5 enero,2023 4:54 am

Señalan compañeros de Remigio de la Cruz a grupo caciquil ligado al PRI de su asesinato

El crimen fue porque el dirigente no consultó al cacique local, Heriberto García Encarnación, El Beto Zacualpan, para la elaboración del Plan de Justicia y Desarrollo de la Nación Amuzga y además aceptó participar en la próxima contienda por la comisaría, informan. Revelan que hubo quienes identificaron al agresor, “un hombre moreno que suele acompañar a El Beto Zacualpan, el mismo que por la tarde vieron rondando la casa de Remigio”

Chilpancingo, Guerrero, 5 de enero de 2023. Un grupo caciquil ligado al PRI con vínculos con la delincuencia organizada mandó a asesinar al integrante de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga, Remigio de la Cruz López, denunciaron compañeros y paisanos del líder indígena de 48 años, asesinado a balazos la noche del domingo en Zacualpan, municipio de Ometepec.

De acuerdo con versiones de sus allegados, el crimen fue porque Remigio no consultó al dirigente del grupo caciquil Heriberto García Encarnación, El Beto Zacualpan, para la elaboración del Plan de Justicia y Desarrollo de la Nación Amuzga que promueve la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígena (INPI) y que fue entregado en octubre al presidente Andrés Manuel López Obrador en una gira por Guerrero.

Además, de la Cruz López había aceptado participar en la próxima contienda por la comisaría municipal, lo que disgustó al grupo opositor, revelaron las fuentes.

En declaraciones por teléfono, a condición de no difundir sus identidades para no ponerse en riesgo, las fuentes informaron que la primera amenaza que recibieron Remigio de la Cruz y otros integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga fue al final del Primer Congreso de la Nación Amuzga el 30 de julio del año pasado en Zacualpan, cuando se dio a conocer el Plan de Justicia y Desarrollo de los pueblos Amuzgos y al que asistió como enlace del INPI Marcos Matías Alonso, quien tomó protesta a los miembros del Comité.

Ese día minutos después de la toma de protesta a los integrantes del Comité que quedó representado por el comisario municipal, el comisariado ejidal y Remigio de la Cruz, llegó El Beto Zacualpan y advirtió que él no estaba de acuerdo con dicho Plan, y reprochó que no lo tomaron en cuenta ni le avisaron del Congreso.

Uno de los integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga que fue consultado al respecto, confirmó el incidente y aseguró que inmediatamente después, el comisario municipal y el comisariado ejidal de Zacualpan le dijeron a Remigio que se deslindaban del Comité y que a partir de ese momento renunciaban, “porque aquel no está de acuerdo”, le argumentaron, en referencia a García Encarnación.

Dijo que después de esa reunión las dos autoridades ya no volvieron a participar en ninguna más, “por temor al Beto Zacualpan”.

La fuente dijo que en el Comité del Plan de Justicia y Desarrollo de la Nación Amuzga deben participar las autoridades municipales y agrarias de los pueblos, para que se reconozca su institucionalidad y el gobierno federal autorice las obras.

Añadió que como el comisario y comisariado de Zacualpan ya no asistieron a ninguna reunión, Remigio y los otros integrantes, Nicolás Nicasio Añorve y Alberto López se desmoralizaron y también renunciaron hace un mes, en una reunión con comisarios municipales de otros pueblos anexos de Zacualpan.

Otra fuente informó que el 27 de diciembre, hubo un convivio convocado por el sacerdote de la capilla del pueblo, en agradecimiento a la construcción de las dos torres por gestiones del Comité Parroquial del que Remigio fue presidente.

Ahí ante los allegados a la capilla y habitantes de pueblos vecinos, Remigio externó que tenía una amenaza de muerte en su contra, “y denunció lo que estaba pasando y el sacerdote pidió a los presentes que oraran por él”.

Días antes, representantes de la iglesia y los Principales del pueblo habían ido a pedirle a Remigio que participara en la elección para comisario municipal, pero él no aceptó por recomendación de algunos integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga, quienes conocían la amenaza en su contra.

Sin embargo, durante el sepelio el lunes pasado, se enteraron que finalmente Remigio había aceptado participar en la contienda, “y estoy seguro que por eso se consumó la amenaza que inició con el Plan de Justicia”, declaró la fuente.

Dijo que suponen que aceptó participar en la elección para ganar la comisaría y seguir con el Plan de Justicia y Desarrollo, puesto que el comisario actual ya había renunciado al proyecto debido a las amenazas, y el requisito es que tiene que ser avalado por la autoridad municipal de los pueblos.

Explicó que el Plan de Desarrollo que está en proceso implica obras para el desarrollo de las comunidades, y que Remigio venía presionando para que un hospital que forma parte del proyecto promovido por los cinco municipios amusgos, tres de Guerrero, Ometepec, Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca, y dos de Oaxaca se construyera en Zacualpan.

“A pesar de que en la Coordinadora le decíamos que la construcción del hospital se aprobaría a través de un diagnóstico entre los cinco municipios, él insistía en que se construyera en Zacualpan porque de todos los municipios amuzgos el más discriminado es Zacualpan”, dijo la fuente.

Reconoció que, en efecto, varios pobladores de localidades de la variante de Zacualpan acuden a atenderse al hospital de Ometepec, a diferencia de Xochistlahuaca y Tlacoachistlahuaca que cuentan con sus respectivas clínicas, “y como (en Zacualpan) no hablan español sufren maltratos y discriminaciones”, reconoció la fuente quien dijo que por eso Remigio pugnaba porque su pueblo siguiera en el Plan de Desarrollo para que el hospital se construyera ahí.

“Esa era su bandera y por eso entró a la Coordinadora y aceptó participar en la elección por la comisaría, sabía que la iba a ganar y a través de ella podía luchar por las obras para su pueblo”.

Explicó que él sabía que, en cambio si no participan los comisarios no se les van a dar las obras, “por eso al último aceptó participar en la elección por la comisaría y ya ves lo que pasó”.

“El proyecto no es malo, por el contrario, es para el desarrollo y el progreso de los pueblos, implica obras, pero la inconformidad de El Beto Zacualpan fue que no lo convocaron, no lo tomaron en cuenta, y él es muy apegado al PRI”.

Anunciaron su asesinato

Un vecino de Zacualpan contó que en este pueblo se ha hecho costumbre que “cuando va a pasar algo hay como un aviso”, y dijo que la noche del  domingo así pasó.

Informó que aproximadamente a las nueve y media de la noche se escucharon disparos en ráfagas en una cantina propiedad de Heriberto García Encarnación, “la cantina está en la casa más vistosa del pueblo que recientemente construyó El Beto Zacualpan, donde también tiene la tienda más grande”, informó la fuente.

Dijo que después, a las 10:30 se escucharon otros disparos en la casa de Remigio y más descargas cerca de la cantina.

“En Zacualpan la gente ya sabe que primero se escuchan descargas como de aviso o advertencia de que algo va a pasar, si se vuelven a repetir los disparos es que mataron a alguien, y la noche del domingo los segundos disparos se oyeron en la casa de Remigio e inmediatamente supimos que fue él al que mataron”.

Detalló que el cuerpo tenía seis disparos de pistola calibre 380, dos en el cuello y cuatro en el tórax.

Según la fuente los casquillos fueron encontrados a unos dos metros del cuerpo, lo que indica que el pistolero le disparó a quemarropa.

Añadió que el cadáver fue hallado “a dos pasos” de entrar a su casa, todavía en el patio donde había estacionado su vehículo.

Explicó que hubo quienes identificaron al agresor, “fue un hombre moreno que suele acompañar a El Beto Zacualpan, el mismo que por la tarde vieron rondando la casa de Remigio”.

Un cacique priista agiotista

Las fuentes describieron a Heriberto García Encarnación como un “cacique priista y agiotista”, que ofrece dinero en préstamo y después se niega a que le paguen, para que al final se quede con terrenos y casas de sus deudores, “aquí han habido muchos despojos en contubernio con las autoridades municipales que le autorizan las actas de posesión”, denunció.

Contaron que es originario de ese pueblo amuzgo pero se fue a radicar mucho tiempo a Las Salinas, municipio de Copala, de donde regresó hace seis años debido a hechos delictivos en los que se vio involucrado.

“Desde que él llegó hace seis años en Zacualpan se hace lo que él dice en absoluto. En el proceso electoral pasado no dejó que entrara nadie más que el candidato (a alcalde) del PRI”.

Una fuente lo definió como un cacique que “no tiene autoridad oficial, pero es la autoridad de facto y hace cuatro años fue comandante de la policía del pueblo sólo porque él así lo decidió”.

Se le atribuyen en el tiempo que lleva en el pueblo al menos 10 asesinatos, y por temor el día del sepelio familiares y amigos de Remigio rechazaron la propuesta de integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga, de publicar un pronunciamiento de condena, exigir el esclarecimiento del asesinato y castigo a los responsables, informó un integrante de la agrupación.

“Es una pena que todo esto no lo digamos en un comunicado, desgraciadamente la familia no quiso, dejó tres hijos, todos menores de edad, el menor tiene 10 años y en Zacualpan tienen la costumbre de matar a todos (los familiares de las víctimas)”.

También contó que Heriberto tiene a su servicio a la policía de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), a donde se fue a refugiar a raíz de su repliegue del corredor de Acapulco a Marquelia.

“Ahora están en la zona amuzga al servicio del Beto Zacualpan”. Aseguró que integrantes de esta policía instalaron un retén a la salida de ese pueblo rumbo a Xochistlahuaca, en tanto que gente armada de Heriberto García vigila a discreción la salida de Ometepec.

“Si alguien no está de acuerdo con lo que él hace van y lo detienen, cuenta con el respaldo de la autoridad municipal, y cuando las víctimas reclaman y exigen una explicación, la frase común es: ya dijo Beto, y aunque no hayan cometido algún delito quedan detenidos”.

La fuente informó que el día del sepelio hubo gente armada del grupo criminal en el panteón, pero que al final se retiró porque las más de 500 personas que acompañaron el cuerpo fueron resguardadas por la Policía Rural de Arroyo de Barranca Honda, también de Ometepec, así como por la Policía Estatal que inicialmente se había negado a darles acompañamiento, hasta que se enteraron de la presencia de policías del otro pueblo y pensaron que podría darse un enfrentamiento.

Un dirigente informó que derivado del crimen, otros integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga decidieron abandonar la organización.

“Yo estoy en riesgo, en cada lugar que se presenta dice que lo apoyan y se sabe que va a participar en las próximas elecciones, no se sabe de qué, pero obviamente que la presencia de Remigio estorbaba a los intereses de su grupo por el apoyo que él (Remigio) sí tenía de la gente”.

“En su sepelio hubo más de 500 personas, en estos lugares nunca había visto tanta gente en un funeral, eso es algo que yo no había visto, la gente fue a acompañarlo a pesar del temor”.

La responsabilidad del INPI

Integrantes de la Coordinadora Nacional de la Nación Amuzga atribuyeron parte de responsabilidad del asesinato al INPI porque no intervino para conciliar y dirimir las diferencias mediante el diálogo.

“Parte de la culpa la tiene el INPI porque el 30 de julio en el Congreso de la Nación Amuzga, el director (Adelfo Regino Montes) se comprometió a que en diciembre se culminaría con las firmas por parte del gobierno federal través del INPI y el pueblo amuzgo, pero fue atrasando todo”.

La fuente dijo que tampoco hubo labor de conciliación entre los grupos confrontados tanto en Ometepec como en Xochistlahuaca, donde por un lado está la alcaldesa Aceadeth Rocha Ramírez y por otro el ex alcalde e integrante de la Coordinadora, Daniel Sánchez Néstor.

Texto: Redacción / Foto: El Sur

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