1 octubre,2022 4:34 am

Niegan amparo al general Rodríguez contra el informe sobre Ayotzinapa

El juez también determinó improcedente prohibir a Alejandro Encinas que señale al militar como responsable del asesinato de seis de los 43 normalistas. Rechaza AMLO que la FGR y el Ejército obstaculicen la investigación como lo señaló el GIEI. Cuerpos de estudiantes desaparecidos estuvieron en cuatro sitios, según chat entre El Gil y El Tilo

Ciudad de México, 1 de octubre de 2022. Un juez federal desechó el amparo con el que el general José Rodríguez Pérez pretendía que fuera invalidado el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj) y le prohibieran a Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, señalarlo públicamente como responsable del asesinato de 6 de los 43 normalistas.

Agustín Tello Espíndola, juez décimo primero de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, resolvió el desechamiento al concluir que la demanda de garantías del ex comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala es notoriamente improcedente.

El argumento del impartidor de justicia es que los actos que reclama el general no tienen un efecto legal o material alguno, por haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo reclamo.

“En términos del artículo 113, en relación con los diversos 61, fracción XXIII y 5, fracción II, de la Ley de Amparo, se debe desechar por notoriamente improcedente la demanda de amparo”, determinó el juzgador.

Este juicio de garantías originalmente fue presentado por el militar ante Erik Zabalgoitia Novales, juez décimo cuarto de Distrito en Amparo Penal de la Ciudad de México, pero éste resolvió no darle trámite a la demanda de garantías y turnarlo al juez Tello Espíndola, al estimar que era un asunto de naturaleza administrativa y no penal.

En esta demanda, Rodríguez Pérez reclamó a la justicia federal declarar inconstitucional el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, rendido el pasado 18 de agosto por el subsecretario Alejandro Encinas.

También pidió prohibirle referirse a su persona como responsable de ordenar la ejecución de 6 de los 43 normalistas de Ayotzinapa, como lo señala el informe anunciado en la fecha citada.

Estos señalamientos al general derivan de unos chats que hasta el día del informe no habían sido entregados a la FGR y de los que no hay una verificación científica de su autenticidad, razón por la que no consta en el expediente judicial por el cual fue procesado Rodríguez Pérez por el delito de delincuencia organizada y no de homicidio.

El fallo del juez Espíndola puede ser impugnado por la defensa del militar, a través de un recurso de queja.

El juicio que se sigue al general es por presuntamente tener vínculos con el grupo criminal Guerreros Unidos, no por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

Defiende AMLO a Gertz Manero ante acusaciones del GIEI; se ajustó al informe de Encinas, asegura

El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, a quien el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) acusó de poner en peligro la resolución del caso los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos hace ocho años.

“En ningún caso tuve resistencia del fiscal Gertz Manero ni del presidente de la Corte (Arturo Zaldívar) porque hablé con ellos, les pedí apoyo, colaboración, y los dos siempre dispuestos a ayudar, ninguno me dijo ‘no podemos llegar tan alto’ o ‘esto no tiene fundamento ‘, o ‘para qué nos metemos o vamos a buscar darle carpetazo’. Ayer los expertos, que han ayudado mucho, hablaron de obstáculos y señalaron al fiscal.

“Yo sostengo que en lo que a mí corresponde, la actitud del fiscal ha sido de colaboración, no tengo un solo acto, una acción, un proceder contrario al propósito de aclarar lo sucedido y de castigar a los responsables y de encontrar a los jóvenes”, dijo en conferencia.

Sobre el fiscal, de quien el presidente López Obrador ha dicho que es de su “plena confianza”, el GIEI señaló su intromisión en la Unidad Especializada en Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA), al nombrar el 16 de agosto a una fiscal de asuntos internos, sin conocimiento del caso, pero que al día siguiente se apoderó de la carpeta de investigación y solicitó la captura del ex procurador Jesús Murillo Karam, sin sustentar debidamente la acusación.

En conferencia desde Palacio Nacional, el mandatario federal aseveró también que los secretarios de la Defensa Nacional y la Marina, Luis Cresencio Sandoval y Rafael Ojeda, actuaron conforme a sus instrucciones, lo que permitió el avance del informe de la Comisión de la Verdad.

“Fue una investigación que implicó muchas acciones de todo tipo, desde revisión de llamadas telefónicas hasta búsquedas en distintas partes, declaraciones de testigos, una investigación a fondo. Como sabían que era un asunto delicado lo que hicimos fue darle celeridad porque si nos tardábamos más pues iban a haber filtraciones e iban a querer descarrilar la investigación por los intereses”.

–La percepción del GIEI es muy distinta, no ven la colaboración del fiscal, se le planteó a López Obrador.

“Yo respeto su punto de vista, pero no lo comparto, cuando a mí me entregan el informe, Alejandro Encinas, que es el comisionado, leo el informe y ahí vienen los nombres, y cuando hablo con el fiscal le aportamos el informe y lo que hace el fiscal es ajustarse a ese informe y actúa en función de ese informe, y no dudo que en la Fiscalía haya habido gentes que no quisieran que se llevara a cabo el proceso de solicitar las órdenes de aprehensión”, respondió.

El jefe del Ejecutivo aseveró que “posiblemente” hay quienes se dedican administrar el conflicto y que quisieran que no se resolviera nada.

Defendió a la Secretaría de la Defensa Nacional al señalar que fueron soldados, no la institución, quienes participaron en los hechos de Iguala, y aseguró que si él no hubiera llegado a la Presidencia no se hubiera avanzado en la investigación del caso.

“Por años se habla que fue el Estado, sí, fue el Estado, y fue el Ejército, pues sí, pero no la institución, fueron elementos, y como la investigación no borra al Estado, no quita al Ejército, no sirve la investigación, cuando es un acto de justicia que no se había visto en muchos años, nada más dejo la pregunta en el aire. ¿Creen que si hubiera ganado Anaya o Meade se hubiese llegado hasta donde estamos en este asunto? No, ni en este ni en otros por la red de componendas y de complicidades”.

“Las consecuencias de haberse entrometido en las facultades y actuación que estaba siendo llevada a cabo del titular de la UEILCA, por parte del Fiscal General de la República, afectan el futuro del caso”, afirmó el GIEI en su informe escrito, presentado ayer en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

Lo acusaron además de retirarle todos los policías de investigación a la UEILCA, por lo que ya no pudo tomar declaraciones ni hacer diligencias y su titular, Omar Gómez Trejo, terminó renunciando.

El GIEI calculó con su renuncia habrá un retraso de entre tres y cinco años.

El Grupo afirmó que Gertz ordenó una auditoría UEILCA y que ocho visitadores se centraron a revisar únicamente 14 de las 83 órdenes de aprehensión solicitadas, las 14 relacionadas con los militares.

Señaló además que la Fiscalía se ha negado a ejecutar varias órdenes de aprehensión o a realizar peritajes, y que se ha llegado al extremo de encargar procesos de judicialización a funcionarios que en los tiempos de Tomás Zerón y Jesús Murillo Karam demostraron no llevar a cabo una investigación independiente.

Cuerpos de normalistas desaparecidos estuvieron en cuatro sitios, según chat entre El Gil y El Tilo

En medio de una discusión que se dio en días posteriores a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa entre el jefe de la palomilla Los Tilos o Peques, Víctor Hugo Benítez con el jefe de plaza de Guerreros Unidos, Gildardo López Astudillo, El Cabo Gil, en la que revelaron cómo habrían sido dispersos los estudiantes y en qué lugares sepultados, así como la orden que dio el entonces alcalde José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa. El primero señala, mediante mensajes que intercambiaron que sólo les darían una calentada “y mira dónde terminaron por el capricho de tus jefes, por la ambición de seguir en el poder”.

Los mensajes son parte del informe sin censura que fue filtrado por la Fiscalía General de la República (FGR), del informe que se presentó el 18 de agosto de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj).

En una parte de los mensajes que fueron interceptados, aparece una discusión entre dos de los principales líderes de Guerreros Unidos que existían en septiembre de 2014 cuando ocurrieron los ataques y la desaparición de los normalistas, El Cabo Gil, actualmente identificado como testigo protegido de la FGR bajo el seudónimo de Juan, y Víctor Hugo, El Tilo, el mayor de los hermanos Benítez Palacios: Osiel, Salvador, Mateo, Orbelín y Reynaldo, miembros de la pandilla de Los Tilos o Peques.

De acuerdo con los registros, de los seis hermanos, que hasta 2016 habían sido detenidos por la entonces PGR, fueron liberados por faltas al debido proceso y acusaciones de ser sometidos a tortura para dar sus declaraciones; posteriormente tres de ellos fueron reaprehendidos, Víctor Hugo, El Tilo; Orbelín, El Toro y Mateo, El Gordo, este último el 15 de enero de este año en el palenque de gallos de los terrenos de la feria de Iguala, con dos de sus pistoleros.

La discusión entre El Cabo Gil y El Tilo, se da luego de que el primero aparentemente le pidió al jefe del brazo armado de Los Peques entregar parte de su gente para bajar la presión que en ese momento tenían por la desaparición de los normalistas.

“Sí Gil, pero nosotros que quieres que agamos, que entreguemos gente. Quien dieron as ordenes directas el alcalde, su mujer, tú, yo, negro, pero tú y negro ya están de aquel lado. A quien quieres entregar, a mí, a mi ermanos, alos alcones, a los vendedores. No soy pendejo Gil, tienes que entregar a gente mas arriba (sic)”, se lee en uno de los mensajes presuntamente escrito por Víctor Hugo.

En otro mensaje en el que mencionan del asesinato contra un hombre al salir de penal le advierte, “crees que no nos van aventar todo el paquete a nosotros con tal de salvarse ellos, asta ati y ahora esto de los estudiantes”.

El Tilo le recuerda del asesinato que cometieron de otras cuatro personas en Mezcala, “por lo mismo, porque el señor tenía problemas, no tuvimos problemas y nomás se iso pendejo y no nos dio lo que dijo”, señala en aparente alusión a la falta de un pago.

En seguida, Gil responde y se da una ruptura entre ambos con una serie de amenazas e insultos, “pinche Tilo cocho perro, pero no vas a durar mucho perro, vas a caer”. Y Víctor Hugo lo reta: “vamos a darnos, aquí tengo con qué, pero antes de irme te llevo conmigo perro. Tanto tú sabes lo que ise, yo se lo que isiste asi que mejor no le muevas (sic)”.

En otra parte de la conversación, El Tilo amenaza a El Gil con mover sus “paquetes”, en alusión a los estudiantes, en caso de que no lo deje en paz a él y su gente, “mira perro, yo también pienso aber cuántos paquetes te van a faltar”.

“Mira Tilo guey ijo te tu p… madre ni se te ocurra meter mano ai por nos vas a joder a todos y no vamos a solucionar nada perro”, responde Gildardo en seguida.

El Tilo le insiste en que los deje en paz, “porque saco todo y te quedas sin armar tu teatro”, le dice, y revela que la orden no era asesinar a los normalistas, “ni para hacer un poso son buenos perro, pobres estudiantes si nomás era darle una caliente y mira donde terminaron por el capricho de tus jefes por la ambición de seguir en el poder”.

Sin un contexto anterior a la respuesta de El Tilo, le dice a El Gil, “no pendejo, el que deveras mandó matar a los chavos lo tienes a un lado perro, pero nimodo que digan que él fue pos como cocho el partido no se puede manchar por eso quieren echar culpas a otros paque ellos se libren, pero mira Gil, vas aver que asta a ti te van a dar la espalda”, le advierte.

En un último mensaje aparentemente relacionado con esta discusión entre los dos miembros de Guerreros Unidos, en la que mencionan la posible ubicación donde dejaron a los normalistas, el Tilo indica: “y paque no digas, nos vamos hacer algo la carnicería, la cueva que esta por la brecha los lobos, la casa de pueblo viejo (y) mi rancho, te dejo todo tal como esta y as lo que tengas que hacer, si van a limpiar o a sacar a los cuerpos de los chavos aganlo nomás no te metas conmigo y to no te muevo nada”.

Este último mensaje coincide con las ubicaciones dadas a conocer en el último informe de la Comisión especial de caso Ayotzinapa, de los lugares en los que están pendientes por realizar búsquedas de los 43 jóvenes desaparecidos hace ocho años.

Ubicó la FGR bodega en donde según un testigo fueron asesinados algunos de los 43 normalistas

De la mano de un testigo protegido, la Fiscalía General de la República (FGR) ubicó en un granero de maíz de Iguala la bodega donde presume que fueron asesinados algunos de los normalistas de Ayotzinapa, cuyos restos después serían trasladados a unos crematorios para su incineración.

Se trata del testigo protegido Neto, quien dice que la noche del 26 de septiembre de 2014 el grupo delictivo Guerreros Unidos envió a personal de limpieza con unas bolsas a una bodega.

Después, él fue a recoger esas bolsas y las llevó al crematorio de la Funeraria Urióstegui y al horno del Servicio Médico Forense, en el mismo municipio, para que fueran incineradas.

El 25 de febrero de 2021, la Unidad Especializada en Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) de la FGR viajó con este testigo colaborador a Guerrero, para que los guiara a los sitios en los que se encuentran el almacén y los crematorios.

Según el documento de la inspección, la bodega se encuentra dentro de una finca con un granero de maíz, en la Calle Lázaro Cárdenas de la Colonia Lomas del Coyote.

Es una construcción de 10 a 12 metros de alto y unos 50 metros de largo; en su parte superior tiene una estructura metálica que soporta una lámina de acero en forma triangular, como un domo.

En la parte exterior, uno de los muros tiene dos anuncios con la leyenda “El mejor maíz es el de nuestra tierra”.

Cuando llegaron los fiscales con el testigo protegido, en la finca había varias personas “con instrumentos de trabajo y vehículos para la siembra de maíz”. El personal ministerial registró los datos y tomó fotografías en un lapso de 3 minutos.

“El día de los hechos aquí fue donde El Negro nos entregó los paquetes de bolsas de plástico negras, las cuales llevábamos al crematorio Urióstegui y al horno verde, por instrucciones de El Negro. Cuando llegamos por el acceso de esa bodega fue por donde nos entregaron los paquetes y había 5 camionetas, como lo dije en mi declaración”, dijo en ese recorrido el testigo protegido Neto.

Después de inspeccionar el lugar, el personal de la UEILCA y el testigo colaborador viajaron por tierra a la Funeraria Urióstegui y al Semefo de Iguala, donde supuestamente fueron trasladadas las bolsas con los restos humanos para que fueran incinerados.

Con el testimonio de Neto, la UEILCA buscaba acreditar ante los tribunales que los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 fueron divididos en grupos y llevados a lugares diferentes para ser asesinados y desaparecer sus restos.

El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, también ha dicho que fue en una bodega donde se entregaron 6 de los 43 estudiantes al general José Rodríguez Pérez, ex comandante del 27 Batallón de Infantería, quien habría ordenado ejecutarlos.

Pero el origen de las afirmaciones de Encinas son los “pantallazos” de unos chats sobre los que no existe una verificación científica y que no son parte del expediente judicial contra los militares.

Es muy probable que esa bodega sea otra, pues en la narrativa de Encinas los 6 normalistas estuvieron vivos cuatro días, tras ser secuestrados, mientras que el testigo protegido Neto menciona que la fecha en que fue a recoger las bolsas a la finca fue entre el 26 y 27 de septiembre, cuando desaparecieron los 43.

Texto: Agencia Reforma / Foto: Archivo