19 enero,2018 11:44 am

Nueve mitos, verdaderos o no, sobre Audrey Hepburn


Clásicos como Breakfast at Tiffany’s o My Fair Lady hicieron de la actriz Audrey Hepburn una auténtica estrella. Este sábado se cumplen 25 años desde su muerte, en 1993.
Durante tres décadas, la diva de Hollywood vivió junto al lago Léman, en Suiza. Allí se encuentra su tumba, en el pequeño cementerio de Tolochenaz. A continuación, algunos mitos asociados a su rutilante leyenda.
De nacionalidad británica. Aunque Hepburn fue una de las divas del Hollywood dorado, en las décadas de 1950 y 1960, era británica. Recibió la nacionalidad de su padre, el acaudalado banquero Joseph Victor Anthony Ruston.
– Políglota. Hepburn podía responder a entrevistas en cinco idiomas. Hablaba fluidamente inglés, francés, español, italiano y neerlandés. Su infancia la pasó entre Bélgica, Inglaterra y Holanda.
– De sangre azul. La actriz tenía orígenes aristócratas por parte de madre, la baronesa neerlandesa Ella van Heemstra. Antes de casarse con Ruston había estado casada con un funcionario de las Indias Orientales Neerlandesas, con el que tuvo dos hijos.
– Doblemente divorciada. En 1968, la actriz se divorció del padre de su primer hijo, el actor Mel Ferrer, tras 12 años de matrimonio. Un año después, se casó con el psicólogo italiano Andrea Dotti, con el que tuvo un segundo hijo, pero el matrimonio también fracasó. Desde 1980 –dos años antes de divorciarse de Dotti– mantuvo una relación con el actor neerlandés Robert Wolders.
– Con un único Oscar. Pese a que Sabrina o Breakfast at Tiffany’s la convirtieron en un icono del estilo, además de valerle dos de sus cinco nominaciones a los Oscar, la Academia le había entregado su única estatuilla dorada como Mejor Actriz en 1954 por su papel de princesa junto a Gregory Peck en la igualmente clásica Roman Holiday.
– Codo con codo con reporteros. En la escena final, la princesa Anna y el periodista Bradley (Peck) vuelven a encontrarse. En aquella rueda de prensa había muchos reporteros que entonces ejercían como corresponsales en Roma, entre ellos, los españoles Julian Cortés Cavanillas, de ABC y Julio Moriones, que se presentó como “de La Vanguardia de Barcelona”. Además, también alzó su voz para identificarse un alemán: “Kurt Klinger, Deutsche Presse-Agentur”.
– Sin parentesco con Katharine. La creencia de que existía algún vínculo familiar con la actriz Katharine Hepburn es totalmente falsa. No obstante, se conocían, y cuando Audrey no fue nominada por My Fair Lady, Katherine le escribió para manifestarle su decepción. En 1968, ambas se disputaron la estatuilla: Audrey por Wait Until Dark y Katharine por Guess Who’s Coming to Dinner, que finalmente le valió el segundo de sus cuatro Oscares.
– ¿Un ex común en común con Marilyn Monroe? Probablemente esta leyenda sí sea cierta. Se rumorea que Hepburn mantuvo un romance con John F. Kennedy en la década de 1950, cuando el futuro presidente aún era un senador soltero. El affaire de Kennedy con Monroe tuvo lugar cuando él ya estaba en la Casa Blanca. Además, aquélla no fue la única coincidencia entre las dos divas: Truman Capote quería que el papel de Holly Golightly en Breakfast at Tiffany’s fuera para Monroe, pero finalmente se lo llevó Hepburn.
– Final con Spielberg. Su último papel, Always (1989), fue a las órdenes de Steven Spielberg en esta romántica película de fantasía en la que daba vida a un ángel y que no convenció en taquilla. Hepburn llevaba desde la década de 1970 realizando escasas apariciones ante las cámaras y, poco después de aquel último filme, fue nombrada embajadora de Unicef. Su compromiso con las regiones en conflicto le valió póstumamente el Oscar humanitario.