El estudiante de la Ingeniería en Nanotecnología, José Armando Becerra Hernández, propone replicar las estructuras pequeñas que están en el cemento para después colocarlas en materiales más ligeros que sean manipulables
Ciudad de México, 9 de febrero de 2024. El estudiante de la Ingeniería en Nanotecnología, José Armando Becerra Hernández, y académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG) trabajan en el desarrollo de un material que podría ser utilizado por la NASA para proteger a las y los astronautas de las radiaciones en el espacio.
“Se conoce desde hace varias décadas que el cemento tiene esta propiedad de bloquear neutrones, los dispersa, los desvía, pero sería muy poco práctico llevarnos placas de cemento al espacio por lo pesado que son”, expuso el profesor investigador del Departamento de Ciencias Básicas y Aplicadas del CUTonalá, Víctor Hugo Romero Arellano.
“La propuesta de Armando es replicar esas estructuras pequeñas que están en el cemento para después colocarlas en materiales más ligeros que sean manipulables”, apuntó.
Si el proyecto resulta, en alrededor de dos años podría empezar a ser empleado por la NASA.
“La idea es crear un recubrimiento para naves espaciales, trajes espaciales, incluso para el envasado de alimentos, este material lo que debe de hacer es absorber o dispersar la radiación para que no se dañen las naves, las estructuras moleculares de los alimentos”, explicó por su parte Becerra Hernández.
Por el desarrollo de esta idea el joven estudiante además ganó el tercer lugar en el Programa Internacional Aéreo y Espacial de la NASA.
Al respecto, Romero Arellano señaló que la creación de este material aún se encuentra en primera fase, sin embargo, esperan que antes de 2026 puedan hacerse pruebas en el espacio para determinar su efectividad.
“Todo desarrollo tecnológico va por varias fases, estamos en esta primera fase de investigación, pero muy optimistas de que el proyecto va a prosperar y en fechas próximas ponerlo en órbita para probar su desempeño”, dijo.
Becerra Hernández precisó que la fase de prueba, que podría ocurrir entre finales de 2024 e inicios de 2025, estaría a cargo del módulo de experimentación de la empresa AEXA.
En 2026 habría resultados que determinen si es viable el uso de este nuevo material en el espacio.
Texto y foto: Agencia Reforma