14 agosto,2019 4:29 am

Siguió el clientelismo en el reparto del fertilizante, señala organización campesina

Fue un programa “fallido”, critica el Movimiento Siglo XXI y pide cuentas a Villalobos, Gage y Amílcar. Prevalece el neoliberalismo en la Sader, afirman. Demandan políticas de apoyo para otros productos más allá del maíz
Acapulco, Guerrero, 14 de agosto 2019. Integrantes de la organización social Movimiento Campesino Plan de Ayala Siglo XXI consideraron que fue “fallido” el programa federal de fertilizante gratuito en el estado e indicaron que es un reflejo de la política neoliberal que prevalece en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del gobierno federal.
En conferencia de prensa en la Universidad Americana de Acapulco, solicitaron al secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula; al encargado del programa nacional del fertilizante, Jorge Gage Francois, y al delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, una explicación, porque todavía hay campesinos a los que no les ha llegado dicho insumo.
“Falló el programa porque lo que se anunció no se cumplió”, dijo Rafael Pastrano Campos, quien recordó que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador dijo que se iban a romper inercias, que no habría moches y que se iban a terminar los vicios de cuando lo manejaban el gobierno del estado y los alcaldes, pero eso no sucedió.
Agregó entre las fallas que el padrón de beneficiarios se fue construyendo al calor de las protestas de los productores, y también cuestionaron que el gobierno federal compró el fertilizante “a la misma empresa que desde hace 30 años provee el insumo, la empresa de (el ex gobernador) Rubén Figueroa Alcocer”.
También dijo que continuó “el vicio clientelar de apoyar a los cuates, se privilegió a líderes que reservaban los paquetes para sus gentes”.
Pero “la principal inconsistencia es que no se realizó un padrón”, pues la autoridad federal daba unos datos y la estatal otros y lo único que queda es “monitorear la siembra” de maíz para conocer realmente el alcance que tuvo el programa.
Explicó que en la Montaña “hay compañeros a los que no les dieron fertilizante y nos sumamos al reclamo, y las autoridades lo reconocen. Aunque el gobernador dice que son 70 mil los que hacen falta, el delegado dice que son 26 mil y falta gente, y debe cumplirse”.
Sostuvo que la agrupación intervino para que los gobiernos federal y estatal dieran soluciones, “nuestro trabajo fue desbloquear problemas, en lugar de bloquear”, pues el programa se operó “de manera incorrecta”.
Denunció que no se está atendiendo de manera integral el problema del campo, pues no hay una estrategia que reactive la producción de otros cultivos y la asistencia técnica está ausente. Recordó que su organización promueve la “agricultura ecológica, orgánica, en Atoyac nosotros somos los impulsores del café orgánico”.
Pastrano Campos dijo que su movimiento propone que las políticas públicas para el campo del gobierno de la Cuarta Transformación se reorienten hacia la agricultura ecológica y que el programa del fertilizante sea una oportunidad, para eliminar la “perversión paternalista y electorera con la que se vino operando, desde la época de Rubén Figueroa”.
El director de la Universidad Campesina, Carlos García, dijo que durante “estos tres meses del eclipse del fertilizante”, parecía que este fuera el principal programa público para el campo, cuando el “problema es más amplio y más integral”, y requiere de la aplicación de diversas políticas públicas.
“Hay un gran rezago, hay una política fallida de quienes están al frente de la Sader, y en el caso del fertilizante, estamos hablando de tres responsables directos, como el secretario federal, el coordinador nacional del programa y el delegado federal en Guerrero. Esos tres tendrían que rendir cuentas a los campesinos y organismos fiscalizadores”, demandó.
Y propuso que en los consejos de desarrollo rural y sustentable se revisen las políticas públicas que se aplicarán en el campo guerrerense; la reorientación del programa de fertilizante; depurar el padrón de beneficiarios, y que el próximo año un 50 por ciento del presupuesto se aplique para comprar insumos agroecológicos.
En tanto, Adolfo Plancarte Jiménez dijo que el programa es un claro ejemplo de cómo piensan los funcionarios federales al tomar sus decisiones, “es el mismo enfoque neoliberal, con retraso y con presupuesto disminuido. El fracaso del programa fertilizante refleja también la fallida política pública rural que se sigue promoviendo desde la Sader”.
Texto: Aurora Harrison/Foto: El Sur