Reino Unido condena los golpes a un periodista de la BBC en la ciudad de Shanghai y defiende la libertad de prensa. Sunak asegura que el país asiático es “un desafío que se agudiza a medida que avanza hacia un autoritarismo aún mayor”
Madrid, España, 29 de noviembre de 2022. Estados Unidos ha afirmado ayer que sigue “de cerca” las protestas en China y apoya el derecho de los manifestantes a salir a las calles “de forma pacífica” en el marco de las restricciones de la denominada política ‘Covid Zero’ en el gigante asiático.
“Se debe permitir a las personas el derecho a reunirse y protestar pacíficamente contra las políticas, leyes, dictados con los que estén en desacuerdo”, ha dicho el portavoz de comunicación del Consejo de Seguridad Nacional estadunidense, John Kirby, según ha precisado Bloomberg.
Asimismo, Kirby ha aclarado que Estados Unidos no ve, por el momento, un “impacto particular” en la cadena de suministro después de que cientos de trabajadores de la principal planta de fabricación de iPhones de la compañía estadunidense Apple en China se enfrentaran hace unos días con el personal de seguridad.
La protesta en Foxconn Technology Group se inició a raíz de las demandas de los trabajadores por salarios impagados. La fábrica china, en la que trabajan más de 200 mil trabajadores, lleva cerrada desde octubre.
Las protestas en distintos puntos de China, como en Pekín, Wuhan o Shangái, estallaron a raíz del incendio en la ciudad de Urumqi, en la región occidental de Xinjiang, donde fallecieron al menos 10 personas debido, supuestamente, a la lenta respuesta de los bomberos por las restricciones contra el coronavirus.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Reino Unido, James Cleverly, ha condenado ayer los golpes recibidos por un periodista de la cadena de televisión BBC tras ser detenido cuando cubría las protestas en el país asiático y ha defendido la libertad de prensa.
“El derecho a reunirse y la libertad de prensa deben ser respetados. Ningún país está exento de esto. El arresto del periodista Edward Lawrence es profundamente preocupante. Los periodistas deben ser capaces de hacer su trabajo sin intimidación”, ha aseverado en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
Previamente, el secretario de Estado de Empresas, Energía y Estrategia Industrial británico, Grant Shapps, ha alertado al gobierno chino de que “no hay excusas” que justifiquen los golpes a Lawrence y ha calificado lo sucedido en la ciudad de Shanghái al periodista en cuestión como un “ataque”.
En declaraciones a la cadena Sky News, Shapps ha aseverado que “no existe excusa alguna para que un periodista que simplemente está cubriendo algo sea golpeado por la Policía”. “La libertad de prensa y la libre información deben ser sagradas”, ha afirmado.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha explicado que China representa un “desafío sistémico” a los valores e intereses de Reino Unido que se agudiza “a medida que avanza hacia un autoritarismo aún mayor” en el marco de las protestas que han estallado en el país.
El primer ministro británico ha recordado que, en el marco de las protestas en el gigante asiático, el gobierno chino ha agredido a un periodista de la BBC, aludiendo a los golpes que recibió Edward Lawrence mientras ejercía su profesión.
“Los medios de comunicación, y nuestros parlamentarios, deben poder resaltar estos temas sin sanción, incluido denunciar los abusos en Xinjiang y la restricción de la libertad en Hong Kong”, ha indicado antes de resaltar “la importancia de China en los asuntos mundiales”.
Sunak ha reiterado desde Guildhall, en Londres, la idea de que hay que “evolucionar” en el enfoque que Reino Unido tiene hacia China, ya que “la era dorada ha terminado”. “Pero tampoco debemos confiar en la retórica simplista de la Guerra Fría”, ha indicado.
Por otro lado, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido a las autoridades chinas que respeten los derechos fundamentales de los manifestantes a protestar “pacíficamente” contra las “draconianas restricciones de la denominada política ‘Covid Zero’.
China despliega policías en Pekín para impedir las protestas
Las autoridades chinas reforzaron la presencia de policías en Pekín para disuadir nuevas manifestaciones contra la política de “Covid Zero”, tras un domingo marcado por relevantes protestas en el gigante asiático.
Con la presencia de numerosos vehículos de Policía, patrullas repletas de agentes y cámaras de vigilancia, las fuerzas de seguridad evitaron nuevas protestas en las calles de la capital china.
Cientos de personas, jóvenes la mayoría, se manifestaron el domingo por la noche en las dos orillas del canal Liangma, dando lugar a una imagen muy poco habitual en Pekín. Los manifestantes mostraron hojas de papel en blanco para protestar contra la censura, cantaron el himno nacional y gritaron proclamas contra las restricciones por el Covid-19 que les impiden viajar libremente desde hace casi tres años.
Los policías patrullaban en las dos orillas del canal, habitualmente una zona de paseo, en grupo de dos o tres. También había agentes en las calles adyacentes. Cerca de ahí estaban estacionados una veintena de vehículos o furgones de las fuerzas de seguridad, algunos de ellos equipados con cámaras de vigilancia, lo que dificultaba en gran medida cualquier concentración de los manifestantes. Numerosos policías estaban presentes en la histórica plaza de Tiananmen y efectuaban controles de identidad a los transeúntes, incluidos los ciclistas, algo muy inhabitual.
Ayer lunes por la noche estaba prevista una manifestación cerca del puente donde se desplegaron las pancartas en octubre, pero al final no tuvo lugar debido a la imponente presencia policial.
Bolsas chinas caen ante múltiples protestas contra “Covid Zero”
Las bolsas chinas experimentaron pérdidas en las primeras horas de la sesión de ayer después de que una serie de protestas contra la política nacional de “Covid Zero” se extendiera a diversas ciudades del país, derivando en algunos casos en enfrentamientos con la Policía y detenciones.
Llegado el descanso de la media sesión, el mayor descenso lo registraba el selectivo de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, con una bajada del 1.98 por ciento.
En la parte continental del país, y pese a que la prensa oficial mantiene un silencio absoluto sobre las protestas, el índice de referencia de la Bolsa de Shanghái perdía un 1.03 por ciento, mientras que el parqué de Shenzhen hacía lo propio en un 1.05 por ciento.
El CSI 300, índice que sigue la evolución de los 300 principales valores de estos dos mercados, bajaba un 1.58 por ciento.
Mientras tanto, el recientemente establecido referencial de la nueva Bolsa de Pekín -centrada en pymes- cedía un 0,83 por ciento.
Los precios de las acciones bajaron ayer en la Bolsa de Valores de Nueva York luego de que los mercados financieros de todo el mundo reaccionaron a las protestas en China que piden la renuncia del presidente Xi Jinping, en medio de la creciente molestia por las severas restricciones implementadas por el COVID-19.
El S&P 500 cayó un 1.5 por ciento, revirtiendo todas las ganancias que tuvo el índice la semana pasada. El promedio industrial Dow Jones bajó 1.4 por ciento, mientras que el compuesto Nasdaq perdió 1.6 por ciento.
La segunda economía más grande del mundo se ha visto asfixiada por una política de “Covid Zero” que incluye confinamientos que amenazan continuamente la cadena de suministro mundial en un momento en que el temor a una recesión se cierne sobre las economías de todo el mundo. Las recientes manifestaciones son la mayor muestra de disidencia pública contra el Partido Comunista en décadas.
La agencia de calificación crediticia Moody’s hizo ayer referencia al posible impacto económico de las protestas: «Esperamos que las protestas en diversas ciudades chinas (…) se disipen de forma relativamente rápida y sin resultar en violencia política grave», indicó el vicepresidente de Moody’s Investors Service, Martin Petch, según información de EFE.
La Bolsa de Valores de Londres cerró la sesión ayer con una caída del 0.17 por ciento, arrastrada por el temor a que las restricciones contra el coronavirus en China lastren la economía del gigante asiático.
La bolsa italiana se comportó de manera similar a otras plazas de Europa en una jornada condicionada por las protestas contra la estricta política para detener el repunte de contagios de coronavirus en China, que lastró las bolsas asiáticas y llevó a Wall Street a abrir en negativo.
En Alemania, Fráncfort abrió también a la baja y el índice selectivo DAX-40 cerró ayer con pérdidas del 1.09 por ciento para quedar en los 14.383,4 puntos.
En España la bolsa bajó ayer el 1.11 por ciento y se acercó a 8.300 puntos, tras poner fin a una racha de seis sesiones de alzas (Con información de Agencias / Redacción).
Texto: Europa Press
