29 diciembre,2017 7:07 am

Terminamos 2017

 Jorge Camacho Peñaloza.

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol

Martín Luther King

Nuevamente llegamos al final de año, durante cincuenta y dos semanas hemos escrito colaboraciones para El Sur tratando de aportar a la reflexión sobre los problemas del estado y el país, compartiendo con los lectores ideas, opiniones y valoraciones, críticas y propuestas, desde hace ya casi diez años.

Desde hace años Guerrero ha sido noticia nacional más por situaciones negativas que positivas, desde los muertos de Huautla, Aguas Blancas y El Charco, hasta los normalistas caídos en el Parador del Marqués, la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, las ejecuciones del crimen organizado, pasando por los muertos de Chilapa y Chilpancingo, crímenes de políticos y periodistas, más la confrontación entre policías comunitarias y sus alianzas con el crimen organizado.

El año que termina no fue la excepción, la constante fue la violencia, destacando Acapulco, Chilpancingo y Chilapa entre las ciudades más violentas del país. Ésta lleva aparejada la estrategia basada casi exclusivamente en el uso de la fuerza policial y de las fuerzas armadas. Reuniones del gabinete federal de seguridad y de las instancias locales de seguridad no parecen dar como resultado una estrategia diferente, siguiendo la máxima aquella de si quieres seguir obteniendo los mismos resultados aplica las mismas estrategias.

En medio de este contexto difícil el gobernador Héctor Astudillo Flores no afloja el paso, inició el año con reuniones con diferentes sectores de la sociedad para paliar los efectos del gasolinazo y a final de año para construir el Pacto por la Seguridad, mientras que el gabinete medio operando sus atribuciones sin coordinación ni interacción entre sí que hagan fuerte al Ejecutivo del Estado, limitándose a obedecer las instrucciones de su jefe y a aplicar los recursos etiquetados sin creatividad y capacidad de interlocución para anticipar problemas y generar sinergias con la sociedad. Tenemos un gobernador cercano a la sociedad, pero un gabinete alejado de ésta.

El 2018 será un año más difícil para Guerrero, al contexto de la constante violencia y el permanente reclamo social que mantuvieron a lo largo del año a raya la frágil gobernabilidad. La contienda electoral vendrá a exacerbar la confrontación política y social, situación que será muy complicado que el Ejecutivo Estatal contenga por sí solo con su labor de siete días. Se necesitará otra estrategia, cambios en el gabinete y en su dinámica, fortalecer las capacidades de detección, anticipación y tratamiento de conflictos, más diálogo y comunicación con la sociedad, en síntesis más política y gobierno.

Se viene un alud de críticas al gobierno, respuestas, debates, acusaciones y confrontación entre los contendientes de los diferentes frentes y entre estos y los gobiernos federal, estatal y municipales, en los medios de comunicación y redes sociales habrá agitación proselitista, grupos y organizaciones sociales apoyando a diferentes candidatos. Habrá que ponerle mucha tolerancia y cabeza fría a la contienda, debemos evitar que Guerrero entre en una espiral de violencia incontrolable.

Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la paisanada que van mis mejores deseos para todos en el 2018, que aquí seguiremos poniendo nuestro grano de arena a la gran labor de El Sur en la reflexión de la problemática de nuestro querido estado.