12 abril,2024 5:24 am

Paul Auster: hay otros mundos, pero están en este

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Adán Ramírez Serret

Hay autores que se vuelven la inspiración de una generación, pienso en Julio Cortázar, Gabriel García Márquez o Milan Kundera. Pues sus obras han sido clave en la decisión de varias personas, no sólo para volverse lectoras, también han sido definitivas para animarse y dar el osado paso de volverse escritoras. Es el caso, por supuesto, de Paul Auster (Nueva Jersey, 1947), quien a inicios de este siglo era el autor obligado para quienes devoraban un libro tras otro y querían escribir.
Sucede que Paul Auster es parte de sus libros, no sólo por haberlos escrito sino porque en ellos siempre hay algo de él. El caso, por ejemplo, de una de sus novelas de La trilogía de Nueva York, Ciudad de cristal; un personaje misterioso se llama Paul Auster y cuando lo van a ver, resulta que se trata de un escritor que en ese momento tiene una pluma en la mano. Es un homenaje a Cervantes: un divertido juego de metaficción que hace pensar que quizá esa persona con la pluma en la mano está escribiendo precisamente la historia que leemos. O que es probable que nuestras vidas estén siendo decididas en este justo momento por alguien que esgrime un bolígrafo.
Auster ha escrito más de una decena de novelas, algunas muy célebres como El palacio de la luna o La invención de la soledad, por tan sólo citar algunas. Una gruesa compilación con su poesía, ensayos, guiones cinematográficos y textos autobiográficos. Hay una constante en la mayor parte de su obra: el hombre solitario neoyorquino, obsesionado con su padre o su hijo, flâneur, amante y crítico de su ciudad; abandonado, viudo, melancólico con spleen y siempre escribiendo en un pequeño cuarto.
Hasta antes de su más reciente entrega, Baumgartner, adentrarse en los libros de Paul Auster era entrar en la cotidianeidad del citadino moderno con su vida monótona feliz o infeliz que un día se ve trastocada y transformada definitivamente por el azar. Esa obsesión total de Auster, lo que puede pasar sin ninguna causa y sentido que cambia nuestras vidas para siempre de un momento a otro. Es entonces cuando Auster es el maestro de la extrañeza, de estar en este mundo para descubrir que nada es para nada lo que pensamos. Que la pérdida es tan contundente que aquello que considerábamos parte intrínseca de la vida, padres, hijos y amigos, no es otra cosa que un milagro. Que más bien el caos, el sinsentido y la soledad son la vida. Ese es el gran talento de este autor. La fuerza para demostrar que cada edificio, calle o árbol son extraños, únicos, originales según los observemos; es posible ver en sus libros la grieta brutal en donde la cotidianeidad se puede volver tan fabulosa y extraña como estar en Marte. Pero con Baumgartner da una vuelta de tuerca a su obra.
En años recientes se supo que Auster, el héroe de toda una generación, ha padecido un tortuoso cáncer que ha llevado con estoicismo. Para fascinación de quienes disfrutamos de sus libros nos enteramos que el año pasado sacó la novela mencionada y fuimos felices. Con Baumgartner nos tenía preparada una sorpresa muy especial, pues la trama del libro es exactamente la misma de sus constantes: un hombre viudo, intelectual, de New Jersey… atrapado en una profunda soledad. El asombro al leer esta novela es que Auster no recurre a sus dominados artificios literarios de atmósferas de extrañeza; el libro parece escrito por otro autor. Ya no hace falta que intervenga el azar para transformar nuestras vidas, sino que es el propio paso del tiempo el que nos va a transformar en viejos de manera ineludible, y, entonces todo será diferente. Auster descubre que la soledad, la viudez, el dolor, la vejez y la desesperación no dependen de la suerte, sino que nos acechan a todos.
De manera natural, porque las paradojas son parte intrínseca de la literatura, lo que hay en este libro es amor, juventud, deseo, libros, poemas y amistad. Todos esos mundos que están en este y nos ayudan a sobrevivir el futuro.
Paul Auster, Baumgartner, Ciudad de México, Seix Barral, 2024. 261 páginas.