4 septiembre,2017 6:25 am

Prueba Corea del Norte bomba H

Mediante un comunicado especial, la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA confirma la “credibilidad” de sus cabezas nucleares. Convoca el Consejo de Seguridad de la ONU a una reunión de emergencia hoy lunes. Donald Trump califica al país de “nación canalla”, en nuevo mensaje en Twitter. Ante la prensa, el presidente estadunidense suelta un escueto “ya veremos” a pregunta sobre una intervención militar

DPA

Pyongyang / Seúl

Pese a todas las sanciones, Corea del Norte ha vuelto a lanzar una nueva provocación al mundo: según anunció, ayer probó “con éxito” una bomba de hidrógeno que podría cargarse en un misil balístico intercontinental (ICBM), lo que supone un “acontecimiento muy significativo” en el desarrollo de su programa nuclear.

Mediante un comunicado especial, la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA señaló que la prueba tuvo lugar a las 03:30 horas GMT con un “perfecto éxito”, lo que confirma la “credibilidad” de sus cabezas nucleares. Para la comunidad internacional, en cambio, el sexto ensayo nuclear norcoreano generó una oleada de condena.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para el lunes a las 10:00 (14:00 GMT) en Nueva York para discutir la cuestión, informó la embajadora de Estados Unidos ante el organismo, Nikki Haley. El encuentro fue solicitado por Estados Unidos, Japón, Francia, Reino Unido y Corea del Sur.

Después de que se diera a conocer la noticia del ensayo nuclear, el presidente estadunidense, Donald Trump, calificó a Corea del Norte de “nación canalla”. Según añadió en Twitter, Seúl “se está dando cuenta” de que sus “conversaciones de apaciguamiento con Corea del Norte no funcionarán”. “¡Ellos solo entienden una cosa!”, exclamó.

Luego, convocó una reunión de su consejo de seguridad nacional y, antes de entrar, respondió con un escueto “ya veremos” al ser consultado acerca de si planea atacar Corea del Norte.

Por su parte, el secretario de Defensa estadunidense, James Mattis, advirtió a Corea del Norte que cualquier amenaza a Estados Unidos o sus aliados será atendida con “una respuesta militar masiva” que será “tanto efectiva como abrumadura”. Mattis subrayó que Estados Unidos “no está buscando la aniquilación total de un país”, pero tiene “muchas opciones para hacerlo”.

Más tarde, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que ratifica la decisión del gobierno de hacer uso de todas las capacidades disponibles “diplomáticas, convencionales y nucleares” para defender a su nación y a sus aliados. En el mismo texto, se informa que Trump reafirmó los compromisos mutuos en defensa a través de una conversación telefónica con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Previamente, Abe calificó el presunto test de “absolutamente inaceptable”, mientras que el gobierno de la vecina Corea del Sur habló de una “provocación sin miramientos” y exigió sanciones más duras para aislar por completo a Pyongyang.

Afrenta para Rusia y China

En el caso de China y Rusia, lo ocurrido ayer supone toda una afrenta, pues se produjo apenas unas horas antes de que comenzara la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la ciudad portuaria china de Xiamen. Nada más llegar, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió allí con su homólogo chino, Xi Jinping.

Corea del Norte debe dejar de emprender “acciones equivocadas que empeoran la situación”, dijo el Ministerio chino del Exterior. “En estas circunstancias es imprescindible mantener la calma y evitar cualquier intervención que pueda generar una escalada de las tensiones”, añadió Moscú.

Este último ensayo nuclear es el más potente realizado hasta la fecha por Corea del Norte. La agencia noruega de monitoreo geológico Norsar estimó que el temblor provocado por el ensayo alcanzó una magnitud de 5,8. Además, indicó que la explosión fue aproximadamente ocho veces más potente que la causada por la bomba atómica lanzada por Estados Unidos contra la ciudad japonesa de Hiroshima en agosto de 1945.

El rendimiento fue de unos 120 kilotones de acuerdo a la magnitud sísmica registrada, especificó Norsar, que a su vez detalló que los registros fueron tomados desde su base en Hedmark y que las señales fueron originadas por una prueba nuclear subterránea llevada a cabo en el sitio de pruebas nucleares norcoreano Punggye-ri.

Más temprano, el Servicio Geológico de Estados Unidos había dicho que detectó una explosión de magnitud 6,3 cerca de Sungjibaegam en el noreste de Corea del Norte. Según China, primero hubo un temblor de magnitud 6.3 y después otro de 4.6. La fuerza explosiva de la bomba fue mucho más potente que el quinto test nuclear del país, en septiembre de 2016, apuntó Naciones Unidas. Según Seúl, su impacto habría sido 9.8 veces superior.

“De confirmarse, significaría que el programa nuclear norcoreano avanza rápidamente”, dijo Lassina Zerbo, secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO). Así, esta sería la última advertencia para la comunidad internacional de la necesidad de prohibir cualquier tipo de pruebas nucleares, añadió.

Pese a todo, China confirmó que no detectó radiación en el país tras el ensayo norcoreano. Los resultados fueron “normales”, afirmaron las autoridades tras evaluar el impacto. Según el Ministerio de Ambiente, por primera vez fue lanzado un mecanismo de crisis para monitorear la radioactividad en tres provincias del noreste, fronterizas con Corea del Norte: Liaoning, Jilin y Heilongjiang. También se activó el mecanismo en la provincia de Shandong, frente a Corea del Sur.

Las bombas de hidrógeno pueden ser mucho más devastadoras que las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Ya en enero del año pasado Pyongyang afirmó haber probado una bomba de hidrógeno, también llamada termonuclear, pero en aquel entonces los expertos lo pusieron en duda.

Poco antes del ensayo de ayer, durante una visita al instituto de armas nucleares, Kim Jong-un había afirmado que su país poseía una bomba de hidrógeno. Medios norcoreanos mostraron después al mandatario, rodeado de funcionarios del partido, junto a un contenedor plateado que sería la cabeza explosiva de un misil.

Kim se mostró “orgulloso de la invencible fuerza” de su armamento. Según el régimen, la presunta bomba de hidrógeno tiene una fuerza que puede variar de decenas “a varios centenares” de kilotones.

Foto: EFE