18 julio,2024 7:38 am

Persiguen civiles armados al padre Filiberto en Chiapas tras reunirse con normalistas

Regresaba a Guerrero luego de apadrinar a estudiantes de la Normal Rural de Mactumatzá y reunirse con grupos de migrantes y agentes de gobierno le negaron la ayuda, denuncia el Centro Minerva Bello

Chilpancingo, Guerrero, 18 de julio de 2024. Civiles armados intentaron interceptar y persiguieron por unos 10 kilómetros el vehículo en el que se transportaba el director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello (Centro Minerva Bello), José Filiberto Velázquez Florencio.

El incidente ocurrió en el tramo de la carretera que comunica de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a Coatzacoalcos, Veracruz, cuando regresaba a Guerrero de Chiapas donde el lunes se reunió con estudiantes de la Normal Rural de Mactumatzá, y con grupos de migrantes.

El sacerdote Velázquez Florencio informó vía telefónica que cinco hombres que portaban armas largas a bordo de una camioneta intentaron interceptarlo en un paraje, después de pasar el punto conocido como la Presa de Malpaso, donde se detuvo junto con sus dos escoltas que le asignó el Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, para tomar sus alimentos.

Narró que sus escoltas al percatarse del peligro inminente aceleraron hasta una caseta de cobro que se encuentra a unos 10 kilómetros, donde los pistoleros al ver que solicitaron apoyo se regresaron.

El prelado, quien también es el encargado de la Casa del Peregrino en Chilpancingo, contó que en todo momento los civiles armados intentaron interceptarlos y les ordenaban que se detuvieran, pero por la pericia y las maniobras de los escoltas, los pistoleros no lograron darles alcance.

Informó que el lunes se reunió con estudiantes de la Normal de Mactumatzá, Chiapas, donde fue padrino de generación, además, después tuvo una reunión con grupos de migrantes.

En su intervención durante la ceremonia de clausura de la escuela Normal de Mactumatza, Velázquez Florencio, de acuerdo a un video que se difundió mediante sus redes sociales, destacó la combatividad de los estudiantes de esa Normal, que, dijo, se han formado no sólo como profesionales, sino como seres humanos comprometidos con la sociedad.

“La Normal Rural de Mactumatzá, es una institución con una historia rica de lucha social, una historia que ustedes han vivido en carne propia, han sido testigos y protagonistas de una batalla por la justicia, la igualdad y la dignidad”, dijo.

Demandan al gobierno que se garantice su integridad física

En un comunicado, el Centro Minerva Bello hizo un llamado “enérgico” a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, para que garanticen la integridad física y psicológica “de nuestro director José Filiberto Velázquez Florencio”.

En el documento se indica que en la mañana cuando regresaba del estado de Chiapas, “lugar en el que estuvo dando acompañamiento a normalistas de Mactumatzá y a personas migrantes, habiendo pasado la presa de Malpaso se detuvo en un paraje para tomar sus alimentos, cuando fue seguido por un vehículo tipo camioneta con hombres armados”.

Añade el escrito que los civiles armados les hicieron señas y les echaron las luces para que se detuvieran.

“Debido a que el equipo de seguridad se percató del riesgo de detenerse decidieron acelerar y tratar de llegar a la caseta lo antes posible, lo que provocó una persecución persistente y amenazante”.

Indica que, “afortunadamente”, cuando los hombres que los perseguían se percataron de que el auto “del padre Fili” llegó a la caseta, se dieron la vuelta.

Agrega que después solicitaron apoyo en dos retenes que están en la zona, “pero desafortunadamente ni la Guardia Nacional ni el Ejército les prestaron auxilio”.

El organismo destaca en su comunicado que la labor de su director como defensor de derechos humanos, “así como la que realizan muchas otras personas defensoras a lo largo y ancho del territorio nacional, tiene una importancia decisiva para lograr el respeto, la protección y la observancia de las normas relativas a los derechos humanos, por lo que necesitan y merecen la protección”.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Archivo