Ciudad de México, 26 de julio de 2021. Lejos quedaron los días febriles, el temblor de las piernas por la debilidad derivada del Covid-19 que la mantuvo dos semanas postrada y un día en el hospital.
“Soy alguien que trata de no darse por vencida, y en los momentos difíciles respiro y sigo adelante. Pero sí he tenido momentos muy duros, y cuando enfermé me sentí muy mal”, cuenta en entrevista en su casa Elisa Carrillo, la primera bailarina del Staatsballett de Berlín.
De vuelta al país para encabezar las actividades del Festival Danzatlán, la originaria de Texcoco luce feliz, esperanzada por la posibilidad de regresar a los escenarios, aunque con limitaciones por la pandemia.
“Fue algo que realmente me hizo mucho daño, y creo que para todo lo que me pasó, me recuperé bastante rápido. Me siento muy agradecida de eso y también de la oportunidad de volver a mi país, de presentarme. Me da mucha alegría y me siento muy afortunada”, celebra.
En el encuentro, del 30 de julio al 7 de agosto en formato híbrido, Elisa ejecutará tres coreografías que le permitirán mostrar su dominio dancístico no sólo en el repertorio clásico, sino también en el contemporáneo, con piezas de Nacho Duato y Mauro Bigonzetti. Porque la “cúspide” de los bailarines, dice, es el escenario.
Texto: Yanireth Israde / Agencia Reforma
