23 mayo,2024 1:31 pm

Reviven antología centenaria; piden revisión crítica

 

Ciudad de México, 23 de mayo de 2024. Lecturas clásicas para niños, proyecto editorial de José Vasconcelos lanzado por la SEP en 1924 y que a 100 años de su publicación reedita el sello Alias, es un empeño editorial que no caduca, pero puede examinarse desde una mirada que cuestione y critique, contrastó la historiadora de arte y directora del Museo Nacional de San Carlos, Mireida Velázquez, durante la presentación de la obra.

Alias, editorial fundada por el artista Damián Ortega, recuperó las Lecturas clásicas para niños de forma íntegra, con un diseño interactivo que divide los dos tomos originales en ocho cuadernillos temáticos.

Incluyó también un pliego encartado para recortar y pegar los cromos que ilustran estas adaptaciones de textos canónicos procedentes de todas partes del mundo y de todas las épocas, desde los Vedas de India hasta mitos prehispánicos, cantares medievales, Shakespeare y Wagner.

“A mi parecer, las Lecturas clásicas para niños no solo pueden concebirse como un bello producto que llama la atención de especialistas, sino también como reflejo de una época de reconstrucción, en la cual por primera vez el arte y la cultura jugaron un papel determinante. Pero ahora: ¿qué tendrían que decirnos estos libros?”, cuestionó Velázquez.

“Creo”, prosiguió, “que nuestra realidad política y social no podría ser más distante que la de 1924. A nivel cultural ahora tenemos acceso más rápido e inmediato a la producción intelectual internacional, estamos conectados con lo que sucede en diversas latitudes, sin embargo no hemos sido capaces de garantizar el derecho a la cultura de todas y de todos los mexicanos. Ese anhelo de hace 100 años sigue aún vigente”.

Como todo clásico, esta obra es atemporal y por eso nunca caducará la necesidad de formar nuevas generaciones de lectores, de introducirlos a los mejores ejemplos de la creación literaria, así como de llevarlos por la belleza de las ilustraciones y viñetas, expuso.

“Para mí, en esto radica el valor de reeditar las lecturas, pero también en la posibilidad de ofrecer una mirada renovada frente a la utopía vasconcelista, una mirada capaz de cuestionarla y de establecer una postura crítica frente a ella”, planteó Velázquez.

Al respecto, el también historiador de arte James Oles puntualizó que estas lecturas clásicas –como otros volúmenes editados durante el mandato de Vasconcelos– se convirtieron en los cimientos culturales de una nueva nación “construida sobre una mezcla de tradiciones occidentales y orientales, de ideas europeas e indígenas: la publicación ofrecía un tipo de canon universal”.

En ese sentido, Davida Fernández-Barkan, dedicada también a la historia del arte, subrayó el cosmopolitismo no solo de Vasconcelos, sino también de Roberto Montenegro, ilustrador del libro junto con Gabriel Fernández Ledesma.

En la década de los 20, cuando una buena educación se limitaba al canon de la literatura y filosofía occidentales, las lecturas clásicas sí representaban una visión progresista e internacionalista, aunque no sin algunas limitaciones, ponderó Oles.

“Debemos reconocer que se trata de una publicación algo limitada y hasta conservadora. Como antología histórica de los años 20, no podía incluir las voces que en años recientes han transformado lo que pensamos cuando hablamos de clásicos o de la cultura universal. No hay ningún texto escrito por una mujer o que al menos explore la vida de las mujeres desde un punto de vista crítico o feminista”, ejemplificó.

“En cuanto al alcance geográfico, no solo se dejó fuera completamente a Estados Unidos por razones políticas, sino que no hay nada de África ni del Caribe. De hecho, en 2024 es sorprendente abrir una antología de lecturas clásicas que omitan cualquier fuente poscolonial, desde Aimé Césaire hasta Tony Morrison, desde Gabriel García Márquez hasta Chinua Achebe. Estos son nuestros nuevos clásicos y nuestros niños tendrán que esperar por una nueva antología recopilada y editada por los escritores e intelectuales de nuestra época, tal vez incluso ilustrada por artistas de nuestra época. Espero que esto pase en un futuro no muy lejano”.

 

Texto y foto: Agencia Reforma