17 septiembre,2017 5:25 am

Deja el huracán Max a decenas de personas sin techo en sus hogares y negocios

Foto: Jesús Trigo

La zona más afectada fue la de los poblados de El Zapote, Barra Vieja y San Andrés Playa Encantada, incluso aquí el Ejército aplicó el Plan DN-III

Karla Galarce Sosa

El huracán Max dejó sin techo a decenas de personas y negocios en los poblados cercanos a la pujante zona Diamante de Acapulco, donde el turismo, la ganadería o la pesca son los únicos sustentos de las familias. “Los techos de las casas se levantaban como si alguien les hubiera puesto imán”, indicaron vecinos del poblado San Andrés Playa Encantada, por cuyos destrozos el Ejército aplicó el Plan DN-III de apoyo a la población al día siguiente de que el meteoro tocó tierra y se degradó a tormenta tropical.

El 90 por ciento de los techos tuvieron algún grado de afectación, indicaron restauranteros de Barra Vieja, otro poblado que fue afectado con las rachas de viento que alcanzó 130 kilómetros por hora, según información difundida por la Capitanía Regional de Puerto en Acapulco. El comisario del San Andrés Playa Encantada, David Valente, comentó que la prioridad del poblado es que la estructura de la cancha techada, cuyo techo colapsó, se restablezca para el 28 de noviembre, fecha del santo patrono del pueblo y donde se realiza la feria cada año.

Los afectados criticaron que el gobernador, Héctor Astudillo Flores, sólo se detuvo a fotografiarse con algunos vecinos y no haya instruido a ningún funcionario para entregarles víveres o enseres.

El viernes por la mañana, soldados del Ejército realizaron una limpieza en patios, calles y la carretera Barra Vieja-Acapulco, donde fueron derrumbados techos por el viento, anuncios espectaculares, árboles destrozados, cabañas de restaurantes.

“Hay muchas carencias como agua, consumibles, ropa seca y comidas enlatadas, porque hay casas que quedaron muy mal que se inundaron a un metro un metro y medio antes de que abrieran la barra el jueves”, dijo.

El señor Virgilio Bailón Villanueva comentó que el viento comenzó a soplar el miércoles en la tarde y en la noche los dejó desprotegidos.

La señora Andrea Guzmán Reza, una mujer de 79 años de edad quién vive con sus dos hijas –ambas madres solteras– donde sobreviven, una de la venta de comida por las noches y la otra como empleada de un condominio “cerca del Princess”, dijo que vive de lo que sus vecinos y amigos le llevan desde que pasó el meteoro.

A las 7 de la mañana del miércoles comenzó a soplar el aire, a las 8 de la mañana “sopló más fuerte hasta que comenzó a volar las láminas de mi casa”, contó la mujer.

Doña Andrea contó cada una de las cosas que perdió durante la lluvia el jueves pasado, cuando la lluvia mojó sus camas, su ropa, y el pequeño negocio que cada noche abría su hija para darles de comer

Durante el recorrido que este medio efectúa ayer al mediodía, el coordinador de Protección Civil de Acapulco, Sabás de la Rosa Camacho, informó que son 60 familias damnificadas en Playa Encantada y 120 más en Barra Vieja.

“Son 250 familias afectadas por el techo y se está haciendo en la relación para el apoyo para dotar de láminas, contabilizando las de El Zapote, Barra Vieja y San Andrés Playa Encantada que son las de mayor afectación, además de 20 que están en Acapulco”, detalló.

Osvalda, hija de doña Andrea, gritó a la Marina y a los policías comunitarios para que le ayudarán para que su madre se resguardara y evitar que alguna lámina la lastimara.
“No sé si el aire hizo remolinos, nosotros no tuvimos luz un día antes, por eso no vimos noticias ni supimos del huracán que venía, hacíamos señas a los marinos y sólo me regresaban a ver pero no me ayudaban”, reprochó.

Añadió que “el maestro nos iba a abrir la escuela porque tenía las llaves, pero no nos abrieron y nos tuvimos que ir a ver a mi sobrina porque aquí nada más volaban las láminas”.