6 octubre,2020 4:25 am

Sale Guerrero de los cinco estados más violentos del país, reporta estudio de ONG

El director del Instituto de Economía y Paz, Carlos Juárez Cruz, informa que en la entidad bajaron 26% los homicidios, los delitos con violencia 6%, y con armas de fuego 13%. No obstante en narcomenudeo aumentó 140 por ciento y en extorsión 35 por ciento. Acapulco mejora poco

Chilpancingo, Guerrero, 6 de octubre de 2020. De acuerdo con el estudio del Índice de Paz 2020 que presentó el Instituto de Economía y Paz (IEP), Guerrero, por primera vez en los últimos siete años que se realiza ese trabajo, salió de los cinco estados más violentos, y se coloca en el lugar 27 de los 32.

El director en México del IEP, Carlos Juárez Cruz, dijo que en Guerrero en 2019 los homicidios bajaron 26 por ciento, lo que es buena noticia porque son vidas, y los delitos con violencia bajaron 6 por ciento. El estudio señala que hay trabajo por hacer pues la violencia familia y sexual siguen aumentando en el país donde en los últimos cinco años aumentó 57 por ciento donde las más afectadas son las mujeres y once por ciento en el último año.

Indicó que Guerrero bajó en homicidios 26 por ciento, en delitos con violencia 6 por ciento, y en delitos con armas de fuego 13. No obstante, el narcomenudeo aumentó 140 por ciento y la extorsión 35. Sobre Acapulco se dijo que lleva diez años de violencia y parece que no se recupera y la economía mejora muy poquito y “son como dos pasos para atrás y uno para adelante y ahí vamos batallando y no está claro cuándo se mejorarán las cosas”.

En una transmisión virtual organizada por el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), que encabeza el director Marco Antonio Adame Meza, el director en México del IEP, Carlos Juárez Cruz resaltó la situación de Guerrero donde luego de muchos años ya no apareció en los cinco estados más violentos y donde el lugar 32 lo ocupa Baja California. Le sigue Colima, Quintana Roo, Chihuahua y Guanajuato y el menos violento es Yucatán.

Dijo que los estados violentos tienen en común las altas tasas de homicidios, alta presencia del crimen organizado. Sobre el estado dijo que había buenas noticias porque “por primera vez de este estudio que llevamos en los últimos siete años, Guerrero no está entre las cinco entidades más violentas. Algunos dirán que no es gran cosa, pero para mí que me la paso haciendo estas presentaciones y cada año tengo que decir en último lugar Guerrero, decir, que por primera vez salió de los más violentos es una excelente noticia”.

Juárez Cruz dijo que desde hace siete años se publica ese Indice de Paz para México, donde se miden paz negativa y paz positiva, es decir, violencia directa y violencia estructural y cultural. Explicó que para la violencia directa se midieron cinco indicadores: homicidios, delitos con violencia, con armas de fuego, cárcel sin tendencia donde se mide cuántas personas están en ellas sin tener una sentencia condenatoria y los crímenes que se relaciona con delincuencia organizada.

Para ello se usaron las cifras del Inegi, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNS), que son oficiales, aunque “tienen sus limitaciones en el registro y nos sirve para que la tentación de desacreditar nuestra información nosotros decimos que estamos usando las cifras oficiales y no estamos inventando”.

Indicó que 23 entidades empeoraron sus niveles de paz, lo que significa que más del 70 por ciento de los mexicanos “vivimos en un territorio que en el 2019 se volvió más peligroso, más violento, más inseguro. En términos generales vemos que la paz en México cayó 4 por ciento durante el año pasado y estuvo impulsado esta caída por un aumento de la delincuencia organizada por el 24 por ciento a nivel nacional”.

Se rompe récord en homicidios

Señaló que es tercer año consecutivo que se rompe el récord histórico de homicidios dolosos en México con más de 35 mil a nivel nacional además están los desaparecidos que no se pueden contabilizar porque “no se tiene una base de datos y las cifras son muy inconsistentes”.

Dijo que el homicidio es la principal causa de muerte para el rango de edad de 15 a 44 años, de 15 y 29 y de cinco y 14 años es la cuarta causal de muerte. Los delitos sexuales aumentaron 18 por ciento en el último año y la violencia familiar el 14 por ciento, “ambos casos están creciendo a un rango más rápido que el resto de los delitos que medimos”.

Según Juárez Cruz los países que se levantan rápido de alguna crisis son porque tienen equilibrados en diversos factores de paz positiva como es el buen funcionamiento del gobierno, repartición más equitativa de los recursos, la libertad de expresión, entorno empresarial sólido, alto nivel de capital humanos aceptación de los derechos de los demás, bajos niveles de corrupción y buenas relaciones con los vecinos.

Al particularizar en Guerrero, dijo que le cuesta más trabajo salir de los problemas porque se tiene un sistema educativo débil, instituciones poco efectivas, mucha corrupción y porque hay desconfianza, poca unión y organización social y una sociedad civil incipiente. En este aspecto Guerrero tiene la posición 32 de igual número y sus pilares más débiles son la corrupción, funcionamiento del gobierno y relaciones entre vecinos.

Al llegar a conclusiones, Juárez Cruz dijo que en el país hay descontento social, los ciudadanos cada vez se sienten menos representados por sus autoridades y hay una especie de divorcio. Indicó que antes la migración era por la economía y en la última década ha sido por la violencia donde la gente ya no busca mejores condiciones de vida sino de sobrevivir. Juárez Cruz dijo que se tiene que parar la polarización entre la población y definir a grupos de la población a partir de una afiliación partidista y “esto no contribuye a nada en los procesos de paz, al contrario, van fragmentando y cuando se definen entre chairos y fifís, por ejemplo, no hay posibilidades de diálogo. Quienes convocan a estas polarizaciones de un lado o de otro suelen vernos como un botín electoral, un botín de popularidad o un botín que se manipula para fines muy individuales, específicos y egoísta; necesitamos resistir la tentación de polarizarnos, de insulta y de llamar a partir de estos términos porque no contribuyen a nada”.

Texto: Karina Contreras / Foto: Archivo