Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad revela que Deutsche Bank señala que la Federación Mexicana de Futbol es una de las 17 empresas que realizó traspasos sospechosos a directivos involucrados en el caso de corrupción más grande en la historia del balompié mundial
Ciudad de México, 23 de septiembre de 2020. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) ha sido ligada, por primera vez, a personas procesadas judicialmente en el escándalo conocido como “FIFAGate”.
Tanto la FMF como la empresa nacional ACHE Entretenimiento S. A. de C. V. figuran entre las 17 corporaciones que realizaron depósitos a alguno o varios de 13 de los sentenciados por el mayor caso de corrupción y sobornos en la industria del futbol, reveló Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI).
Hasta ahora, México no había sido vinculado al escándalo que hace cinco años sacudió las entrañas de la FIFA.
El Deutsche Bank compartió con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos un documento realizado en julio de 2015, conocido como Reporte de Actividad Sospechosa, que incluía las transferencias por 13 millones de dólares a 13 de los involucrados en el “FIFAGate”, las cuales podrían estar relacionadas con lavado de dinero o sobornos. El archivo salió a la luz gracias a la filtración mundial conocida como FinCEN Files.
Entre las 17 entidades que realizaron depósitos figuran la FMF y ACHE Entretenimiento S. A. de C. V., constituida originalmente para organizar eventos y campañas publicitarias.
Las transferencias a 11 personas y dos empresas se efectuaron entre julio de 2008 y mayo de 2015, periodo en el que Justino Compeán Palacios fungió como presidente de la FMF.
Presidió la Federación entre 2006 y 2015; renunció días antes de la redada en Zúrich donde se arrestó a altos ejecutivos de la FIFA.
Entre los 13 beneficiarios de los depósitos destaca Jeffrey Webb, presidente de la Concacaf entre 2012 y 2015 y uno de los acusados en el “FIFAGate”.
Desde su retiro de la FMF por motivos personales, Compeán se ha mantenido al margen del mundo del futbol.
El Reporte de Actividad Sospechosa no necesariamente implica el que se haya cometido un delito.
De acuerdo con MCCI, ACHE Entretenimiento negó las transferencias, mientras que Justino se rehusó a declarar al respecto.
En el escándalo que salpicó a la Concacaf, a la Conmebol y a federativos de varios países, era de destacar que no apareciera ninguna persona física o moral mexicana.
Justino Compeán Palacios se aferró a la presidencia de la FMF en tiempos convulsos, pero dio un paso al costado en época de paz.
Estuvo al frente del organismo entre 2006 y 2015, periodo en el que peligró la clasificación de México a las Copas del Mundo de 2010 y 2014.
Soportó la tormenta. Por eso fue tan extraño que en marzo de 2015 optara por dejar el cargo, por motivos personales. Su gestión terminó cinco meses después.
No obstante, en ese periodo final se produjo el “FIFAGate”; además, fue elegido por la Concacaf para integrar un Comité Especial (junto con el estadunidense Sunil Gulati y el canadiense Víctor Montagliani) que evaluara y sustentara las operaciones de negocios de la Confederación, a raíz del escándalo de corrupción y sobornos.
En lo deportivo, la era de Compeán fue un huracán, pero en lo económico dejó grandes ganancias a la FMF y aumentó el valor de la selección mexicana, mismo camino que siguió Decio de María Serrano, su sucesor.
Mientras Justino estuvo nueve años en el cargo, Decio apenas se mantuvo tres en el que calificaba como el sueño de su vida. Su salida también tuvo cierta opacidad. El Mundial de Rusia fue su último torneo como dirigente, ya cuando Yon de Luisa Plazas (hombre clave en la candidatura conjunta de la Copa del Mundo 2026) movía los hilos de la FMF.
Texto y foto: Agencia Reforma
