Hará declaraciones “siempre en la idea de contribuir para que este estado esté mejor que como ha estado”, dice el gobernador
Chilpancingo, Guerrero, 13 de julio de 2021. El gobernador Héctor Astudillo Flores adelantó ayer que cuando deje de ser gobernador, no se va a ir de Guerrero y que cuando tenga que emitir una opinión la dará, “siempre en la idea de contribuir para que este estado esté mejor que como ha estado”.
En declaraciones a los medios de comunicación, después de la ceremonia con motivo del Día del Abogado en Casa Guerrero, donde se entregaron los premios y reconocimientos al mérito Alberto Vázquez del Mercado y Teófilo Olea y Leyva, dijo además, que derivado de lo que se va a vivir próximamente, en referencia al cambio de gobierno, Guerrero va a requerir de mucha unidad, inteligencia y habilidad puesto que Guerrero quedó dividido partidariamente.
A pregunta expresa, declaró que las condiciones en que Guerrero se mueve y se va a vivir después del cambio de Gobierno en octubre próximo, la entidad “no puede darse el lujo de entrar a confrontaciones”.
Agregó que el estado quedó dividido partidistamente porque “nadie desapareció el 6 de junio y nadie avasalló, entonces se va a requerir mucha unidad, inteligencia y habilidad para poder construir un estado en donde necesariamente se requiere entendimientos, no sometimientos”, dijo.
Agregó que más allá de los problemas y altibajos que pueda haber dentro del PRI o de Morena, “yo creo que a partir de los próximos meses cuando haya un nuevo Congreso y la llegada del propio representante Poder Ejecutivo, se requerirá de mucha unidad y abonar con acuerdos basados en la ley y en la inteligencia política para avanzar”.
“Yo no hablo de sometimientos ni de abdicaciones, hablo de entendimientos pensando en la armonía de Guerrero”, dijo.
Explicó que si la elección hubiera quedado con grandes diferencias (en los resultados) o hubiera tenido una circunstancia donde nadie tuvo nada y solamente alguien tuvo todo, “entonces ni siquiera habría que dar opiniones más que las correspondientes”.
Pero añadió que Guerrero quedó marcado por una división partidaria: “solamente hay que ver los resultados y los números”.
El gobernador dijo que no es defensor de la alianza del PRI-PRD y que no se va a meter en el asunto de estar hablando todos los días de los partidos políticos, “pero es mi análisis particular, y estoy absolutamente convencido, que se requiere abonar la unidad y el entendimiento para que Guerrero pueda transitar en una ruta correcta”.
Y luego dijo: “Yo lo que creo es que a quien llegue a ser el responsable o la responsable del Poder Ejecutivo requiere recibir ayuda y contribución para que a Guerrero le vaya bien”.
Entonces, declaró que después de que deje de ser gobernador dentro de tres meses “no me voy a ir de Guerrero, eso también lo dejo muy claro, yo tengo mi casa en Chilpancingo y estaré frecuentemente por acá, tengo amigos, tengo amigas, personas que creen en mí, que se han formado conmigo y, sin duda, yo seré alguien que cuando tenga que emitir una opinión la daré siempre en la idea de contribuir para que este estado esté mejor que como ha estado”.
Declaró que creé que Guerrero, después de las elecciones no está ni para festejar excesivamente, “y tampoco para estar inclinados o sumisos. Yo creo que se va a requerir de mucho trabajo político”.
Concluyó: “Los tiempos electorales dejan mucha disposición para los roces y fricciones pero el tiempo va ayudando. En la Política como en el amor, el mejor aliado es el tiempo y el tiempo dará la oportunidad de que las cosas se asienten y que se vaya encontrando el mejor interés para los guerrerenses”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Foto: Jesús Eduardo Guerrero
