3 septiembre,2021 9:48 am

Se debe pagar la deuda moral con los desaparecidos para cerrar la Guerra Civil española: Almodóvar

Inaugura el director manchego el Festival de Cine de Venecia con su película Madres paralelas. Recibirá el actor italiano Roberto Benigni el León de Oro honorífico

Madrid, España, 3 de septiembre de 2021. El cineasta Pedro Almodóvar presentó este miércoles su nueva película Madres paralelas en el Festival de Venecia, donde abordó uno de los temas principales de la cinta, la memoria histórica, alertando que hasta “no pagar la deuda con los desaparecidos no se podrá cerrar definitivamente lo ocurrido en la Guerra Civil”.

“Quería dar visibilidad a este tema y porque en España, después de 85 años, hasta que no se pague esa deuda con los desaparecidos no se podrá cerrar definitivamente nuestra Historia reciente, todo lo ocurrido en la Guerra Civil”, señaló el cineasta manchego, acompañado de parte del elenco de su película el miércoles, en el primer día del festival.

Almodóvar defendió que la memoria histórica es “un tema pendiente en la sociedad española, que tiene una deuda moral enorme con las familias de los desparecidos y de esas personas enterradas en fosas, cunetas o lugares indignos. He sido siempre muy sensible a este tema y justamente en el momento en que empezamos a hacer la película no era un tema del que se hablaba en la prensa”, resaltó.

El director recordó cómo a los relatores de la ONU les extrañó esta situación en una de sus visitas a España e insistió en la relación con el “miedo” generado en la dictadura. “Durante toda la dictadura las personas que padecieron estas pérdidas tenían mucho miedo, que se convirtió en patológico y les impedía hablar.

“En mi casa nunca se habló de la guerra y tenía traumatizada a nuestra sociedad. Habría sido deseable que cuando la democracia española llega en el 78, en ese momento se plantease el problema. No fue así y eso hace más imperfecta la Ley de Amnistía, que nos llevó a unos primeros pasos en democracia condenando a los desaparecidos a la no existencia”, ha lamentado.

El director también ha calificado a Lorca –que tiene su parcela de importancia en la película– como el “desaparecido más ilustre y conocido fuera de España” y además es alguien que “demuestra la mala relación que tiene el español con respecto a su historia reciente”.

Madres paralelas narra  la historia de dos mujeres, Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit), que coinciden en la habitación de un hospital donde van a dar a luz. Las dos son solteras y quedaron embarazadas accidentalmente. Janis, de mediana edad, no se arrepiente. La otra, Ana, es una adolescente y está asustada, arrepentida y traumatizada.

Clase magistral de Benigni

Al contrario de lo que pudiera parecer por su consideración de “cómico”, el italiano Roberto Benigni cree que el cine no es un juego sino “un trabajo serio”, según defendió ayer en una clase magistral en la Mostra de Venecia.

“El trabajo de actor no es un juego sino un trabajo serio. Cada vez que escucho en las entrevistas ‘nos hemos divertido mucho haciendo esta película’ pienso que no debe divertirse él o ella, sino yo que la veo”, apuntó el creador de la ganadora del Oscar La vida es bella (1997), que en esta edición obtendrá el León de Oro honorífico en Venecia.

Benigni, fiel a su estilo locuaz e histriónico, impartió una conferencia en el marco del festival en la que habló de su visión del cine que, sin embargo, sí cree que puede considerarse como un juguete al servicio del público, tal y como sostenía Federico Fellini.

En este sentido, recordó una película por episodios que el maestro neorrealista tendría que haber realizado con Akira Kurosawa e Ingmar Bergman y que nunca llegó a concretarse.

“Nos llamábamos a menudo pero ninguno queríamos develar nuestro juguete”, le confesó en alguna ocasión Fellini a Benigni.

Para este, el oficio de director es “trabajo, esfuerzo y miedo de la muerte” pero también es “la mayor responsabilidad” porque deben tomar elecciones continuamente para crear una obra que perdurará por siempre.

La conferencia le sirvió también para repasar algunos de sus referentes cómicos, Charles Chaplin o el mismísimo Don Quijote de la Mancha, pero también espirituales, como Petrarca o Dante Alighieri, cuya Divina Comedia devora cotidianamente.

“Mis maestros son como el sol y el cielo del cine: Chaplin, Totò o Buster Keaton. Son sentimientos y modelos inalcanzables a los que aspirar. Sus películas son milagrosas, siento un amor religioso por ellos”, apuntó.

Texto: Europa Press / Redacción