31 octubre,2022 9:16 am

Pachuca, campeón

Los Tuzos ganan el séptimo campeonato de Liga, tras imponerse 3-1 al Toluca en la final de vuelta con goles de Víctor Guzmán, Nicolás Ibáñez y Gustavo Cabral, de penalti. El marcador global termina 8-2 a favor del club hidalguense, resultado que representa la mayor goleada en la historia de un duelo por el título en el futbol mexicano

Pachuca, Hidalgo, 31 de octubre de 2022. La del campeón Pachuca es una historia de dolor y resiliencia. El triunfo 3-1 sobre el Toluca (el 8-2 global que ya es la mayor goleada en una final del futbol mexicano) es la gloriosa conclusión de un camino repleto de espinas.

No fue menos significativo que Víctor Guzmán marcara el primer gol, al 45’+3’. En enero de 2020 no podía ni alzar la cabeza debido a la suspensión por dopaje, pero ayer enmendó la ruta de los Tuzos, aún medio noqueados por el penal fallado por Nicolás Ibáñez.

El propio Nico tuvo su revancha. Al 51’ guardó el balón casi en el ángulo. El campeón goleador era pura adrenalina y éxtasis, a diferencia del torneo anterior en que su diana no bastó para la remontada. El tanto de Gustavo Cabral al 75’, de penal, simplemente adelantó los festejos.

“Palo, palo, palo, palo bonito, palo eh… Eh, eh, eh, ¡somos campeones otra vez!”, coreó el Hidalgo, a una voz.

Muchos equipos no se levantan tras una final perdida, como la de mayo pasado. Muchos futbolistas nunca se sobreponen a golpes personales como el que casi acaba con la carrera del Pocho.

Guzmán no es el único con una brava historia. El capitán Óscar Ustari cuenta que después de zafarse la rodilla nadie lo quería contratar. Érick Sánchez pensó alguna vez en el retiro. Avilés Hurtado se sobrepuso al odio de medio Monterrey, Kevin Álvarez a la muerte de su padre cuando apenas era un niño y hasta Eduardo Chofis López a la animadversión en su propio país.

Guillermo Almada, hoy candidato a la selección mexicana, era un técnico desempleado hace menos de un año.

Ayer en el Hidalgo, los Tuzos incluso reaccionaron a la bofetada por el gol de Raúl López, quien se arrodilló y alzó las manos hacia el cielo en franca dedicatoria a su madre recién fallecida.

Pachuca supo reconstruirse después del fracaso de hace un año en la Liga MX.

“Y mis sentimientos no los cambiaré jamás, aunque ganes o que pierdas, yo sigo aquí, loco por ti. Te juro que te amo…”, cantaban en las gradas.

Sólo que ayer el de los Tuzos era un amor bien correspondido.

Llegó el silbatazo final, ese que bajó el telón del Apertura 2022, pero que puso la alfombra roja para que el nuevo Rey nunca más camine sobre espinas.

Texto: Édgar Contreras / Agencia Reforma