14 abril,2024 9:01 am

Presenta César Olguín su crónica del tango en México

 

Ciudad de México, 14 de abril de 2024. “No venía preparado”, bromeó el tanguero César Olguín, al levantarse de la mesa y caminar hacia el costado del escenario de la Sala Manuel M. Ponce, donde lo aguardaba, siempre listo, su bandoneón.

Hasta ese momento, durante la tarde de este sábado en el Palacio de Bellas Artes, el instrumento al que ha dedicado su vida permanecía sobre un cajón, compartiendo protagonismo con el objeto que motivó el evento: el libro Aunque pase mucho tiempo-El Tango en México.

Y si bien quedó claro, cuando se dispuso a hipnotizar a la sala con un tango, que César Olguín es, ante todo, uno de los grandes intérpretes del género en el País, también se hizo patente que cumple otras funciones para la memoria musical de México.

“No hay que leer demasiado para darse cuenta de que no soy un escritor, lo que no me exime de responsabilidad, pero, si hubiera necesidad de un calificativo, quizás el de cronista o recopilador sería menos incómodo”, bromeó también, durante la presentación del volumen.

“Y si hace falta mencionar un propósito o finalidad del texto, diría que lo más probable es que sirva para reafirmar la frase que acuño con insistencia desde hace bastante tiempo: ‘Seguimos fracasando con todo éxito'”, remató.

No obstante, lo cierto es que su libro fue copiosamente alabado por los periodistas Juan Arturo Brennan y Germán Palomares, quienes encontraron en éste un compendio insustituible de los andares del tango en México.

“Entre las cosas que rebasan el dato, la cifra y la percepción directa sobre el fenómeno tanguero y los tangueros, de allá a acá y de acá a allá, hay algo que es muy importante citar, que sí escribió de su puño y letra, en uno de sus escasos momentos de total lucidez”, presentó, también en tono lúdico, Brennan.

Y citó: “‘El tango es como la vida misma, es generoso porque hay un lugar para todo y para todos’, y esa frase tan chiquita está reflejada cabalmente en todas las páginas de este libro”.

La memoria y la investigación de Olguín trae de regreso en su libro a músicos, compositores, disqueros, empresarios, actrices y actores, restauranteros, bailarines, coreógrafos y periodistas que ayudaron a cimentar al tango en México desde los inicios del siglo 20.

Personalidades que van desde el gigantesco compositor Astor Piazzolla, hasta algunas cuya importancia la conocen sólo los iniciados, como Gastón Martínez Matiella, promotor, investigador, y periodista que fue instrumental para la fundación de la Academia Mexicana del Tango.

Germán Palomares, periodista especializado en tango y en jazz, contribuyó al libro con la transcripción de una entrevista que realizó a Piazzolla, y destacó este sábado el evocador título del volumen.

“César Olguín hizo bien en tomar prestada la frase de María Grever, ‘Aunque pase mucho tiempo’, que la escribió para su canción Júrame, y lo hizo porque, seguramente, hay muchos sucesos en la vida que, efectivamente, aunque pase mucho tiempo, merecen ser recordados por las generaciones actuales y venideras”, expuso.

Palomares aprovechó la ocasión para lamentar la escasa presencia del tango en los medios de comunicación actuales y para elogiar las producciones discográficas recientes de Olguín, apenas lo último de casi 30 álbumes.

Destacó su versión de La Misa a Buenos Aires, de Martín Palmeri, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, y el disco Estado de Tango, grabado junto a Pablo Ahmad, y en el que el propio Olguín canta, aunque no se reconozca como cantante.

“Ya lo oyeron ustedes, tampoco admite ser escritor, a pesar de ser el autor de un libro incomparable. Por ello, no le pediré permiso para llamarle figura indiscutible de la música de nuestro país y amigo querido”, concluyó.

Leandro Repetto, Agregado Cultural de la Embajada de México en Argentina, señaló una cualidad que comparten tanto el tango como el libro.

“Lo que hace la música y lo que hizo el tango en particular fue generar puentes entre Argentina y México. Grandes músicos argentinos y mexicanos han colaborado, y mucho de esto habla este libro”, celebró.

Tras las palabras, ya con el bandoneón entre las manos y el pie derecho apoyado en el cajón, César Olguín demostró que este puente, que describe en Aunque pase mucho tiempo-El Tango en México, tiene los cimientos bien sólidos.

 

Texto y foto: Agencia Reforma