25 noviembre,2020 4:58 am

Sería mejor para los gimnasios seguir cerrados; hay más gastos que ganancias

La reducción del horario de servicio, la aplicación de protocolos y el segundo cierre obligado, ocasionaron una disminución en clientes de Acapulco y Chilpancingo

Acapulco y Chilpancingo, Guerrero, 25 de noviembre de 2020. La reducción del horario de servicio ocasionó una disminución en la cantidad de clientes de algunos gimnasios en Acapulco, los propietarios comentaron que será difícil mantenerlos abiertos y sería mejor seguir cerrados, porque tienen más gastos que ingresos.

Aunque hay letreros señalando el uso obligatorio del cubrebocas, no todos los clientes lo portan durante su sesión de ejercicio; algunos comentaron que es por la dificultad que se tiene para respirar con la actividad física.

Mientras que en Chilpancingo, la mayoría de los gimnasios implementaron las medidas sanitarias y la capacidad que establece el gobierno estatal, con un aforo del 30 por ciento para evitar el contagio del coronavirus.

En la publicación del Periódico Oficial del Estado de Guerrero el pasado lunes, se indica que los gimnasios tienen que cumplir la distancia de 2 metros y uso obligatorio de cubrebocas, con un horario de 7 de la mañana a 6 de la tarde.

En lugares cerrados se permite un aforo del 30 por ciento, con citas programadas en el área de pesas, ingresar con cubrebocas y permanecer con el; se deberá desinfectar el equipo y está prohibido el uso de regaderas, casilleros o vestidores comunitarios y no se permiten clases grupales.

En un recorrido por gimnasios ubicados en la avenida Costera, en las áreas de los aparatos para hacer ejercicios cardiovasculares, algunos gimnasios tenían una cinta amarilla de precaución, con letreros de prohibido; otros colocaron pizarrones, donde estaban escritas disculpas a los clientes, porque no se podía utilizar esa zona.

Algunos propietarios de gimnasios coincidieron en que disminuyó aún más el número de clientes, después del segundo cierre que les ordenaron y por los horarios. Quienes ya habían pagado sus mensualidades, están pidiendo que se las regresen o las congelen, debido a que no tienen la posibilidad de asistir en el horario autorizado.

Los encargados de los negocios comentaron que están siendo afectados con la reducción de horario y la prohibición del uso de las regaderas, porque tenían clientes que iban hacer ejercicio antes de entrar a trabajar y eso facilitaba el no tener que regresar a sus casas a cambiarse.

Mientras, otros han dejado de ir porque su horario de entrenamiento era después de las 7 de la noche, debido a que en algunos gimnasios el horario era hasta las 11 de la noche.

“Se nos ha hecho muy difícil reactivarnos, porque los ingresos son bajos. Estamos cumpliendo con los que estaban inscritos, pero no hay nuevos ingresos, por la falta de confianza de que se vayan a cerrar nuevamente”, dijo Jesús Rivera. En su caso, perdió nueve de cada diez clientes por las nuevas restricciones.

Las disposiciones sanitarias, como el uso obligatorio del cubrebocas, es una medida que no todos los clientes quieren acatar y se han molestado con los encargados de los negocios, que insisten en la colocación del mismo cuando ya hay dos o tres clientes, para evitar sanciones de las autoridades en caso de una revisión. Algunos clientes comentaron que se tiene la dificultad para respirar.

Encargados de negocios ubicados cerca de la Costera, se quejaron de que mientras a ellos les han puesto muchas restricciones para funcionar, afuera de tiendas, a turistas, y en otros negocios en las colonias del anfiteatro, se están permitiendo que se reúnan sin medidas sanitarias.

En Chilpancingo, durante un recorrido por algunos gimnasios del centro, se constató que antes de que el usuario ingrese se le toma la temperatura, se verifica que porte el cubrebocas, se le proporciona gel antibacterial y en la entrada del negocio cuentan con tapetes desinfectantes.

Los gimnasios no están llenos, acuden pocos usuarios y los que ingresan también deben de respetar las medidas, de lo contrario se les llama la atención.

El reglamento que establecieron los dueños de los gimnasios, es que el usuario deberá de llevar una toalla, para que después de que utilice un aparato lo limpie; además, deberá de desinfectarlo con productos que tienen dentro del lugar.

A principios de noviembre, instructores y usuarios de escuelas deportivas, grupos fitness y gimnasios marcharon en la capital y bloquearon dos horas frente al Palacio Municipal, para exigir a los gobiernos estatal y municipal que los dejaran operar; luego de que se ordenó el cierre de estas instalaciones contra el Covid-19. Después se reunieron con el gobernador y llegaron a acuerdos para abrir.

Texto: Mariana Labastida y María Avilez Rodríguez / Foto: Carlos Alberto Carbajal