28 enero,2018 6:07 am

Promueven en congreso de hidráulica retomar el proyecto de La Parota


(En la imagen del 20 de enero de 2018, integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop) y activistas durante una marcha en la avenida Costera. Foto: Jesús Trigo)
 
Promueven en congreso de hidráulica retomar el proyecto de la presa La Parota

Integrantes de la Asociación Mexicana de Hidráulica plantearon en el hotel Princess que debido al cambio climático habrá una “crisis de agua” en los próximos años y que la construcción de la hidroeléctrica ayudará en la generación de energía, el almacenaje del líquido y evitar inundaciones.

Texto: Karla Galarce Sosa
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Acapulco, Guerrero. Integrantes de la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH) hablaron de la viabilidad técnica de la construcción de la presa La Parota pese a la década que cumplió el proyecto que costaría mil 200 millones de dólares.

En una reunión de miembros de esa organización, celebrada en el salón Princesa I del hotel Princess, “para actualizar sus estatutos, metas y objetivos”, los expertos en hidráulica coincidieron en que debido al cambio climático habrá una “crisis de agua” en los próximos años y que la construcción de la hidroeléctrica ayudará en el almacenaje y a controlar lo que llamaron “sistema de retorno”.

El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Humberto Marengo Mogollón, dijo que después de haber trabajado durante 35 años con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le tocó concebir el proyecto La Parota.

“Con el tiempo desde el punto de vista, como ex presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica que si no se construye La Parota, Acapulco no tendrá la regulación del agua, ni el crecimiento que el puerto necesita. Se requiere (presa e hidroeléctrica) La Parota para controlar el río Papagayo, se requiere para que crezca con seguridad que no se tengan las inundaciones tan fuertes y tan graves que se registraron en 2013 (con el paso del huracán Manuel), porque lamentablemente ese tipo de fenómenos tienen ciclicidad; y se requiere para poder dar agua potable a todo Acapulco”, sostuvo en declaraciones a reporteros al final de su reunión de la que es anfitriona la CAPASEG, dirigida por Arturo Palma Carro.

La Parota, continuó Marengo Mogollón, se tiene que construir para que Acapulco siga creciendo.

Hizo votos porque haya un consenso porque el vaso de agua ayudará a combatir las sequías.

“La gran ventaja de esto es que con la generación de energía el proyecto se paga”, indicó.

El investigador comentó que el mecanismo para alentar a que se construya el proyecto, es educando a las gente y mostrando las bondades del mismo.

“Hoy en día ya no sólo es la voluntad política, creo que en este momento tendría que haber una serie de discusiones con la sociedad, y presentarlo (el proyecto) con distintos grupos opositores, convencerlos de lo que significa construir proyectos de este tipo, de que representan mejoras en la salud, sobre todo un almacén para el agua, para tener alimentos y agua potable durante los períodos de sequías”, indicó.

Mencionó que el proyecto en su momento estuvo valuado en mil 200 millones de dólares y añadió que no tuvo un cambio considerable pese a la inflación.

Agregó que la cantidad de energía que produciría La Parota permitiría al puerto de Acapulco abastecerse por muchos años, sin tener que importar energía de otros lados, pues desde el punto de vista de consumo y pago, el proyecto se pagaría completamente.

Calentamiento global

Otro integrante de la asociación civil es el director del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), Felipe Arreguín Cortés, quien dijo que el planeta se encuentra en una situación crítica como nunca en la historia y cada día se calienta más.

Una muestra del calentamiento global, indicó, es la intensidad de los huracanes y los periodos de sequía que son mayores.

El incremento de la temperatura, dijo, afecta flora y fauna, pero en particular en el agua, porque impacta al ciclo hidrológico: “en México llueve de manera diferente”.

Explicó que aunque llueve la misma cantidad de agua, es en menos tiempo.

“Todos nuestros sistemas de drenaje en las ciudades estaban diseñados para cierta intensidad y ahora, cuando en esa cantidad de agua cae en menos tiempo nos inundamos. Estamos revisando qué tan intenso está lloviendo y cómo modificamos los criterios para diseñar sistemas de drenaje a nivel de cuenca y ciudades, pero estos cambios van a transformar la forma en que el agua entra a los ríos y las presas”, detalló Arreguín Cortés.

Añadió que se deben revisar los “controladores” porque ahora el agua “va a entrar de manera diferente”.

Advirtió que al cambiar la temperatura, todo el sistema de producción primaria va a cambiar, lo mismo que los cultivos.

“Con el incremento de las sequías los ingenieros deben ver cómo construir un mayor número de almacenamiento de agua. Hay una lucha porque no se construyan más presas, pero no sólo es para generar energía, sino para guardar agua, protegernos de los sistemas de retorno del agua, porque estamos revisando cómo diseñamos las presas, cómo diseñamos pozos, cómo diseñar los acueductos, porque todo está cambiado”, resaltó.

Comentó que ante la necesidad de modificar los sistemas hidráulicos de todas las ciudades, los gobiernos están dispuestos; sin embargo carecen de recursos, por lo que se tienen que encontrar otros mecanismos para las reconstrucciones y que quien tenga el dinero que invierta.

El presidente del Consejo Consultivo, Óscar Vega Roldán, informó que la AMH se conformó en 1955, en una situación distinta a lo que hay en la actualidad como retos en el aprovechamiento integral del agua, la seguridad hídrica y la protección contra eventos extremos.

El presidente de la AMH, Javier Bourguett Ortiz, detalló que uno de los objetivos de esa organización es vincular a los jóvenes con proyectos en los que esa organización tiene participación para que se sumen.

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