25 febrero,2024 7:44 am

Que no caigan en las redes: cuide lo que publican

 

Ciudad de México, 25 de febrero de 2024. En el mundo digital circulan miles de imágenes y videos con contenido sexual de niñas, niños y adolescentes, y un gran porcentaje de estos materiales son autoproducidos, es decir, fueron tomados por los mismos menores.

Se trata de un fenómeno que crece a nivel global, vinculado con engaños pederastas y el sexting, y para el que instituciones trabajan para detener.

“Es un foco rojo al que tenemos que estar atentos para buscar cómo prevenirlo”, señala Alejandra González Treviño, directora de programas y contenido de Red para la Protección de los Derechos Humanos en la Niñez y la Juventud (Educando en Red).

La Internet Watch Foundation (IWF), que trabaja para minimizar los contenidos de abuso sexual en línea, compartió en enero que cada vez hay más contenido de este tipo: un 92 por ciento de las páginas removidas en 2023 tiene material autoproducido por los propios chicos.

El primer informe de Te Protejo México, una línea virtual para reportar material de abuso y explotación sexual infantil en internet, encontró algo semejante.

De acuerdo con los resultados (correspondientes al periodo febrero 2022 – 2023), 1 de cada 2 menores producen sus propias imágenes o videos con contenido sexual.

Y una de las principales razones es el grooming: cuando son engañados o extorsionados por predadores para realizar los materiales y enviarlos.

“Puede ser que, como ahora los niños pasan muchas horas en plataformas de juego, son contactados por alguien que se hace pasar por un un chico o una chica de su edad”, señala Ana Patricia Martínez Rodríguez, sexóloga clínica y educativa con especialidad en educación sexual infantil.

“Se van ganando su confianza, va escalando hasta llegar a una extorsión: ‘Si no me mandas más fotos, voy a publicarlas’, ‘si no me depositas dinero, voy a publicarlas'”.

Y muchos menores ceden y no lo cuentan porque tienen miedo.

Al respecto, las organizaciones han dejado de usar el término “pornografía infantil”. La Interpol explica que cuando hay menores implicados, no es porno: es abuso y un delito. Por ello han pasado a nombrarlo materiales de abuso sexual infantil (MASI).

Algunas organizaciones han catalogado a México como líder en producción y distribución mundial de MASI.

En 2020 el País tuvo el noveno lugar en tráfico y almacenamiento de este contenido, con un aumento del 16 por ciento con respecto de 2019, según la Guardia Nacional.

 

I. En manos equivocadas

El informe 2023 de Te Protejo México destaca que una de las prácticas asociadas a este tipo de materiales es el sexting, cuando los menores intercambian imágenes o videos de contenido sexual que, posteriormente, es compartido sin autorización.

Aunque el fenómeno no es nuevo, ahora es más fácil que los contenidos se viralicen sin consentimiento.

“Los adolescentes están vinculándose a través de plataformas y puede ser que manden fotografías que ellos mismos se toman, lo comparten y terminan en manos y con finalidad que no son las que se enviaron en un principio”, dice la educadora Martínez Rodríguez.

El rango de edad más presente en estos contenidos es de los 4 a los 13 años, y en el 92 por ciento de los casos la población son niñas o adolescentes.

De acuerdo con la línea de reporte, 1 de cada 3 imágenes o videos de contenido de violencia sexual son producidos por terceros.

Esto también está vinculado a las fotografías y videos que comparten los padres de los menores en traje de baño o poca ropa, y después caen en sitios equivocados.

“Vulneramos los derechos de los niños al estar compartiendo imágenes que pudieran parecer que es como algo muy inocente”, señala Paulina Weigend, directora de Educando en Red, que forma parte del Consejo Ejecutivo de Te Protejo México.

“Tiene como muchas consecuencias a corto mediano y a largo plazo”.

 

II. Prevención

Las causas de este fenómeno son múltiples, pero los esfuerzos para atenderlo se encaminan hacia un mismo lugar: la prevención.

“Hay poca educación sobre el uso de la tecnología, hay niños y adolescentes mucho más vulnerables y mucho más necesitados de atención, y que pasan muchísimo tiempo en las redes”, señala Weigend.

No se trata de alejarlos el mundo digital, coinciden las especialistas, sino educarlos para navegar de manera segura, conscientes de los peligros a los que se enfrentan.

Los padres deben establecer una comunicación con sus hijos, supervisarlos, así como aplicar restricciones.

“Hay que saber establecer límites, horarios, contraseñas. Casi todas las las aplicaciones tienen cuidado parental”, apunta González Treviño.

“Tener comunicación abierta: ¿cómo se comunican? ¿qué juegan? ¿cuáles aplicaciones están usando?”.

Educando en Red, capacitada por la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, ofrece un taller de ciberseguridad y ciudadanía digital para padres y educadores.

 

III. Educación sexual

La educación en sexualidad también es fundamental para la prevención, tanto en casa como en la escuela.

Esto ayuda a que los menores puedan desarrollar relaciones emocionales saludables, e incluso a tomar mejores decisiones.

“Debe de empezar desde la primera infancia, desde esta parte de yo soy el único dueño de mi cuerpo, aprendo a cuidarme”, destaca la educadora Martínez Rodríguez.

En el caso del sexting, las especialistas señalan se trata de una práctica de algunos adolescentes como parte de su descubrimiento y búsqueda de pertenencia.

La educación sexual también contempla que aprendan sobre formas de relacionarse y consentimiento.

“Hay adolescentes que confunden el sexting con una manera de vincularse emocionalmente”, apunta la sexóloga y educadora Elia Martínez Rodarte.

Mientras que algunos educadores fomentan el control de las redes sociales de los menores y les instruyen a no subir ninguna imagen, otros consideran que es mejor dotarlos de herramientas para que, en caso de hacerlo, sea de manera segura: que no aparezca el rostro ni señas que identifiquen a la persona y poner marca de agua con el nombre de a quién se comparte el contenido. Esto lo deciden los padres.

Es también importante trabajar en la autoestima de los menores, pues cuando buscan cariño o atención son más vulnerables a caer en engaños pederastas.

“Viene un señor disfrazado de muchacho”, ejemplifica Martínez Rodarte, “le dice que es bonita, que la quiere, es inteligente y quiere conocerla, hay un entorno vulnerable”.

En caso de algún suceso de este tipo en casa, la primera recomendación es no juzgar al menor, crear un ambiente de confianza y hablar para comprender qué ocurrió.

De ser necesario, buscar acompañamiento de especialistas en psicología y educación sexual.

Además, es fundamental guardar toda la evidencia (como enlaces y capturas de pantalla) y acercarse con la Policía Cibernética para asesoría y/o denunciar. El contacto es al teléfono 812-033-2870 o Facebook: cipolnuevoleon.

Es importante subrayar que, incluso si es menor de edad la persona que recibe imágenes sexuales explícitas de otra y las distribuye, puede recibir una sanción, no se diga un adulto.

 

IV. Reportar

Cualquier persona que detecte en la red imágenes o videos de actividades sexuales o situaciones de violencia sexual comercial con menores, puede reportarlo.

Te Protejo México, primera línea virtual en su tipo en el País, es parte de la red INHOPE (Internacional Association of Internet Hotlines), que trabaja con Interpol y otras empresas como Google, Microsoft, Facebook y TikTok para eliminar material de abuso infantil lo más pronto posible.

La línea permite hacer reportes en tres categorías: Material de Abuso Sexual, Explotación Sexual, así como material enviado o recibido por mensajería.

Se puede reportar en teprotejomexico.org o por la aplicación móvil, de manera anónima o proporcionando un contacto para dar seguimiento al caso.

 

Texto: Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma-Ishock