Con un mensaje en su cuenta Facebook, La Covacha Barra de Café informó que después de 18 años ininterrumpidos, cerrará sus puertas definitivamente.
Chilpancingo, Guerrero, 1 de febrero de 2020. En la esquina de las calles Madero y Zapata, en el primer cuadro de la capital, está ubicada La Covacha, una cafetería emblemática y de referencia en Chilpancingo, que anunció su cierre a partir del 2 de febrero.
Con un mensaje en su cuenta Facebook, La Covacha Barra de Café informó que después de 18 años ininterrumpidos, cerrará sus puertas definitivamente.
“No olvidemos cerrar ciclos, colocar puntos finales y vivir un montón de historias nuevas. Gracias por su incondicional presencia y compañía”, dice el mensaje a modo de despedida, sin más explicación de la decisión, que parece inesperada. El propietario, es Ramón Carreto Soto.
Consultado sobre el cierre de éste y otros negocios en el primer cuadro de la ciudad, como el restaurante La Finca, el año pasado, después de décadas de servicio, el empresario Pioquinto Damián Huato dijo que en este momento todos los comerciantes se quejan de la recesión económica, “de la falta de circulante, es un asunto generalizado”, precisó.
Consideró que las cosas están muy graves, porque el cierre de cada unidad económica implica la pérdida de empleos, y los trabajadores quedan muy vulnerables.
Además, señaló que los gobiernos municipal y federal no están generando trabajos, sino despidos.
Sobre la inseguridad, reconoció que “a veces hay olas, y no ha pasado hace como tres meses. Ahorita nadie ha reportado robos, ni asaltos, ni intentos de extorsión”. Destacó que en Chilpancingo, los delitos dolosos han ido a la baja.
En sus inicios, La Covacha era la mitad del local que ahora ocupa, se extendió varios metros cuadrados y se amplió a la parte del pasillo en el centro histórico.
Aún es visitada por periodistas, que usaban el lugar como espacio de encuentro diario; funcionarios universitarios y de gobierno; políticos, abogados litigantes, activistas y luchadores sociales. Entre los personajes asiduos, hay un trovador que se unió al grupo de ajedrecistas que se dan cita en el lugar.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jessica Torres Barrera
