Militares y policías estatales y ministeriales sólo los resguardan a los familiares pero no los apoyan en la localización de sus seres queridos porque no llevan material ni herramientas, se queja la presidenta del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco y Chilpancingo, Socorro Gil Guzmán. Continuarán la jornada hasta el viernes
Chilpancingo, Guerrero, 25 de julio de 2023. Familiares de desaparecidos del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco y Chilpancingo, realizaron ayer una jornada de búsqueda en un cerro al sur de la capital, cerca del Parador del Marqués.
La presidenta del colectivo, Socorro Gil Guzmán, madre del joven desaparecido en Acapulco en 2018, Jonathan Guadalupe Romero Gil, informó que la búsqueda se realiza derivado de denuncias anónimas que recibieron algunas madres de que por esta zona podrían estar sus hijos.
La jornada inició a las nueve de la mañana y terminó hasta la una de la tarde sin que hayan encontrado algún indicio.
En la punta del cerro a la que llegaron caminando unos 20 minutos por veredas sinuosas y accidentadas, las madres gritaron consignas como: “¿por qué los buscamos?, porque los amamos” e “hijo, escucha, tu madre está en la lucha”.
Informó que la jornada de búsqueda inició ayer lunes y continuará en el transcurso de la semana en distintos puntos de Chilpancingo, derivado de información que recibieron algunas madres que buscan a sus hijos, “y por eso decidimos venir a hacer la búsqueda en este lugar”, informó.
Durante casi cuatro horas, las madres, padres y hermanos de personas desaparecidas buscaron entre la maleza, palmas y magueyes de un accidentado terreno, picando en distintos lugares con varillas, picos y palas, sin éxito alguno.
La señora Gil Guzmán lamentó que sigan siendo los familiares de los desaparecidos quienes busquen a sus desaparecidos, sin la participación de las autoridades.
Ayer, los siete familiares de desaparecidos sólo fueron resguardados por militares, policías estatales y ministeriales, pero en la búsqueda sólo participaron los familiares de los desaparecidos.
“Ya recorrimos desde allá abajo, (cerca de la carretera federal México-Acapulco) y vamos a llegar hasta lo más alto para ver si logramos encontrar algo”, declaró a las 11 y media de la mañana.
Se quejó que siempre se topan con la “negligencia” de las autoridades que no llevan material o herramientas, e hizo el llamado a las autoridades para que cuando les autoricen búsquedas las programen bien y que traigan el suficiente material para salir a campo a buscar.
Reprochó que los familiares de los desaparecidos dejan a sus familias y sus trabajos para venir a buscar a sus desaparecidos; “sabemos que a quienes le interesa venir a buscar es a nosotros pero que cuando menos las autoridades nos apoyen sobre todo con material porque nosotros vemos cómo le hacemos para venir con nuestros propios recursos”.
Llamó a la sociedad que se sume, “y nos digan si tienen algún indicio de alguna fosa o de algún lugar donde podamos encontrar alguno de nuestros familiares”.
Explicó que no buscan culpables, “buscamos a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestros familiares que están desaparecidos para llevarles de vuelta a casa”.
La jornada va a terminar el viernes con la colocación de fotografías de sus desaparecidos en un sitio de Chilpancingo que todavía no han definido, e hicieron un llamado a familiares de otros desaparecidos para que se sumen a las búsquedas, o para apoyar con comida o agua “porque la verdad venimos sin el apoyo de ninguna autoridad, andamos en la búsqueda con nuestros propios recursos”, denunció.
Con respecto a su hijo Jonathan Guadalupe Romero Gil, Socorro Gil informó que él es abogado y tenía 26 años cuando desapareció el 5 de diciembre del 2018 después de que fue detenido-desaparecido por policías municipales en el momento que iba a jugar futbol a una cancha cerca del Zócalo de Acapulco.
“Desde entonces yo no he parado de buscarlo, he exigido a las autoridades que investiguen pero hasta ahorita las investigaciones no han avanzado, a pesar de que en su momento se encontraron pruebas, pero el fiscal regional que estaba en Acapulco, David García Muñoz se encargó de desaparecer todas las pruebas”, denunció.
Agregó que incluso después, sus familiares recibieron amenazas y tuvieron que salir desplazados de Guerrero y regresaron hasta que disminuyeron las amenazas “para seguir buscando a mi hijo y a todos los desaparecidos”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Eduardo Guerrero
