Ciudad de México, 16 de abril de 2022. Tras años de búsqueda, Cecilia Patricia Flores recibió en una misma semana información de la posible localización de sus dos hijos desaparecidos y, tras la exhumación de las osamentas, una en Sinaloa y otra en Sonora, ahora esperará el resultado de las pruebas de ADN para comprobar que se trata efectivamente de sus familiares.
Los primeros restos fueron localizados el pasado domingo en la comunidad de Juan José Ríos, en Guasave, Sinaloa, a donde ella misma acudió tras recibir la pista de que en ese lugar estaba enterrado su hijo Alejandro, quien desapareció en 2015 cuando tenía 21 años.
La segunda osamenta, que correspondería a su otro hijo, Marco Antonio, desaparecido en 2019, fue encontrada el viernes en la colonia la Costa, en Hermosillo, Sonora, también por ella e integrantes de la organización Madres Buscadoras de Sonora, luego de recibir una información anónima.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora confirmó el hallazgo de la osamenta e indicó que iniciaría con los peritajes correspondientes para determinar la identidad de los restos.
“Personal pericial del Laboratorio CIF (Inteligencia Científica Forense) de la Fiscalía de Sonora realizará la extracción protegida del hallazgo en la Costa de Hermosillo y determinará por comparativa genética de ADN si corresponden al hijo de la líder del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora”, informó en su cuenta de Twitter.
El estudio genético de los restos encontrados en Sinaloa, indicó Flores, está a cargo de la Fiscalía estatal, que deberá compartir los resultados con las autoridades federales que están llevando su caso.
El viacrucis de Flores inició en 2015 con la desaparición de su primer hijo y se incrementó en 2019 con la desaparición del segundo. A partir de entonces comenzó con una búsqueda que la ha llevado por varios estados del país escarbando en brechas, despoblados y zonas urbanas.
Pronto comprendió que la tarea, aunque difícil, era más llevadera si se hacía con el apoyo de otras personas que estuvieran pasando por la misma tragedia y fundó Madres Buscadoras de Sonora, a través de la que se da acompañamiento a quien está en la búsqueda de un ser querido.
El jueves, en su cuenta de Twitter, publicó la fotografía del maxilar de la osamenta encontrada en la Costa y escribió que reconocía en él a su hijo.
“Traigo un nudo en la garganta. Creo que encontré a mi hijo Marco en la búsqueda de hoy. Reconozco su dentadura y forma de cráneo. Siento que me derrumbo”, señaló.
Sin embargo, también está curtida en la frustración, pues en el caso de Marco Antonio, esta es la tercera vez que la dan información de la presencia de restos que resulta positiva pero en dos ocasiones anteriores los resultados de ADN salieron negativos.
Texto: Rolando Herrera / Agencia Reforma
