11 marzo,2018 8:31 am

Retrasa la burocracia la fabricación en México de la vacuna contra la influenza, admite la Ssa

Francia cedió los derechos desde el sexenio de Calderón pero “este laberinto de procesos administrativos y jurídicos” ha impedido la producción, señala Samuel Ponce de León, ex director de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México. El país debe esperar a que haya sobrantes de las dosis en otras naciones para recibirlas e inmunizar sólo a grupos de riesgos, detalla. Se ahorrarían unos 900 millones de pesos si operara la planta ubicada en el Estado de México, dice el subdirector de Coordinación y Operación del Consejo Nacional de Vacunación, César Misael Gómez
 
Texto: Natalia Vitela/ Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma
 
Ciudad de México, 11 de marzo de 2018. Aunque la Secretaría de Salud (Ssa) ofreció producir hacia finales de 2008 la vacuna contra la influenza, el proceso para su fabricación en México permanece estancado por los trámites burocráticos.
El subdirector de Coordinación y Operación del Consejo Nacional de Vacunación, César Misael Gómez, consideró que si México ya produjera la vacuna, el Sector Salud ahorraría hasta 30 por ciento de los casi 3 mil millones de pesos que invirtió esta temporada en la compra de las dosis.
Desde hace dos administraciones, Francia cedió los derechos de transferencia tecnológica para que México produjera la vacuna, lo que a la fecha no ocurre.
“Prácticamente ya se fueron dos administraciones (la de Felipe Calderón Hinojosa y la actual de Enrique Peña Nieto) federales completitas y no se ha logrado. Estamos al menos seis años tarde de ese momento en el que se debería haber iniciado la producción conjunta entre el gobierno de México y Francia”, lamentó Miguel Betancourt, miembro de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.
El experto explicó que la vacuna debería producirse en México para abaratar costos e inmunizar a toda la población, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), y no sólo a grupos de riesgo, como ocurre actualmente.
Samuel Ponce de León, ex director de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), explicó que al aumentar la población vacunada se disminuye el número de infecciones virales y bacterianas relacionadas a la influenza, así como la demanda de servicios de salud y antibióticos.
Destacó que si se produjera la vacuna se podría, en caso de una pandemia, inmunizar de inmediato a la población.
“Los países que producen la vacuna cierran sus fronteras para completar la atención a su población primordialmente. Los países que no producen la vacuna tienen que esperar a que la producción sea suficiente para que, una vez que sea terminada de vacunar (la población en) Canadá, Estados Unidos, Francia, salga la vacuna a otras partes y esto puede tardar un par de meses o más, como ocurrió con la pandemia de 2009”, detalló.
El gobierno federal preveía la construcción de la planta de producción en 2012 y finalmente se anunció que la vacuna empezaría a fabricarse en 2018.
Aunque la planta para producir la vacuna ya existe y está ubicada en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, no se ha concretado la producción, lo que para Ponce de León se debe a problemas administrativos.
“Hace aproximadamente cinco años la planta de producción estaba prácticamente terminada y eso se ha quedado atorado por ahí, en medio de este laberinto de procesos administrativos y jurídicos que, de una manera u otra, no han permitido cumplir con la posibilidad de echar a andar la planta”, lamentó
Betancourt señaló que el retraso se debe a que no se ha podido equipar la planta, a lo cual se han sumado problemas burocráticos y probablemente la falta de recursos.
En un recorrido por la planta de Birmex, empleados señalaron a Reforma que aún no se está produciendo la vacuna.
“Todavía no se trabaja (la vacuna contra influenza). No hay nada”, indicaron fuentes que prefirieron omitir su nombre.
Reforma buscó al director de Birmex, Luis Guillermo Ibarra, sin obtener respuesta.
José Luis Sandoval, experto del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), señaló que las vacunas que aporta la Ssa sólo cubren una tercera parte de la población.
“El día que se produzca en México no habrá problema para darla a toda la población”, estimó.
 
A paso lento
 
Con la construcción de la planta en Cuautitlán Izcalli, Birmex preveía producir la vacuna contra la influenza en 2012.
En 2008 se informó que la operación de la instalación requería 510 millones de pesos.
En 2009 se ajustó la inversión a 900 millones de pesos y se ofreció la apertura en 2012.
En 2011 se destinaron sólo 80 millones de pesos y comenzó el retraso.
En 2014 se anunció que por problemas técnicos y un faltante de 200 millones de pesos, la producción iniciaría a principios de 2016. La construcción llevaba 80 por ciento de avance.
En 2015, el presidente Enrique Peña Nieto anuncia que se producirá la vacuna hasta 2018, pero ello no ha ocurrido.