25 octubre,2022 4:37 am

Rechazan alumnos que la Universidad para el Bienestar de Tixtla esté fuera de la cabecera

Los jóvenes que el viernes protestaron ante el presidente López Obrador denuncian que han recibido amenazas por manifestarse del coordinador de la escuela, Abel Alonso Hernández, e incluso de la coordinadora nacional, Raquel Sosa Elízaga

Tixtla, Guerrero, 25 de octubre de 2022. Estudiantes de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez, de la carrera de Enfermería y Obstetricia, ubicada en Tixtla, rechazaron que la construcción del plantel sea en la comunidad Ojitos de Agua.

Además, denunciaron que han recibido amenazas por manifestarse, por parte del coordinador de la escuela, Abel Alonso Hernández, e incluso de la coordinadora nacional de las universidades, Raquel Sosa Elízaga.

Por su parte, el alcalde de Tixtla, Moisés Antonio González Cabañas, afirmó que el próximo lunes iniciará la construcción de la escuela en Ojitos de Agua y responsabilizó al Registro Agrario Nacional (RAN) de poner trabas y atrasar el proceso legal de la donación del predio.

Este lunes, El Sur consultó a un grupo de estudiantes de la primera generación de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez con sede en Tixtla, es decir, del quinto semestre de la licenciatura en Enfermería y Obstetricia, quienes pidieron no revelar sus nombres por temor a represalias.

Contaron que este lunes, a las 3 de la tarde, fueron citados a una reunión por el coordinador de la institución, Abel Alonso Hernández, para informarles del proceso de construcción de sus instalaciones, pues a tres años de comenzar actividades aún no cuentan con edificios propios, razón que los llevó a manifestarse el pasado viernes 21 de octubre, cuando detuvieron en la carretera en Tixtla a la comitiva del presidente Andrés Manuel López Obrador para plantearle el problema, y se manifestaron también en el acto que encabezó en Chilapa.

López Obrador les dijo que enviaría a Raquel Sosa y que ya iban a tener su edificio.

La reunión de directivos, docentes, estudiantes y padres de familia se celebró en las instalaciones de la secundaria Heroínas de Tixtla, en el barrio El Santuario, y es una de las tres sedes temporales, donde los mil 733 estudiantes de esta carrera reciben clases. Otros alumnos lo hacen en las aulas del Instituto Superior de Especialidades Pedagógicas (ISEP) Ignacio Manuel Altamirano, así como en las instalaciones de la Preparatoria 29, todas en esta ciudad.

Los estudiantes manifestaron que el conflicto inició luego del periodo de la alcaldesa Erika Alcaráz Sosa, porque cuando se inscribieron suponían que la sede se mantendría en la cabecera municipal de Tixtla, pues supuestamente se había donado un predio para la construcción de la universidad.

Sin embargo, expusieron que al concluir su periodo y no ser reelecta en la presidencia municipal, también el predio donado para la universidad desapareció. Entonces fue que se planteó el cambio de sede a la comunidad Ojitos de Agua, ubicada a unos 15 minutos en vehículo con dirección a Chilapa, lo que afecta a los estudiantes, sobre todo porque un 50 por ciento del alumnado proviene de otros municipios e incluso de otros estados del país, quienes rentan cuartos para hospedarse en Tixtla y Chilpancingo.

Señalaron que fue mediante redes sociales que se enteraron del cambio de la sede, lo que cuestionaron y que los motivó a manifestarse el 25 de marzo de este año, para exigir que no se construyera la escuela en otro lugar, sino en la cabecera municipal de Tixtla.

Mencionaron que por ello pidieron una audiencia con el presidente municipal electo, Moisés Antonio González Cabañas, de quien afirmaron sólo les dijo que en la ciudad no había terrenos para las instalaciones y que a pesar de que publicó una convocatoria en redes sociales, en ella la población le comentó que sí había espacios.

Detallaron que ante la falta de solución por parte del municipio, acudieron a instancias del gobierno estatal, así como al Congreso del Estado, donde les dijeron que no había legalmente ninguna donación de un terreno en Ojitos de Agua.

Expusieron que su inconformidad es porque la universidad se construya fuera de la cabecera municipal, porque en Ojitos de Agua no hay transporte directo a la ciudad, ni lugares para rentar cuartos, también carece de alternativas para comprar alimentos y que, además, se manifestaron durante la gira del presidente López Obrador el viernes pasado, porque el coordinador de la universidad, Abel Alonso Hernández, les dijo que la mitad del predio que sería donado es un área restringida y no se podía construir.

Los estudiantes contaron que el propio coordinador buscó terrenos alternativos en la comunidad Atliaca y que ellos también lo han hecho, pero a pesar de que le han presentado opciones, Abel Alonso Hernández se ha negado, sin siquiera hacer los estudios pertinentes a los terrenos.

Los universitarios reprocharon que tras su protesta pacífica, en la gira del presidente el viernes pasado, ese mismo día el coordinador les informó a las 4 de la tarde que el sábado empezaría la construcción de la escuela en Ojitos de Agua, y que ante la inconformidad del resto del alumnado, los culpó de que la sede ahora sea en esta comunidad y no en la cabecera municipal.

Aseguraron que a pesar de que el presidente de la República se comprometió con que la coordinadora nacional de estas universidades, Raquel Sosa, los atenderá en Tixtla, no tienen un buen recuerdo de ella, porque en 2021 luego de exigir se acelerara la construcción de la escuela, afirmaron que los acusó de tener tintes políticos, que eran unos revoltosos y que deberían estar agradecidos porque el gobierno federal les daba una universidad.

Señalaron que en la última reunión con Sosa Elízaga les advirtió que el alumno que levantara la voz y convocara a exigir algún derecho, se las vería con ella, por lo que exigieron al presidente que cambie a la coordinadora nacional y al coordinador de la universidad de Tixtla.

Otras de las irregularidades que acusaron los estudiantes es que los directivos y profesores les tienen prohibido organizar un comité de estudiantes o consejo estudiantil, tampoco pueden tener jefes de grupo, con el argumento que está en el reglamento, aunque señalaron que ya analizaron los documentos y eso no está escrito.

Los estudiantes manifestaron que el coordinador y algunos profesores intentan enfrentar a los estudiantes de tercer año con los de primero, diciendo que los que se manifiestan son revoltosos y conflictivos, que gracias a la manifestación la sede de la escuela será en Ojitos de Agua y no en la cabecera.

Más tarde, consultada vía telefónica, una de las estudiantes contó que la reunión de este lunes duró una hora y media, que el coordinador sólo informó que ya iniciará la construcción de las instalaciones, pero que no les confirmó que ya está la donación legal del predio; tampoco les dio una fecha para reunirse con la coordinadora nacional Raquel Sosa, además, los estudiantes volvieron a rechazar que se construya las instalaciones en esta localidad.

De acuerdo con una ficha actualizada al 31 de agosto de 2022, de la plataforma de las universidades para el Bienestar Benito Juárez García, en Guerrero hay ocho de éstas, y la de Tixtla tiene mil 733 estudiantes y 23 docentes. Señala que esta universidad ha acumulado un presupuesto de 2019 a 2022, de 15 millones 645 mil 166 pesos.

También resalta que ya hay un predio registrado en esta ficha, que dice tener ya el levantamiento topográfico y los estudios de mecánica de suelos, así como un código QR, que direcciona una ubicación en Tixtla, en la calle Carmen Alcaráz, cerca de las instalaciones del ISEP y que comunica hacia la comunidad El Troncón. Incluso en la ficha hay una evidencia fotográfica, aunque no detalla la extensión del predio y agrega que está “por iniciar” la obra.

La culpa es del RAN

Consultado por la mañana en las instalaciones del ex Palacio Municipal, el alcalde de Tixtla Moisés Antonio González sostuvo que hizo todo lo conveniente para solucionar la demanda de construcción de la escuela y culpó del retraso al RAN, porque aseguró que le ponía trabas a la donación, pero afirmó que este próximo lunes iniciará la construcción en Ojitos de Agua.

Sostuvo que generará las condiciones, con una segunda etapa de pavimentación en la localidad, para generar un ambiente digno para los estudiantes, sin embargo, aseveró que le preocupan “los filtros para acceder a la escuela” porque dijo que es totalmente abierta, aunque aseveró: “Eso lo quiero resolver directamente con la coordinadora de la Universidad del Bienestar, esperemos que venga en estos días”.

Dijo que se ha politizado la construcción de la escuela, cuando es algo educativo, y aseguró que hay “intereses de fondo, de quiénes estaban ofreciendo terrenos hasta en 4 millones de pesos y querían que nosotros, como municipio, compráramos el terreno”, pero dijo que no va a lucrar, porque el origen de estas universidades es noble y él no se va a prestar a ello.

Se deslindó del proceso que llevó la anterior administración y reiteró que él buscó un predio mediante una convocatoria, que entre ellos, los ejidatarios de Ojitos de Agua cumplieron con los requerimientos.

Agregó que “ya no está en nuestra cancha el balón. Ahora está en la del gobierno federal, nosotros ya cumplimos con lo que se nos requirió y guardamos las formas, no lucrar y no politizar”.

Afirmó que en una revisión, encontró que “no había ni acta de donación” para la construcción de la universidad del primer terreno propuesto. Contó que el ejido Ojitos de Agua donó tres hectáreas, lo que representa una oportunidad de crecimiento y desarrollo para esta zona del municipio.

Los alumnos acusaron que el alcalde, durante una reunión, les dijo que su universidad era “patito”, pero éste sostuvo que él no los trató mal y que sólo les dejó claro que en la cabecera no había terrenos para la construcción.

Agregó que la protesta de los estudiantes ante el presidente de la República agilizó el proceso de construcción de la escuela, que “todos tienen derecho a manifestarse y a poder decir lo que gusten. Incluso si dicen que los atiendo mal, es una observación, la tomo como una crítica. Pero en ningún momento he sido grosero con nadie”.

Texto y foto: Emiliano Tizapa Lucena