Acapulco, Guerrero, 11 de mayo de 2023. Por el Día de las Madres el panteón de Las Cruces recobró vida entre sus angostos caminos, por la visita de las hijas, hijos y nietos que fueron a ver a las mujeres que ya fallecieron y que les dieron vida.
Afuera del panteón desde las 4 de la mañana las vendedoras comenzaron el arreglos de las flores, el acomodo de otros tantos en improvisados estantes de madera, o en cubetas con agua para refrescarlas.
Tres horas después comenzaron a llegar las primeras visitas, y debido a que los vendedores tienen sus puestos y ocupan toda la baqueta apenas y se podía caminar, por eso mucha gente caminó en un carril de la lateral del bulevar Vicente Guerrero.
Vendedores de comida como relleno de puerco y aguas de fruta también se colocaron a un costado de la puerta del panteón. Adentro se colocaron paramédicos de la Cruz Roja que hasta las 12 del día habían atendido a cinco personas por elevación de la presión y una por una caída que requirió de una sutura.
Al caminar entre los pasillos casi a cada momento se escuchaban los estruendos de los cohetes, al fondo música de viento o de tríos de músicos con sus guitarras.
La imagen por donde se volteaba a ver era de mujeres y hombres adultos mayores colocando flores, y cortinas en las tumbas de sus madres ya fallecidas. Otros les llevaron los platillos que les gustaban cuando aún vivían.
La señora Alicia Castrejón Miranda fue a visitar la tumba de su mamá quien falleció hace 11 años a la edad de 98 años. La mujer le llevó flores, y estaba en compañía de sus hermanas y sobrinas.
La mujer comentó que iban a estar gran parte de la tarde en la tumba, incluso una de sus familiares se adelantó a comer. Dijo que en casa frente a su fotografía le colocó una veladora.
Compartió que su mamá, Petra Miranda Guadarrama, fue muy longeva por la alimentación sana que llevaba, “ella se cuidaba y Dios nos las dejó mucho tiempo”.
En el panteón también había grupos musicales amenizando la estancia de las familias, y una de las canciones que se oía frecuentemente era Amor eterno.
El señor Martín Flores es músico e integrante del grupo Clave Azul desde hace 27 años, pero en la actualidad es el único fundador que queda, el resto son jóvenes que se han integrado recientemente.
El grupo de seis integrantes cobra 100 pesos por cada canción que le solicitan los familiares de las difuntas. A pesar de la gran concurrencia hasta las 12 del día habían acudido a cinco tumbas.
Los músicos habitualmente esperan que sean contratados en el acceso del panteón, pero ayer la mayoría recorrió los pasillos y caminó entre las tumbas ofreciendo tocar, incluso el grupo antes de hacer su recorrido, tocó Las mañanitas para animar a la gente a que los contratara.
La administradora de panteones del municipio, María de Lourdes Cristino Jaimes, informó que el cálculo que establecieron fue de recibir a unas 2 mil personas en el panteón de Las Cruces, pero fue rebasado, e incluso ayer mismo sacaron 30 toneladas de basura del panteón, por la limpieza de las tumbas.
El río de gente en el cementerio daba vida al lugar que casi todo el año está vacío, y sólo en fechas especiales florece y donde pareciera que los muertos recobran vida por el ruido de los visitantes.
Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: Jesús Trigo
