2 octubre,2018 5:02 pm

Referéndum o inestabilidad: ultimátum catalán a Madrid

“En caso de que no haya un modo pactado antes de noviembre, el independentismo no podrá garantizar ningún tipo de estabilidad en el Congreso de los Diputados al señor Pedro Sánchez”, amagan independentistas al Presidente del Gobierno español.

Texto: Pablo Sanguinetti / DPA / Foto: DPA
Barcelona / Madrid, España, 2 de octubre de 2018. Los partidos independentistas catalanes retirarán su apoyo a Pedro Sánchez si el Presidente del Gobierno español no presenta en el plazo de un mes una propuesta para celebrar un referéndum de autodeterminación en la región, posibilidad que Madrid se apresuró a descartar de plano.
El ultimátum lanzado hoy por el presidente catalán, el secesionista Quim Torra, y el rápido rechazo del Gobierno español amenazan con romper el frágil diálogo reestablecido entre Madrid y Barcelona y complican la situación de Sánchez, que sin el apoyo del soberanismo catalán podría quedar abocado a convocar elecciones.
“La paciencia no es infinita y de nuevo ofrecemos a Pedro Sánchez la posibilidad de ver cómo se ejercita la votación de autodeterminación”, dijo Torra durante un discurso en el Parlamento catalán en Barcelona.
“En caso de que no haya un modo pactado antes de noviembre, el independentismo no podrá garantizar ningún tipo de estabilidad en el Congreso de los Diputados al señor Pedro Sánchez”, avisó.
Torra venía insistiendo en exigir un “referéndum pactado, vinculante y reconocido internacionalmente” para que los catalanes puedan decidir sobre su futuro, pero hoy puso plazos por primera vez a esa exigencia.
La respuesta -previsible- de Madrid llegó pocas horas después. “El Gobierno no acepta ultimátums”, zanjó su portavoz, Isabel Celaá, que retó a Torra: “El presidente de la ‘Generalitat’ no tiene que esperar al mes de noviembre para conocer nuestra respuesta: la respuesta es autogobierno y no independencia”.
La amenaza de Torra tiene su explicación en lo ocurrido este lunes durante el primer aniversario del referéndum soberanista ilegal que el 1 de octubre de 2017 abrió la peor crisis institucional de las últimas décadas en España.
La jornada estuvo marcada por acciones reivindicativas de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), grupos de independentistas radicales, incluyendo cortes de carreteras y el asalto a la sede del Gobierno en la ciudad de Gerona para descolgar la bandera española de la fachada y colgar la independentista.
Torra alentó esas acciones por la mañana con una polémica frase: “Apretad, hacéis bien en apretar”. Por la noche, tras una marcha pacífica, medio millar de activistas intentaron asaltar el edificio del Parlamento catalán y exigieron a Torra “desobediencia o dimisión”. La policía intervino para contenerlos.
Duramente cuestionado por ese apoyo a grupos potencialmente violentos, Torra comenzó hoy su discurso en el Parlamento regional condenando los incidentes (“el camino de la independencia no es este”), pero de inmediato responsabilizó al Estado español “por la situación en la calle” y lanzó su ultimátum a Sánchez.
“Basta de amenazas y vaguedades”, exigió, al tiempo que insistió en que avanzará a declarar la independencia de Cataluña en virtud del referéndum del 1 de octubre, pese a que la consulta se realizó sin garantías ni reconocimiento y fue boicoteada por la mitad de la población catalana que rechaza la ruptura con España.
“No renunciaré nunca a cumplir el mandato del 1 de octubre, porque el derecho a la autodeterminación no me pertenece a mí, sino al conjunto de los catalanes”, apuntó Torra, coqueteando con el pedido de “desobediencia” que le planteó el lunes el soberanismo más radical.
La cesión del presidente catalán a esos sectores abre un nuevo capítulo en la larga crisis abierta por el plan independentista y podría empujar a Sánchez a un adelanto electoral que el líder socialista quería evitar para agotar su mandato en 2020.
La portavoz Celáa aseguró que el Gobierno no cuenta con esa opción, pero el propio Sánchez avisó la semana pasada al independentismo que debía elegir entre diálogo o nuevas elecciones, dando a entender que, sin el apoyo del secesionismo, optaría por adelantar los comicios al verse ya definitivamente debilitado.
Sánchez llegó al Gobierno español en junio gracias a una moción de censura que tumbó al conservador Mariano Rajoy con el apoyo de diversas formaciones, incluidas el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) de Torra y otras fuerzas independentistas.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez tiene solo 84 de los 350 diputados en el Congreso, por lo que el Gobierno necesita de esos apoyos para poder sacar adelante cualquier proyecto en la Cámara. El principal será el de los presupuestos generales de 2019.
(En la imagen: Defensores de la independencia de Cataluña simulan una urna electoral al cumplirse este 1 de octubre el primer aniversario del referéndum sobre la independencia regional. Foto: Matthias Oesterle / ZUMA Wire / DPA)