El promotor argentino que concretó la llegada de Diego Armando con Dorados de Sinaloa fue presidente del Querétaro cuando este equipo fue desafiliado de la FMF por sus vínculos con el narcotráfico. Vive Culiacán un día Maradona… y se le entrega al argentino.
Texto: Gustavo García Olguín / Agencia Reforma / Foto: Twitter @Dorados
Ciudad de México, 11 de septiembre de 2018. Diego Armando Maradona fue presentado formalmente este lunes como nuevo director técnico de los Dorados de Sinaloa, equipo de la división de Ascenso de la Liga Mexicana de Futbol, y llegó de la mano… de Christian Bragarnik.
El promotor argentino que concretó la llegada de Diego Armando Maradona con el equipo sinaloense fue el presidente del Club Querétaro cuando este equipo fue desafiliado de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) por sus vínculos con el narcotráfico.
Bragarnik también es asesor y abogado deportivo del grupo de casinos Caliente, de la familia Hank, que además controlan los equipos de Xolos de Tijuana —de la Primer División de la Liga Mexicana de Futbol o Liga MX— y el propio Dorados de Sinaloa.
Cuando Bragarnik estuvo en los Gallos Blancos como directivo del club queretano, sus jefes eran Paul Solórzano Lozano y Jorge Mario Ríos Laverde, El Negro, dos colombianos buscados por la Dirección Estadunidense Antidrogas (DEA) y asociados con Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán.
También era socio de Tirso Martínez, El Futbolista, un lavador y socio de Ignacio Coronel (Nacho Coronel) y El Chapo, detenido hace 4 años en León.
“A mí me contrató una sociedad anónima. Después me enteré que la mayoría de los accionistas se dedicaban al narcotráfico. Fui a las reuniones de la Federación, vendí y compré jugadores. Yo no era un investigador privado para evaluar las situaciones particulares”, justificó Bragarnik en una entrevista realizada hace dos años con el diario La Nación, de Argentina.
El sábado pasado Maradona llegó a Culiacán junto con Bragarnik.
Culiacán vive un “día Maradona”
… y se entrega al astro argentino
Texto: Manuel González Vargas / DPA
La ciudad de Culiacán, conocida por su tradición beisbolera, vivió un lunes completamente dedicado al futbol: el argentino Diego Maradona fue presentado como técnico del equipo local Dorados, de la segunda división, y dirigió su primer entrenamiento frente a un público entusiasmado por su llegada.
La expectativa mediática era máxima. Más de 120 periodistas nacionales e internacionales se dieron cita en la capital del estado de Sinaloa, en el noroeste de México, para presenciar el regreso de Maradona a los banquillos tras su salida en mayo de un club de Emiratos Árabes Unidos.
El estratega argentino de 57 años fue clarísimo en la rueda de prensa. “No venimos de paseo, no venimos de vacaciones. Venimos a trabajar, vine a dejarles mi corazón y a darle una mano a los muchachos”, aseguró el antiguo astro del futbol mundial.
“Quiero darle a Dorados lo que me perdí cuando yo estaba enfermo: hoy quiero ver el sol y acostarme de noche, antes ni me acostaba ni sabía que era una almohada, por eso acepté la oferta del equipo”, añadió el campeón del mundo en 1986.
El currículum del ex jugador de Boca Juniors como entrenador en su país natal es modesto. Primero, dirigió al humilde Mandiyú de la provincia argentina de Corrientes en 1994 y al año siguiente a Racing Club. Entrenó a la selección argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde fue eliminado por Alemania en cuartos de final con una goleada, y luego fue técnico de Al Wasl y del Al Fujairah en los Emiratos Árabes Unidos.
Maradona también aprovechó su primera comparecencia para defenderse de sus críticos. “Yo no me escondo ni mato ni miento. Ustedes entiendan que nos toca llevar un elefante al hombro, que no es poco”.
“Cuánta gente hay que hace peores cosas que nosotros y no salen en ningún diario (…) Es importante venir a Dorados: estoy mucho más cerca de mi familia, antes (en Emiratos Árabes) era un viaje de 24 horas para la Argentina. Ahora son diez, vengo con todas las ganas”, manifestó.
Maradona tendrá su debut en los banquillos de Dorados el lunes 17 de septiembre, cuando su equipo se enfrente a los Cafetaleros en un partido por la octava fecha del torneo de segunda división.
Sin embargo, Dorados no pasa por un buen momento: es penúltimo de la tabla y en las seis primeras fechas del torneo de Acenso MX no ha podido ganar todavía.
El Gran Pez suma tres empates y tres derrotas en el inicio del Apertura 2018, donde marcha penúltimo con tres unidades, a 15 puntos del líder Atlante.
En su favor, Dorados ya cumplió con su fecha de descanso, debido a que el torneo tiene 15 equipos, por lo que a Maradona le quedarán por dirigir ocho partidos de la fase regular. Los primeros ocho clasificados disputarán una Liguilla por el título, que vale medio boleto por el ascenso a Primera División.
Pero, al menos durante su primer día en la oficina, al equipo no se le reprochó por su actualidad. En el estadio de Dorados, al menos 500 personas ingresaron para alentar al equipo y ver de cerca a Maradona. “Pelusa, pelusa“, imploraban los niños a Maradona para que se acercara a firmar camisetas en el entrenamiento abierto al público.
Y el argentino lo hizo. Cuando los jugadores realizaban estiramientos, el ex capitán de la selección argentina se acercó a las gradas, colmadas con gente de todas las edades, y firmó varias camisetas de los hinchas más pequeños. Además, bailó al ritmo de los cánticos de la barra que también se hizo presente.
Con el inicio de la Liga del Pacífico de béisbol recién en octubre, Maradona tendrá tiempo para ser el centro de todas las miradas de la ciudad. Dependerá de su desempeño que la afición, que este lunes le demostró su calidez a pesar de la inclemencia del sol y de la humedad por momentos asfixiante, no se vuelva su peor enemigo.
La imagen que condensó su llegada al futbol mexicano ocurrió al final de la tarde, cuando, concluido su primer entrenamiento con la plantilla y antes de entrar a los vestuarios del estadio, la gran mayoría de jugadores formó una fila para fotografiarse con el argentino: en Maradona se concentran las ilusiones de los hinchas, pero también de sus propios futbolistas.
