30 noviembre,2020 5:07 am

Se rehúsa la mayoría de los turistas a usar cubrebocas en playas y calles de Acapulco

Lo portan sólo para ingresar a algunos negocios donde se los piden obligatoriamente  

Acapulco, Guerrero, 30 de noviembre de 2020. Ni en playa ni en las calles la mayoría de los turistas que llegan a Acapulco usan el cubrebocas, con excepción para ingresar a algunos negocios donde se los piden obligatoriamente, por eso algunos los traen en las muñecas y otros los sacan de las bolsas o mochilas que portan.

“Venimos en familia, ninguno ha tenido síntomas”, respondió Roberto Hernández, quien caminaba por la avenida Costera con sus dos hijos y su esposa, al preguntarle porque no usaba en Acapulco el cubrebocas el cual traía doblado y guardado en una de las bolsas de su bermuda.

Los visitantes que llegan a Acapulco de viernes a domingo o lunes proceden principalmente de la Ciudad de México, Estado de México y Morelos, de acuerdo con datos de las secretarías estatal y municipal de Turismo.

La tasa de incidencia de casos activos de Covid-19 en esos estados del país es del 20.59, 29.57 y 19.09 respectivamente, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud Federal. En Guerrero la tasa de incidencia es del 14.05.

En un recorrido por playa El Morro se vio solamente a cuatro turistas con cubrebocas durante su estancia en la zona de arena, una que estaba ya instalada y tres más que iban con bebidas y compras buscando un lugar para sentarse, aunque el resto del grupo no traía la prenda puesta.

Otra de las medidas sanitarias que no se están respetando en playa es la distancia que debe de existir entre las sombrillas y la cantidad de sillas colocadas en las mismas. En algunas zonas de playa como El Morro, los mismos prestadores de servicios turísticos ofrecieron a los visitantes juntar camastros o sombrillas para que estuvieran juntos, en otras áreas sentaron a los grupos separados por cuatro personas, aunque no a una distancia de 5 metros.

“Estamos en la playa tomando cerveza, ni modo que traigamos aquí el cubrebocas, sí traemos, pero aquí no”, dijo Ernesto, quien junto con otros cinco hombres estaban en sillas y camastros con una hielera con bebidas y mochilas. A unos metros estaba otro grupo de jóvenes que se divertían con el oleaje, también enseñaron que traían cubrebocas, pero guardados para cuando salieran de la playa.

En el acceso frente a la glorieta de La Diana, un grupo de personas en círculo hicieron oración, pidieron porque se acabara la pandemia del coronavirus y por la salud de quienes están enfermos. Ni los adultos ni los menores traían cubrebocas, a pesar de que iban ingresando a la playa donde pasarían la tarde.

“Somos de un templo espiritual, el señor nos dio permiso para venir al mar y nos encargó hacer oración y es lo que estamos haciendo, ayer lo hicimos en Papagayo donde fuimos temprano, hoy estamos aquí y al rato nos regresamos”, dijo Araceli. El grupo procedente del Estado de México son parte de un templo ubicado en el municipio de Tezoyuca.

Al preguntarles si no sabían que el uso del cubrebocas era obligatorio, Araceli mostró la prenda que traía en la mano, se la quitó al llegar a la arena, comentó que tiene la confianza que al viajar con permiso y con la finalidad de orar no enfermarán.

En la avenida Costera por la tarde se vio a familias caminando donde no todos usaban cubrebocas, algunos mientras caminan con maletas en mano camino a la terminal de autobuses para el regreso a sus casas se los van colocando, debido a que es uno de los requisitos para viajar.

Texto: Mariana Labastida / Foto: Jesús Trigo