3 abril,2021 4:53 am

Representan el viacrucis dentro de la Catedral con mensajes sobre el Covid-19 y la violencia  

Poco antes de las 12 del día concluyó la ceremonia y algunos de los presentes recordaron que en otros años se hacía afuera de la iglesia

Acapulco, Guerrero, 3 de abril de 2021. Con el mensaje de ser sensibles a familias que han perdido un ser querido por la pandemia de Covid-19 y de la violencia, se llevó a cabo el viacrucis en el interior de la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, en el Zócalo de Acapulco.

A las 11 de la mañana y con las medidas sanitarias del 50 por ciento de aforo y mantener la sana distancia, los feligreses empezaron a llegar a las 10 de la mañana a la iglesia, donde después se cerró la puerta y se hizo la representación del viacrucis.

El párroco de la catedral, Rafael Valencia en su mensaje dijo “hemos llegado a este Viernes Santo distinto al habitual, y tal vez por ello más consciente de lo que es”, por eso este año “vamos a dejarnos acompañar en nuestro propio camino de cruz”.

“La cruz de la enfermedad que está trastocando todos los ámbitos de la existencia humana, el personal, el familiar, el social, e incluso en el ámbito mundial, sumergidos en la angustia y el desconcierto”, dijo y por ello llamó a atender las medidas sanitarias.

En la catedral el viacrucis se representó en el interior, se pidió a los presentes seguir la imagen de Jesús y dos cirios, sin moverse de su lugar en recorrido por cada una de las 14 estaciones que recorrió hasta ser crucificado en la cruz.

La representación antes de la pandemia se realizaba en la explanada del Zócalo, donde con la imagen de Jesús y María Magdalena recorrían alrededor de la plaza, el año pasado y este por la pandemia del Covid-19 se llevó a cabo en el interior y con las medidas sanitarias.

En cada una de las bancas se sentaron tres personas, además de usar durante todo el viacrucis el cubrebocas, cinco minutos después de las 11 de la mañana los encargados de la organización cerraron las puertas de la iglesia y había personas que lo observaron desde fuera.

Para cargar los cirios y el Cristo lo hicieron tres personas, que en cada una de las estaciones del recorrido se detenían otras personas para cargarlos, y cuando daban la explicación se hacía una referencia a la pandemia que estamos viviendo del Covid-19.

En la lectura de cada uno de las estaciones se hacía mención a la cruz que cada uno de los seres humanos está cargando debido a la pandemia. Agregaron que familias han pasado momentos difíciles por la pérdida de un ser querido a causa del virus porque no han podido despedirse por la misma situación para evitar contagios.

“El mundo está empapado con las lágrimas de las madres cuyos hijos han sido robados por las drogas, el dinero o el hambre. El mundo esta empapado con la sangre de tantas mujeres masacradas con la violencia o sus parejas, en muchos rincones de las tierras lloran con las madres y esposas”, se leyó en la octava estación del viacrucis.

“Que la pandemia no nos quite la esperanza en estos momentos o estamos solos”, dijo una de las perdonas que leyó uno de las estaciones del viacrucis, también mencionaron que a las personas que han perdido un ser querido les ayude a comprender que la muerte no es la última palabra.

Poco antes de las 12 del día concluyó el viacrucis y algunos de los presentes recordaron que en otros años se hacía afuera de la iglesia, pero ahora por la pandemia tienen que cuidarse las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus.

“Antes era afuera en la plaza se daba la vuelta donde estaba el kiosco y las imágenes se encontraban en la entrada de la iglesia, y daban el sermón afuera y como se atravesó esto de la pandemia, para estar en sana distancia y no contagiar a alguno”, dijo Martha Elena Carillo.

Agregó que el hecho de que se guarde sana distancia y que no se hagan eventos masivos está bien para que no haya una propagación del virus, “esta bien que se use la sana distancia y el cubrebocas, el gel antibacterial, pero la gente no entiende y estamos así, solo espero que no haya una tercera ola, es lo que pedimos a la Virgen de la Soledad”.

Texto y foto: Aurora Harrison