La edición del fotolibro forma parte de la gran conmemoración por el centenario del fotoperiodista
Ciudad de México, 1 de agosto de 2024. La gran conmemoración por el centenario del fotógrafo Héctor García (1923-2012), iniciada en agosto pasado, concluye ahora con una invitación a vivir la Ciudad de México de la mano de sus imágenes.
Esto a través de Odisea citadina, fotolibro lanzado por el Centro de la Imagen (CI) en donde se recoge parte de la investigación de la que partió el amplio programa expositivo desplegado en espacios como el Museo de la Ciudad de México, el Museo Nacional de Arte (Munal), las rejas del Bosque de Chapultepec o el propio CI.
“Este libro es una invitación en términos baudelaireanos a transitar la ciudad, pero sobre todo a vivirla. A ser errabundos dentro de la ciudad”, consideró David Caliz, curador de la muestra Héctor García, Miradas sobre un monumento, que albergó el Munal, durante la presentación del volumen la noche del martes en la Fundación María y Héctor García.
“Creo que la gran importancia de esta publicación es que la mirada de Héctor García nos ayuda a configurar una constelación de imágenes para comprender la ciudad, tanto la ciudad del pasado como la que también tenemos en la actualidad”, añadió.
Por su parte, Laura González, académica del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, habló del enorme esfuerzo que implicó trabajar durante varios meses en el archivo del fotógrafo, compuesto por un millón y medio de registros, entre negativos, diapositivas, impresiones, revistas y documentos.
Junto con los jóvenes que integran el Seminario de Investigación en Fotografía, digitalizaron, catalogaron y agruparon por diferentes temas centenares de imágenes, procurando hacer una selección de aquellas no tan conocidas.
“Fue ver qué había, y ver qué es lo que el archivo nos decía. Es como si las imágenes tuvieran voz y nos dijeran: ‘Yo quiero estar ahí’, y se peleaban unas con otras”, expuso González, quien además estuvo a cargo de la edición de Odisea citadina con Alejandra Pérez Zamudio, coordinadora editorial del CI.
González, además, curó en este mismo espacio la muestra Héctor García, Ciudad vorágine.
Durante el proceso, finalmente consiguieron elegir, de un total de entre 10 mil a 15 mil fotografías, unas 800 imágenes de las que todavía filtrarían algunos cientos más para ir dando forma a los discursos curatoriales de las diferentes exhibiciones que se presentaron en el centenario del artista. Desde las tensiones de una ciudad atravesada por el proceso de modernización, entre nuevas edificaciones y barrios marginados, hasta los movimientos sociales e incluso su agitada vida nocturna.
“A mí me parece que es como una lectura de la ciudad del día a la noche, pasando por sus espacios de protesta y su transformación en distintas épocas”, calificó, también durante la presentación, la directora del CI, Johan Trujillo.
“Mi papá era alguien que iba a cubrir una orden, y en un rollo de 36 fotos podía traer cuatro temas distintos. Todo el tiempo traía la cámara colgada al hombro. Eso permitía que él tuviera todas estas imágenes”, compartió, a su vez, Héctor García hijo, también fotógrafo.
A decir suyo, fueron las vicisitudes de la vida de su padre, quien decía conocer la Ciudad de México de palmo a palmo, lo mismo desde el aire que desde esas calles en las que llegó a vender chicles y periódicos, lo que definió su particular perspectiva.
“Todo eso, de alguna manera, forjó ese ojo que vemos reflejado en las muchísimas imágenes que encontramos de niños que él retrataba en todos lados. Era una manera de reflejarse a sí mismo”, sostuvo el hijo del artista, bautizado por Carlos Monsiváis como el “Fotógrafo de la Ciudad”.
Odisea citadina, lanzado en un primer tiraje de mil ejemplares, integra cerca de 150 imágenes y apenas unas cuantas líneas, para que cada quien pueda proyectar sus diferentes ideas; “(que) hagan una lectura subjetiva desde sus valores, desde su mirada, y a través de este diálogo con García le den sentido a esas imágenes”, instó González.
En el marco del centenario del fotógrafo, también se desplegaron exposiciones en el Complejo Cultural Los Pinos y la propia Fundación María y Héctor García.
Texto y foto: Agencia Reforma
