25 marzo,2025 4:24 am

Otis evidencia las “fragilidades” sociales, políticas y educativas de Acapulco, dice Jesús Mendoza

 

Acapulco, Guerrero, a 25 de marzo de 2025.- Durante la presentación de un documental sobre el huracán Otis, el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza dijo que el meteoro evidenció las “fragilidades” sociales, políticas y educativas de Acapulco, por lo que si la reconstrucción se limita a reponer las calles y las casas, “nos quedamos cortos, hay que reconstruir a la sociedad misma”.

Ayer fue presentado en la biblioteca de la Universidad Loyola del Pacífico el documental Los testimonios del viento, realizado por Media Affairs en colaboración con esta escuela, que muestra las vivencias durante el paso del huracán el 25 de octubre de 2023 y las consecuencias materiales y sociales.

Tras los 20 minutos de duración del video y la introducción de su guionista, Francisco Camacho, el sacerdote Jesús Mendoza dijo a unos 50 asistentes que Otis “nos descubrió nuestras fragilidades, somos frágiles, el viento destruyó todo, destruyó viviendas, destruyó calles, avenidas, destruyó edificios, hubo una destrucción material muy significativa”.

“Pero también descubrió otras fragilidades, en el campo social, fragilidades en la educación, fragilidades espirituales, fragilidades políticas; de esa manera, la experiencia de la propia fragilidad y la experiencia de la fragilidad de una ciudad nos llevó a entender que eso somos”.

No obstante, acotó el profesor del Seminario del Buen Pastor de la Arquidiócesis de Acapulco, en este desastre “descubrimos nuestras fortalezas, hay fortalezas que persistieron a pesar del desastre, todos tenemos fortalezas en lo personal, en lo institucional y también en lo social”, como la solidaridad.

“También descubrimos lo peor que tenemos entre nosotros, una expresión fue el huracán de los saqueos, todavía hay que entender lo que sucedió en ese momento, por qué la población de manera masiva participó en esos saqueos, habría que hacer una investigación, un estudio sobre ese fenómeno porque eso somos y tenemos que lidiar con esa parte de nuestra vida”.

El integrante de la atención a víctimas en la Pastoral Social planteó que la reconstrucción puede ser “una mirada positiva sobre la destrucción que tuvimos en ese momento, la miramos como una oportunidad para nuestra ciudad y una oportunidad para todos, hay que reconstruir a las personas, por eso el tema de la salud mental era necesario y en nuestro país todavía no se le ha dado a ese tema la importancia que se necesita”.

Afirmó que el tejido social de Acapulco resultó afectado, ejemplo de ello son los saqueos, entonces “¿qué entendemos por reconstrucción? Una opción es mirar la reconstrucción como reponer las calles, reponer los edificios, reponer las casas, ésa es una mirada muy parcial de lo que significa la reconstrucción”.

“Pero una mirada más amplia es reconocer cuáles son las necesidades que tenemos en esta ciudad y hay muchas necesidades porque la reconstrucción se responde a necesidades”.

El ex párroco dijo que hay necesidades urbanísticas, ambientales y sociales”; de estas últimas dijo que Acapulco “ha estado sumido en la violencia desde hace muchos años, el tejido social está muy descompuesto”.

“La reconstrucción tiene que considerar esa necesidad, si solamente se admira la reconstrucción como reponer las calles, los edificios y las casas, nos quedamos cortos, hay que reconstruir a la sociedad misma”, insistió y apuntó a un proceso de construcción de paz.

Dijo que también hay necesidades culturales, “hemos tenido prejuicios, hemos tenido ideas erróneas que no nos han permitido vivir como ciudad, no tenemos una identidad como ciudad, tenemos una ciudad fragmentada”; y necesidades políticas relacionadas al cómo las autoridades hacen lo que tienen que hacer a partir de las responsabilidades que atiende las leyes.

Reiteró la propuesta de una reconstrucción que signifique “mirar nuestro futuro a partir de valores que queremos darle a nuestra ciudad, a nuestras familias, a nuestras comunidades; al diseñar los procesos de reconstrucción en nuestro Acapulco, tenemos que mirar algunos valores”, entre ellos, la armonía, el equilibrio, la justicia y la paz.

“Son valores humanistas que si diseñamos la reconstrucción a partir de esos valores, podemos ganar mucho más”, aseguró el integrante del colectivo de organizaciones sociales Guerrero es Primero.

Expuso que Acapulco “se hizo a partir de invasiones en el pasado, invasiones impulsadas por los partidos políticos; hay que ordenar esta ciudad, físicamente y también que haya un orden social de manera que todos podamos mirarnos a nosotros mismos con esos valores en la comunidad”.

Hace falta una “identidad comunitaria en la cual unos nos escuchemos a los otros y tengamos sentido de colaboración para construir nuestro futuro, por lo tanto tenemos esa responsabilidad de reconfigurar nuestra ciudad, nuestra población en todos los sentidos y de esa manera poder mirar a futuro”.

Texto y foto: Ramón Gracida Gómez