más que declaraciones del cambio de una política económica y que no se vislumbra el apoyo a sectores sociales y a las regiones ancestralmente marginadas y abandonadas como consecuencia de una política económica de los gobiernos anteriores que no han dado resultados en este país.
Barrera Hernández añadió también que la abolición de una nueva política que cambie las condiciones de un país, no es solamente con un cambio de gobierno, porque se trata de políticas económicas internacionales a las que los gobiernos de los países tienen que someterse y acatarlas.
En ese sentido, el defensor de derechos humanos dudó que en este sexenio pueda haber un cambio en el modelo económico solo por decreto, voluntad o por un cambio en la política económica a nivel local.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: archivo El Sur
