2 agosto,2018 4:49 am

Suman 413 protestas educativas en el pasado ciclo; falta de maestros y daños por los sismos, principales causas

Ramón Gracida Gómez
La falta de maestros y los daños en la infraestructura de las escuelas de Guerrero a raíz de los sismos de septiembre pasado, fueron las dos principales demandas en las protestas relacionadas con la educación en este ciclo escolar, de acuerdo con un recuento realizado por El Sur.
Otras demandas destacadas fueron el pago atrasado de sueldos a maestros, falta de nombramientos a profesores que realizaron el examen profesional docente en años previos y la seguridad.
El ciclo escolar reciente empezó el 21 de agosto de 2017 y terminó el 9 de julio, periodo en el que se realizaron 413 protestas relacionadas a la educación en la entidad, en varios municipios del estado.
En promedio, se realizaron dos protestas por cada día de clases, de un total de 195 días, como oficialmente se señala en el calendario escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Tan sólo en nueve días laborales de agosto se realizaron 27 protestas, cifra que aumentó a más del doble para el mes siguiente, en el que se suspendieron clases por los sismos, al alcanzar las 63 protestas. En octubre las protestas aumentaron a 83, para noviembre se disminuyó a 36, en diciembre fueron sólo 17, antes de comenzar vacaciones.
Este año empezó con 42 protestas, en febrero subió sólo a 43 y un total de 35 protestas fueron realizadas en marzo. En abril fueron 39, en el siguiente mes se realizaron 20 protestas y hubo tan sólo ocho en junio. En los nueve días de julio, en los que todavía seguía el ciclo escolar, no se registraron protestas.
De entre todas estas protestas, destacan los 166 bloqueos, marchas, paros laborales y tomas de escuelas que se realizaron padres de familia para demandar que el gobierno estatal enviara maestros a los planteles donde sus hijos toman clases.
Los familiares denunciaron constantemente que sus hijos no recibían clases, debido a que los maestros se jubilaban o cambiaban de escuela, sin que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) los sustituyera.
Tan sólo en el primer día de clases del ciclo hubo protestas por este motivo en San Jerónimo, Atoyac, Cuetzala, Taxco y Heliodoro Castillo.
En Acapulco se registraron 37 protestas por falta de maestros en todo el año escolar, principalmente en primarias de la zona suburbana, a excepción de la toma de una escuela por parte de padres de familia en el kínder Manuel Cervantes, donde faltaba un maestro porque otra docente era aviadora y faltaba a clases, y las protestas de las secundarias técnicas 129 y 153, y la 100 Álvaro Obregón.
Costa Grande fue la segunda región en donde más se protestó, porque en las escuelas no habían maestros suficientes para los salones de clases. En total fueron 42 protestas, llevadas a cabo principalmente en primarias de Atoyac, donde se contabilizaron 12, y primarias y secundarias de Zihuatanejo, en total 14.
Montaña fue la tercera región con más protestas por este motivo, al alcanzar la cifra de 23. A diferencia de las otras regiones, las protestas en esta zona se caracterizaron por el bloqueo de carreteras y demandar el envío de maestros a varias escuelas de la zona, históricamente marginada. Así fue el 11 de septiembre, en Tlapa, donde se pidieron 80 maestros para distintos niveles educativos, además de infraestructura para los planteles.
La región Norte sigue en la lista, con 17 protestas, realizadas principalmente en Iguala y Taxco.
Padres de familia de algunas escuelas de Costa Chica protestaron 10 veces por el mismo problema, donde normalmente lo hacían junto con escuelas de municipios colindantes de la Montaña.
En Tierra Caliente sólo se protestó tres veces en Coyuca de Catalán y una vez en Teloloapan.
La segunda gran demanda fue la reconstrucción de los planteles educativos que fueron dañados por los sismos de septiembre de 2017, motivo por el que los padres de familia salieron a las calles a protestar en 75 ocasiones.
Desde el primer gran sismo, del 7 de septiembre, los protestantes mostraron el problema que evidenció el fenómeno natural y que se complicó aún más a partir del segundo sismo, ocurrido el 19 de septiembre.
Tras el primer terremoto, padres de familia dijeron que sus escuelas no eran tomadas en cuentas para la reconstrucción. Desde las primeras manifestaciones, se denunciaba que los planteles no eran incluidos en la lista de 52 escuelas con daños, que dio a conocer el gobernador Héctor Astudillo el 10 de septiembre.
Entre el primer y segundo gran sismo se contabilizaron seis protestas en Chilpancingo, Atoyac, Petatlán y Tixtla.
Después del sismo del 19 de septiembre, el problema se desbordó, porque aumentó el número de escuelas dañadas y Protección Civil no se daba abasto con la revisión de las infraestructuras.
Las primeras protestas se realizaron el 25 de septiembre de 2017 en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Pungarabato, Coyuca de Catalán y Atoyac. A partir de entonces y hasta la última de éstas, realizada por este motivo en Tixtla el 5 de junio de 2018, se contabilizaron 69.
En la edición de El Sur del 1 de abril pasado, se informó que había 303 escuelas que no eran incluidas por el gobierno estatal para su reconstrucción tras los sismos de septiembre.
Ahí se señala que en la plataforma digital reconstruccion.mejoratuescuela.org, promovida por diversas organizaciones civiles, como el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), entre otras, se identificaban 557 escuelas guerrerenses con daños en la infraestructura, cifra superior a las 254 que reconocía el director del Instituto Guerrerense para la Infraestructura Física Educativa (IGIFE), Jorge Alcocer Navarrete, como se publicó en la edición del 19 de marzo pasado.
Otra de las demandas por las que más se protestó fue por el pago de sueldos, motivo por el que los maestros salieron a la calle 50 veces, porque se les pagaba de manera atrasada o se tenían problemas porque maestros y administrativos no estaban incluidos en el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone).
En este año escolar también destacaron las 14 protestas realizadas por maestros idóneos en Chilpancingo y Acapulco, quienes demandaban los nombramientos que la SEG no les entregaba, a pesar de haber realizado el examen profesional docente.
La seguridad fue la otra demanda por la que se protestó 10 veces, siendo la más importante el bloqueo de una avenida de la capital del estado, realizada por profesores de la Montaña baja, quienes señalaron que no podían ir a sus centros de trabajo en Chilapa debido a que el transporte público estaba suspendido.
Esta crisis de inseguridad y suspensión de clases duró todo octubre y parte de noviembre de 2017, y afectó a 663 escuelas, 62 mil 300 alumnos, 3 mil 400 maestros y personal de apoyo en los municipios de Chilapa, Atlixtac, José Joaquín de Herrera, Ahuacuotzingo y Zitlala, como se informó en la edición del 7 de noviembre.
El resto de las demandas fueron en contra de la reforma educativa, becas, transporte, gratuito y material didáctico.