Acapulco, Guerrero, 14 de diciembre de 2023. Ayer miércoles trascendió la muerte el pasado 12 de diciembre de Adolfo Santiago González, Fito, heredero del hotel Flamingos que perteneció al actor Johnny Weissmuller, Tarzán, y que sirvió de refugio para estrellas de Hollywood como Cary Grant, Rex Allen, Bo Roos, Errol Flynn o Richard Widmark -conocidos como la Pandilla de Hollywood- y que disfrutaron del glamur de Acapulco del siglo pasado.
Tenía 90 años y su cuerpo fue velado en Gayosso; sus restos serían sepultados por la tarde en Valle de la luz.
Amante de la música -formó el Trío Los Vagabundos-, fue padre del arquitecto del mismo nombre, Fito Santiago, promotor y desarrollador de la llamada arquitectura costeña y que murió en 2020.
Nacido en 1933 en San Miguel Tlacamama, Oaxaca, Adolfo llegó al puerto a finales de los años cuarenta e invitado a trabajar por el propio Tarzán se quedó en el hotel Flamingos lo mismo haciendo labores de limpieza como de gerencia muchos años después.
Fue el propio Tarzán, aquejado por la vejez y la enfermedad, quien decidió heredar la propiedad a Adolfo, quien lo cuidó hasta su muerte en 1984.
La hospedería, de unas cuarenta habitaciones, está enclavada en la cima de un risco, a un costado de la avenida Adolfo López Mateos de la zona tradicional de Acapulco y fue fundada en los años treinta del siglo anterior.
A partir de 1954 adquirió renombre y popularidad de la mano de Tarzán, quien enamorado del lugar decidió no solo comprarlo -junto con sus amigos John Wayne, Red Skelton y Fred McMurray- si no volverlo su residencia.
A partir de entonces se volvió no sólo un lugar de moda sino un refugio para las estrellas del cine mundial de aquella época.
Actualmente el Flamingos hace el intento de ponerse de pie tras el impacto del huracán Otis el pasado 25 de octubre y que lo dañó severamente.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Internet
