2 junio,2020 10:26 am

“Sientes que te vas a morir”, dice el director del hospital de Iguala de su paso por el Covid-19

Imagen del fármaco usado en la investigación, azul de metileno. Foto: Europa Press

Santiago Velazco Elizalde logra vencer al coronavirus luego de 16 días con medicamentos para tratar enfermedades infecciosas como el sida y la malaria e inmunológicas como el lupus

Iguala, Guerrero, 2 de junio de 2020. El médico Santiago Velazco Elizalde, actual director del hospital general Jorge Soberón Acevedo de Iguala, con 56 años de edad y con hipertensión, logró vencer al coronavirus luego de 16 días con medicamentos para tratar enfermedades como el sida, malaria e inmunológicas como el lupus.

“Se siente feo, sientes que te vas a morir”, dice el médico, con 23 años de servicio en la Secretaría de Salud estatal, que describe cómo es tener el nuevo virus.

El médico general accedió contar su historia para El Sur, pero indicó que no tiene con exactitud la fecha ni el lugar en el que se pudo haber contagiado de coronavirus, pero supone que fue en el hospital general de Iguala, que ha sido la principal institución de la zona Norte, en la que se han atendido pacientes con síntomas, con sospecha o confirmados de coronavirus.

Alrededor del 21 de abril empezó a presentar los síntomas y se puso en cuarentena en su casa de Buenavista de Cuéllar, de donde es originario, y cinco días después se informó que dio positivo a Covid-19.

Estuvo en cuarentena 16 días, y al día 17 ya salió del cuarto en el que estuvo aislado, pudo andar en el jardín y el resto de su casa. El 20 de mayo, luego de ser dado de alta, se hizo una segunda prueba que resultó negativa a Covid-19, y el pasado viernes 22 de mayo, se presentó a trabajar con la seguridad de que ya no tenía el virus.

Contó que a petición suya, tres médicos compañeros de él le estuvieron dando seguimiento vía telefónica en su aislamiento, que llevó en su casa, y con ellos llevó su tratamiento.

“Tomé muchos medicamentos, y me empecé a tratar desde el primer día que inicié con la fiebre. También pienso que eso fue lo que me ayudó”, señaló en la plática por teléfono el médico y reveló que es hipertenso.

Contó que el décimo día de la enfermedad fue la etapa más complicada, después de siete días de fiebre, diarrea y vómito, “ya no aguantaba, y no hay nada que te lo quite”. No sólo es el malestar que provoca la enfermedad, sino también la “bomba” de medicamentos que metes a tu cuerpo, agregó.

Sobre los medicamentos que tomó durante su tratamiento, dijo que fueron recetados por sus compañeros y es el mismo esquema que ya se da a los pacientes contagiados del virus. Por dos o tres días le daban un tratamiento y veían cómo iba respondiendo, y de ser necesario lo cambiaban.

Para la fiebre estuvo tomando Paracetamol y para tratar el virus inició con un antiviral, el mismo que se da para la influenza, pues al principio creyeron que era eso su enfermedad. Tomó el Oseltamivir, que es para la influenza, por cuatro días; dos antibióticos, entre ellos Azitromicina. Además Kaletra, que es un retroviral usado en pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), el cual dijo, soportó sólo por dos días, porque da mucha diarrea.

Después le cambiaron el tratamiento a cloroquina, que se da para los pacientes con malaria, paludismo y que tienen enfermedades inmunológicas como el lupus, que tomó durante seis días, “pero eso es horrible”, así como anticoagulantes que consumió desde el inicio de la enfermedad.

“No hay un tratamiento específico para el coronavirus y todos son experimentales. No hay. Entonces se les da una bomba (de medicamentos) al paciente, a ver con cuál responde”, mencionó.

Explicó que a él la enfermedad no le pegó tanto en los pulmones, sino en el tubo digestivo, aunque sí tuvo neumonía, de acuerdo con las tomografías que le tomaron.

“La situación es fea y triste”, agrega el médico al contar su experiencia vía telefónica, en la que lamentó que todos los días muere al menos una persona en el hospital general Jorge Soberón Acevedo, con sospecha de contagio de coronavirus.

Texto: Alejandro Guerrero / Foto: Ilustrativa-Archivo