29 diciembre,2023 9:13 am

No hacen nada sustantivo los gobiernos de la entidad en el plano cultural este año, señalan

 

A lo anterior se suma que el Consejo Estatal de Cultura se desentiende de su labor y muchos de los propios creadores se han olvidado del valor social y comunitario que tiene su trabajo

 

Tercera y última de tres partes

 

Acapulco, Guerrero, 28 de diciembre de 2023. Si bien el impacto del huracán Otis será justificante para muchas cosas en Acapulco, lo cierto es que en el tema cultural, ya desde antes no había nada, no le importó a nadie y no se hacía nada al igual que en otros municipios del estado.

Lo anterior, principalmente por los gobiernos locales de Morena que dejaron que fueran las propias comunidades quienes tomaran las riendas del quehacer cultural.

Conciertos, ocurrencias y un evidente sobre apoyo al folclor, son algunas de las actividades hechas a lo largo de este año en Acapulco, dejando de lado cosas como la creación de públicos, atención a la infraestructura o la capacitación cultural.

A lo anterior se suma la apatía, el ensimismamiento de la propia comunidad cultural: mientras el Consejo Estatal de Cultura se desentiende de su labor, muchos de los propios creadores se han olvidado del valor social y comunitario que tiene su trabajo.

 

Un presupuesto turbulento, un gobierno opaco

En el caso concreto de Acapulco, este año que concluye el Cabildo le asignó un presupuesto a la Dirección de Cultura más que excepcional de 42 millones 768 mil 687 pesos con 37 centavos, cantidad dos veces superior a lo presupuestado el año anterior –18 millones 201 mil 616 pesos con 13 centavos– y también dos veces lo autorizado por el Congreso del estado para la Secretaría de Cultura de Guerrero en el mismo periodo y que fue de 22 millones 488 mil pesos.

No obstante, y al igual que en el estado, los recursos fueron asignados principalmente para actividades de animación cultural, pero no se incluyeron actividades de capacitación cultural, de formación de públicos o de apoyo directo a creadores y artistas, tales como premios o estímulos a la creación. (El Sur, edición del 15 de marzo, 2023).

Dichos recursos, además, fueron utilizados de manera opaca pues a pesar de solicitar informes al gobierno municipal que encabeza Abelina López Rodríguez, éstos no fueron ofrecidos.

Así, y con base en los documentos propios del Presupuesto de Egresos municipal de este año, el XVII Festival Internacional La Nao Acapulco 2023 –que se suspendió tras el huracán Otis– contaría con 13 millones de pesos, y la Ofrenda de Día de Muertos Tapeshtli –también suspendida por la misma causa– con 2 millones.

Del mismo modo, el Carnaval Acapulco, que con 6 millones de pesos asignados se realizó entre el 17 al 19 de marzo teniendo a la cabeza del programa a personajes como Karely Ruiz, Yeri MUA o Brenda Catalán, y el Jolgorio Acapulqueño que con un millón 900 mil pesos se llevó acabo del 10 al 16 de abril ofreciendo bailes folclóricos y música popular.

Más adelante, a finales de abril, el municipio colaboró con el Festival Baile por la Paz (con unos 390 mil pesos), que realiza desde hace varios años la asociación civil Egbe Oriwa Ohun Bogbo.

Es más, hasta la pasada Cabalgata de diciembre contó con recursos asignados: 250 mil pesos, que este año apenas y reunieron unos 50 jinetes que causaron más estragos en una ciudad de por sí agobiada por el huracán que algarabía. (El Sur, edición del 18 de diciembre 2023).

Llama la atención que el presupuesto aprobado tenía consideradas una serie de rubros de los cuales no se sabe nada, siendo estos: la primera edición del Festival El Sol (con 2 millones 500 mil pesos), una participación en el festival de música tradicional Son para Milo de Ixtapalapa (otros 2 millones de pesos), una inversión de 250 mil pesos para el equipamiento del museo de sitio Pablo Galeana ubicado en la isla La Roqueta, y una serie de convenios de colaboración, cooperación y coparticipación intermunicipal no especificados con un monto asignado de 930 mil pesos.

Por su parte la Feria Internacional del Libro (con un millón 520 mil pesos) se llevó a cabo sin más del 27 de mayo al 1 de junio con apoyo, por segunda ocasión, de la promotora cultural y asesora municipal Citlali Guerrero, quien también ha colaborado con otras actividades.

En un intento por obtener informes sobre el uso y destino de los recursos para cultura por parte del gobierno de López Rodríguez, se solicitó por medio del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) algunas cosas respecto al Carnaval Acapulco 2023: costo total, desglosado y específico de las presentaciones de la actriz Niurka Marcos, así como de los influencers Karely Ruiz, Yeri MUA, Brenda Catalán, Manelyk González y Papi Kuno.

Así, se generó la solicitud número 120208723000073 cuya respuesta fue enviar al solicitante al enlace de Internet: https://acapulco.gob.mx/transparencia/finanzas-publicas-y-presupuestos/informacion-presupuestaria.

En él añade la respuesta, “podrá encontrar nuestra información presupuestaria”.

No obstante, en tal página que cualquiera puede consultar, no está la información solicitada.

Del mismo modo, se solicitaron informes sobre el pasado Festival Internacional La Nao Acapulco 2022 (relación de cada una de las actividades realizadas que incluya gasto específico de cada una de ellas), y a mes y medio de haberse generado la solicitud número 120208723000210 y teniendo por ley 30 días para responder, aún no hay tales informes.

 

Abelina; la cultura no, el espectáculo, sí

Para el escritor y maestro en Ciencia Política y asistente de investigación de proyecto del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), Ricardo del Carmen Gallardo, el trabajo ejecutado por la administración de Abelina López Rodríguez es limitado al espectáculo porque el tema cultural en sí no le interesa.

“Este 2023, yo la verdad no he visto nada y eso es lamentable”, dijo y añadió que “el (huracán) Otis no tiene nada que ver, aunque la gente se quiera justificar en la catástrofe, en el desastre, no se ha hecho nada sustantivo en materia cultural en Acapulco”.

Las pocas actividades reportadas, aceptó, tienen que ver más con el espectáculo que con la cultura y muchos de los esfuerzos realizados en la materia fueron de manera independiente; “es un asunto de hacer de la cultura un espectáculo, el espectáculo de la cultura”.

Por ello, aseguró, “la cultura nunca ha sido un eje del gobierno de la alcaldesa a pesar de que se la pasa repitiendo en sus discursos que lo es; yo siempre he creído que una persona que no tiene cultura ni siquiera sabe para qué sirve o cuál es su importancia para la población que lamentablemente desconoce que tiene derechos culturales”.

“Y no sé cómo sus funcionarios lo vean (el tema cultural) aunque se ve que de la misma manera, entre ellos la secretaria del Bienestar (Leticia Lozano Zavala); ellos ven que hay que hacer circo para el pueblo y esa y sólo esa es la visión que se tiene de la cultura en esta administración”.

La cultura tiene un costo, es costosa, recordó, “y una persona que tiene poca cultura sólo piensa en reelegirse y sacar raja política de la desgracia (el huracán), por ello agradezco infinitamente que no le hayan dado dinero ni a ella (la alcaldesa) ni al estado y que fuera la administración federal quien entregue los recursos a la gente damnificada por Otis de manera directa”.

 

Una visión burda de la cultura

Por su parte, el actor, director teatral y maestro en Creación Artística Manuel Maciel Campos lamentó que sea corta la visión de la cultura de quienes están encargados del tema en Acapulco.

Así lo señaló a pesar de haber sido director de Cultura al principio de esta misma administración, pero que renunció dando a entender que fue por la falta de libertad para trabajar (El Sur, edición del 11 de enero, 2022).

“Andan en la misma que los del (gobierno) del estado pero de una manera más burda: nuevamente pura animación cultural sin lograr comprender el potencial que tienen en las manos, ya que lo que hay es una visión inmediata, utilitaria-política, de interés político de la cultura como espectáculo sencillamente”.

“Los políticos siguen siendo políticos y eso nos pegó a quienes creímos y confiamos en la posibilidad de un cambio con Morena pensando que habría una revaloración del trabajo cultural y su aporte a la sociedad”.

Esa, agregó, “es una coincidencia con el gobierno del estado: una visión tradicionalista de la política y la cultura, por ende”.

 

¿Qué con las comunidades culturales?

En los municipios del estado la situación respecto al tema cultural no es tan distinta: cero apoyo a la cultura –principalmente de los gobiernos de Morena– dejando que sean las propias comunidades quienes tomen las riendas del quehacer cultural.

Además, está la apatía, el ensimismamiento de la propia comunidad cultural, siendo un ejemplo de ello el propio Consejo Estatal de Cultura.

Formado en mayo de 2022 apenas y se ha dado a conocer que se ha reunido unas dos o tres ocasiones –incluyendo su propia instalación– y al tratar de ser entrevistados para saber de sus actividades o en relación a algún tema cultural, muchos han rechazado la entrevista.

Así, se desentiende de su labor, siendo que el consejo es un espacio de vinculación entre las autoridades culturales y la comunidad artística y cultural, con funciones consultivas, deliberativas y de asesoría y que tiene atribuciones tales como analizar y desarrollar propuestas para el diseño de la política cultural o velar por la ejecución de dicha política.

Asimismo, y si es el caso, denunciar a las autoridades competentes cuando se considere que éstas no se apegan al ejercicio presupuestal o al de sus funciones operativas en las políticas y programas de fomento y desarrollo cultural y artístico.

Tal consejo está integrado por Mario Ruiz Santamaría (Tierra Caliente), Gemma Yunuen Solís Lamadrid (Zona Norte), Gelacio Gatica Sánchez (Centro), Daniel Leal Ramírez (Montaña), Pedro Peñaloza Carmona (Costa Chica), Hermes Francisco Zamora Zamora (Costa Grande) y Engelbert García Agustiano (Acapulco).

Los suplentes son Bertín Robles Cano (Tierra Caliente), Oliver Herrera Delgado (Zona Norte), Bianca Lina Hernández Bautista (Centro), Jalil Mosso Castrejón (Montaña), Héctor Rebolledo Flores (Costa Grande), Abad Bernabé Campos Rodríguez (Costa Chica) y Ángel Jesús Pérez Serafín (Acapulco).

Por otro lado, están aquellos grupos y creadores que aún no han olvidado del valor social y comunitario que tiene su trabajo.

Destacan entre ellos, el Grupo Teatral de La Mancha, el Colectivo Cultural Tarántula Dormida y el Centro Cultural El Zanate Azul, todos de Chilpancingo, y que de manera independiente, con su propios recursos, ofrecen teatro, música, danza, literatura, cine y artes plásticas.

Del mismo modo, y por mencionar sólo a algunos, el Espacio de Arte y Cultura Suljaa’ de Xochistlahuaca; Gusanos de la Memoria, la iniciativa mé`phàà que incentiva la recuperación de la memoria oral, audiovisual y fotográfica de las culturas originarias de La Montaña; el Foro Cultural Yooatan Alal y Casa La Playa, ambos de Costa Grande y Demina Laboratorio de Artes, el Patronato Domingo Soler y La Quebrada Espacio de Arte –que este 2023 cerró sus puertas– de Acapulco.

Así también decenas de promotores culturales, artistas, artesanos y grupos independientes de todas las disciplinas artísticas que en el resto de los municipios del estado, entre días malos y buenos, no olvidan de una manera u otra que, como dijo el escritor Milan Kundera: la cultura es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir.

 

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Archivo-Carlos Carbajal