26 julio,2018 5:43 am

Si él no dialoga con grupos del crimen no lo hará nadie, dice el obispo Rangel

Alina Navarrete
Quechultenango
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, afirmó que no dejará de dialogar con los líderes del crimen organizado porque si él no lo hace no lo hará nadie.
Rangel Mendoza encabezó la misa por los festejo del Señor Santiago Apóstol en la cabecera municipal de Quechultenango y en declaraciones luego de la eucaristía señaló que “cada quien tiene sus opiniones”, en referencia a la postura del dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, y del secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, quienes han dicho que el obispo debería de dedicarse a sus labores eclesiásticas y no a dialogar con el crimen organizado porque podría convertirse en “cómplice”.
Consultado sobre la tregua que busca con los grupos contrarios que operan en la sierra (Eduardo Neri, Leonardo Bravo, Heliodoro Castillo), declaró que aún falta “una condición” pero aún no puede revelarla aunque hay disposición de los delincuentes para que en esa zona los automovilistas circulen sin ningún peligro.
En concreto sobre la postura de Huicochea Vázquez expresó que “si yo puedo ser un instrumento de concordia, de paz” lo hará. Cuestionó: “de qué se quejan” el dirigente del PRI y Salazar Adame, pues “¿de qué murió el quemado? De ardor”. Señaló que su respaldo “es muy pobre” y sólo en el gobierno federal ha encontrado apoyo pero no reveló de quién.
Manifestó que está de acuerdo con la amnistía que propuso el virtual presidente de la República electo, Andrés Manuel López Obrador, quien habló de ella precisamente en Quechultenango: “yo siempre he hablado de una amnistía restringida, pongo un ejemplo, la gente que siembra la amapola, que se ha hecho toda una cultura, ¿qué culpa tienen ellos? Si no se les da otra alternativa que no se les quite eso, ellos son los que necesitan esa amnistía”.
De los pueblos fantasmas en la sierra dijo que “ni Hollywood” ha hecho un escenario similar en que hay casas balaceadas e incendiadas, vehículos quemados y esa situación es terrible. Consideró que hay una política “errónea” de parte del gobierno, que actualmente en el estado está en manos del PRI con el gobernador Héctor Astudillo Flores, “es tiempo de que las autoridades cambien de actitud pues en México hay un cambio y todos debemos ser parte de él”.
Y añadió: “Yo no admito las declaraciones del secretario de Gobierno, de Huicochea, ¿Qué por qué me estoy metiendo en esto? Porque ellos no se meten y además esta es mi diócesis, este es mi estado, esta es mi gente, yo creo que es más mía que de ellos”.
Dijo que el gobierno federal le ha ofrecido protección e incluso carros blindados pero, contrario a funcionarios y políticos que sí tienen este tipo de seguridad, él no la acepta. Consideró que quienes están protegidos de esa manera “tienen miedo de sus malas acciones”.
Sobre la situación en Chilpancingo donde predominan las balaceras y asesinatos, admitió que “desgraciadamente” no se ha involucrado en la situación del municipio pero las autoridades conocen que en el estado hay 20 policías comunitarias y 18 grupos del crimen organizado. El propio Astudillo Flores ha dicho que es difícil gobernar por lo tanto se deben buscar alternativas que brinden paz.
 
La misa y la derrota del PRI
 Quechultenango es conocido en el estado por la celebración al Señor Santiago Apóstol que se distingue por su vestimenta roja y el arma blanca que porta en mano contra los enemigos de la palabra de Jesús. Ayer se llevó a cabo la misa con la que se da inicio a los festejos en su honor en el municipio. Vecinos de pueblos cercanos acuden para presenciar el paseo de la imagen del Señor Santiago por las calles principales de la cabecera municipal aunque el día principal es conocido como el baile del Ocoxuchitl (flor de ocote).
Rangel Mendoza fue recibido por los feligreses en la entrada del pueblo con danzas y música. También estuvieron el presidente municipal Alberto Rodríguez Jiménez y el alcalde electo de Tecpan de Galeana, Jesús Yasir Deloya Díaz, entre otros. Desde ese punto caminaron hasta la iglesia donde el obispo ofició la misa correspondiente a la celebración.
En su sermón, el obispo habló de la derrota del PRI que se reflejó en las urnas el pasado 1 de julio, adjudicó el hecho al hartazgo de la gente y a que el partido que históricamente ha gobernado en el estado y el país se alejó de sus simpatizantes, además de que en su administración prevaleció la corrupción.
“Yo estaba fastidiado de las políticas gubernamentales, de lo malos que han sido muchos gobernantes, de su prepotencia, de su orgullo, de la corrupción, de la simulación”, expresó y aseguró que al PRI “le faltó ser consecuente” y por ello “fue derrotado por el pueblo”.
Ante las circunstancias llamó a los feligreses a ser consecuentes pues al Señor Santiago Apóstol también le faltó ser consecuente y por ello perdió la cabeza. El obispo manifestó que no quiere que le pase lo mismo a él o alguno de los creyentes.