Las nuevas instalaciones están en la zona de Icacos y en su oferta se incluye la Escuela de Cine del Sur
Con la proyección de El abrazo de la serpiente la noche del miércoles se reactivaron los trabajos de Demina, Laboratorio de Artes, que habían sido suspendidos desde hace años.
Ello, en compañía de la Escuela de Cine del Sur y con el ciclo de cine Vanguardia Latinoamericana.
Poco más de una docena de personas reunidas en un edificio ubicado en la calle Othón P. Blanco esquina con la avenida Costera, en la colonia Icacos, disfrutaron de esta película, una coproducción de Colombia, Venezuela y Argentina de drama y aventura del año 2015, y que narra dos historias que tienen lugar en diferentes tiempos protagonizadas por un chamán amazónico y su viaje con dos científicos en busca de una misteriosa planta sagrada.
Posteriormente, el organizador de la proyección, Alan Díaz, explicó que esta presentación es parte de un proyecto mayor de cine clubes, agregando que ya trabaja otro más en Chilpancingo.
Asimismo, recordó que la Escuela de Cine del Sur busca formar directores que estén alejados de producciones como las de Hollywood, filmes que “no nos representan”, pues hay otras historias que se acercan más a la gente y que le hablen a los espectadores desde su cosmovisión.
Por su parte, la artista visual Jeanette Rojas Dib, creadora de Demina, celebró el regreso a las actividades, “ahora en un formato pequeño; lo que quiero hacer es cada tanto de tiempo algunas acciones muy concretas y desarrollar algunas propuestas”.
En charla telefónica posterior, comentó que “ahora iniciamos con este club de cine que lo está comandando el documentalista, antropólogo y etnógrafo Alan Díaz, de Chilpancingo, y está padre”.
Asimismo, dijo que “el formato cineclub a mí me encanta, lo disfruto mucho” y adelantó que los siguientes próximos cuatro miércoles estarán presentando una cinta a la misma hora y en el mismo lugar.
A recordar, Demina, Laboratorio de Artes fue fundado en marzo de 2010 en un edificio de tres pisos en el Centro de Acapulco, siendo un espacio dedicado a la experimentación de cualquier disciplina artística.
Ello, de la mano de exposiciones, reuniones de trabajo, conciertos, cine club, proyección de documentales y talleres.
Y tras su cierre, hace algunos años, ahora y en esta nueva ubicación, el trabajo irá de la mano “de cosas que me laten, de compartir y materializar lo que me gusta y ahorita el único plan que hay es hacer este club de cine; cinco películas, todos los miércoles, ya tuvimos una y ese es el plan” por lo que invitó a la gente a acercarse a las redes sociales de Demina.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
