25 abril,2020 4:52 am

Reflexiones sobre el Covid-19

Héctor Manuel Popoca Boone

(Segunda parte)

Paradojas del destino. Estamos en aislamiento y en semi parálisis total. Cuando el mundo casi ha logrado una interdependencia general. Sin embargo, gracias a esa estrecha comunicación, el virus puede navegar a sus anchas por todo el planeta. No conoce de barreras ni fronteras que lo detengan.

Lejos de combatir el Covid-19 homogéneamente y en equipo, la disque civilizada humanidad expone sus virtudes y sus peores egoísmos y fobias. Dentro de las primeras destacan la fraternidad, el apoyo incondicional y la solidaridad internacional de pueblos y naciones. Los segundos, se dan en el marco de la voracidad y egoísmo de grandes corporaciones transnacionales, ávidas de capitalizar económicamente la pandemia; con el consecuente desvalijamiento y mortandad de los pueblos.

Afloran también las vocaciones imperialistas de países poderosos, las aspiraciones golpistas y releccionistas de gobernantes; y el oportunismo burdo de los politicastros de siempre. Otro estigma es la segregación, a partir de los perennes prejuicios políticos, económicos, religiosos y sociales; así como el afianzamiento de un machismo domiciliado, hambriento de someter a mujeres e infantes nobles.

¿Acaso alguien podrá seguir pregonando las bondades de un libre mercado capitalista sin taxativas? Cuando lo único que históricamente ha logrado es agudizar a niveles extremos la injusticia y la disparidad social; con su cuota intrínseca de inhumanidad.

En palabras de la filósofa Judith Butler: “La desigualdad social y económica asegura que el virus excluya, pero el virus por sí solo no discrimina; los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo. …algunas criaturas humanas afirmarán su derecho a vivir a expensas de otros, volviendo a recalcar la distinción falsa entre vidas, es decir, aquellos pocos quienes a toda costa serán protegidos de la muerte y las otras muchas vidas que se considera que no vale la pena que sean protegidas de la enfermedad y la muerte”.

Los condenados de la tierra (Frantz Fanon, dixit) y las futuras generaciones de penitentes, seguirán siendo los pueblos fundadores de la humanidad: africanos, latinoamericanos, asiáticos, entre otros; Son los que llevan las de perder en esta pandemia, porque cargan consigo, como pesadas lápidas, enfermedades subyacentes de la pobreza. Además de habitar deterioradas viviendas, plurifamiliares y multigeneracionales, convertidas en focos de insalubridad, hacinamiento y violencia hogareña, donde están enraizados virus y bacterias de todo tipo.

Los bajos niveles de educación e información general, impiden también a la familia pobre tener adecuadas medidas de prevención; exponiéndose con mayor facilidad a los contagios masivos, facilitados por la fragilidad de un sistema corrupto de salud pública mundial. No debemos desaprovechar esta oportunidad para desmantelar el control oligopólico que hay sobre el mercado global de mercancías, servicios y financiamientos; control violador del derecho universal a la vida.

Esa es la lucha que nos espera a mediano plazo. Al igual que el esfuerzo por menguar el desarreglo social y ambiental profundo, iniciado insensatamente siglos atrás. Más temprano que tarde, estos sucesos provocarán que un número mayor de habitantes “sapiens” del planeta transiten en pro de un mejor mundo; si de preservar nuestra especie se trata.

PD1. C. Secretario estatal de Salud: Sé que el ex hospital general de Acapulco está cerrado, abandonado y derruido por viejo; pero algunos espacios pueden ser acondicionados como albergue de tránsito para contagiados del Covid-19 que no sean graves, pero que requieran aislamiento fuera de sus casas a fin de no contagiar a sus familiares.

Otras posdatas lapidarias: “Pido a los políticos no se auto publiciten montados en el combate al virus”. “No presuman cuando inicien algo; mejor háganlo cuando lo terminen”. “Primero está la vida de nuestro pueblo y luego la obra pública corrupta”. “Si la partida es poca; al pueblo le toca”. “No regresaremos a lo de antes porque fue lo que agudizó la catástrofe actual”. “En la pandemia, primero nos alienamos con las demandas del pueblo y luego con las demás”. “Si ya estamos auto enclaustrados, no nos prohíban la libertad de expresión y de información remota”.