Texto: DPA/ Foto: Facebook
Wellington, Nueva Zelanda, 6 de abril de 2018. Doce ballenas piloto que habían sobrevivido a un varamiento en una remota playa de la costa oeste de Nueva Zelanda fueron sacrificadas ayer, con lo que suman 38 los cetáceos que murieron de esta forma en el lugar.
Los rescatistas tomaron la “difícil decisión” tras consultar a la tribu maorí local, explicaron la organización de rescate de ballenas Project Jonah y otros expertos, según el Departamento de Conservación (DOC).
El DOC recibió el miércoles por la tarde una alerta de que un grupo de ballenas había quedado varado y cuando llegaron los expertos por la mañana, encontraron a los 38 animales, muchos de ellos ya muertos.
Wayne Costello, del DOC, dijo que no se pudo salvar a los ejemplares debido al peligroso estado del mar y a las condiciones de la albufera.
“Hicieron todo lo posible por mantener (a las ballenas) cómodas”, dijo Costello sobre los rescatistas. Las ballenas piloto suelen quedar varadas en las playas, aunque aún no se sabe por qué.
