Desde el lunes, después de una irrupción violenta de la policía militar, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras está cerrada y aún no tienen una fecha de reapertura. Esto, explica Francisco Herrera, ocurrirá hasta que garantice la seguridad de alumnos y docentes.
Tegucigalpa, Honduras, 29 de junio de 2019. La irrupción de los militares en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) fue un acto sin precedentes, como calificó el rector del centro universitario, Francisco Herrera.
El lunes, la policía militar irrumpió en la UNAH, luego de enfrentamientos con estudiantes que protestaban contra el gobierno de Juan Orlando Hernández.
En total, se reportaron ocho heridos, pero, a decir del rector, la agresión fue de tal magnitud que pudo haber habido muertos.
Además, destacó que la del lunes no fue la primera vez que el Ejército tomó ese tipo de acciones.
“Hubo otra marcha pacífica en San Pedro Sula y policías militares les tiraron bombas lacrimógenas. Se han quedado sin credibilidad respecto a las garantías (de derechos)”, dijo en entrevista con el periódico reforma.
Después de lo acontecido en la UNAH, las autoridades universitarias tuvieron una reunión con el presidente Hernández, quien justificó la ofensiva bajo el argumento de que los manifestantes arrojaron cocteles molotov y piedras a los militares.
Según la versión oficial, las autoridades entraron en el centro porque uno de los soldados fue secuestrado por los estudiantes y trasladado dentro del campus. Sin embargo, no hay evidencias ni grabaciones de que esta acción se llevara a cabo.
Desde el lunes, la universidad está cerrada y todavía no tienen una fecha específica de reapertura. Esto, explicó Herrera, ocurrirá hasta que se confirme que los ánimos están más calmados y que se pueda garantizar la seguridad de alumnos y docentes.
“No creo que vuelva a ocurrir, pero sí hay mucha desconfianza, intolerancia, repudio a las autoridades, y eso es lo que no nos permite poder vaticinar cuándo abriremos el campus”, señaló.
“La indignación fue extrema, protestamos ante los principales medios de comunicación y denunciamos el hecho a las autoridades. Hubo un rechazo generalizado de todas las universidades a nivel nacional y organismos de Derechos Humanos”,
Tras lo ocurrido, Herrera interpuso una denuncia ante las autoridades por la violación de la autonomía de la universidad, según una ley vigente de 1957.
Ahora, el rector está a la expectativa de que los procesos legales den resultado y se emita algún tipo de condena, aunque no descarta acudir a instancias internacionales si no obtiene la respuesta esperada por parte de la Justicia hondureña.
Hasta ahora, las autoridades de la UNAH se han reunido con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras con el objetivo de que les acompañen en el proceso.
La crisis en las calles inició en abril, con la aprobación de unos decretos en el sector de la salud y la educación que médicos y maestros afirmaban que privatizaba los servicios. Dos meses después, y pese a que los decretos fueron derogados, el descontento se ha plasmado en un movimiento generalizado contra el Presidente hondureño.
Al respecto, el rector apoya un diálogo entre las dos partes para poner fin al descontento y a la represión.
“Reconocemos los reclamos (de los manifestantes) pero no estamos a favor de una parte ni de otra. Queremos aportar para llegar a soluciones objetivas para el beneficio del paÌs”, sentenció.
Alerta activista de militarización
El gobierno de Juan Orlando Hernández está buscando estrategias para ordenar el despliegue de militares en el país, denunció al periódico Reforma Bertha Oliva, fundadora y coordinadora del Comité de Familiares de Desaparecidos en Honduras.
La activista de derechos humanos alertó de que la entrada de la policía militar a la UNAH no es un hecho aislado y que responde a la dictadura en la que vive el país.
“Se supone que hay policías que investigan hechos como ése pero se investigan a ellos mismos, borran evidencias y hay impunidad”, dijo.
En este contexto, la organización Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) denunció que Honduras no asigna recursos suficientes para proteger los derechos humanos, pero invierte alrededor de 9 millones de dólares al año en la compra de armas y municiones.
Texto / Andrei Kourchenko Rivera / Agencia Reforma
Foto: Twitter
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